La Espa?a de Guti y Valer¨®n
Un "gol de oro" de Iv¨¢n mete a la selecci¨®n sub 21 en la final del Europeo
Otra vez, como empieza a ser costumbre, Espa?a descubre talento verdadero en sus nuevas generaciones. En esta ocasi¨®n, la calidad se llama Guti. Y se llama, sobre todo, Valer¨®n. Cosido a estos dos futbolistas, la selecci¨®n sub 21 se plant¨® en la final del Europeo. No sin sufrimiento, eso s¨ª. Porque aunque se adue?¨® del partido, aunque fue siempre superior a Noruega, no encontr¨® el premio del gol hasta la pr¨®rroga: un tiro de Iv¨¢n P¨¦rez, tras un jugad¨®n de Guti, que entr¨® llorando.El primer tiempo fue un mon¨®logo espa?ol. Noruega se limit¨® a defender, misi¨®n para la que destin¨® a casi todos sus hombres. S¨®lo Lund, solito arriba, se libr¨® de ese trabajo. Pero los dem¨¢s, los cuatro defensas y los cinco centrocampistas, muy juntitas las dos l¨ªneas cerca de su ¨¢rea, vivieron la primera mitad detr¨¢s de la pelota, que fue propiedad exclusiva del equipo espa?ol.
La selecci¨®n de I?aki S¨¢ez cogi¨® los galones del partido desde el primer minuto. Tom¨® posesi¨®n del bal¨®n y fue movi¨¦ndolo de un lado a otro, de arriba a abajo, a un ritmo lento, tal vez demasiado pausado. Como se trataba de asegurar el pase, los jugadores, especialmente los dos medios centros, Ito y Felipe, empleaban demasiados toques antes de soltar la pelota y facilitaban as¨ª la colocaci¨®n de la zaga rival.
Espa?a mandaba, por tanto, pero lo hac¨ªa despacio, con un juego muy previsible y adem¨¢s con una preocupante tendencia a elevar la pelota, justo por donde los noruegos son irresistibles. Hasta que en el desarrollo de la jugaba aparec¨ªan Guti o Valer¨®n. Y entonces, cuando estos dos futbolistas irrump¨ªan, Espa?a se volv¨ªa venenosa, y Noruega, fr¨¢gil, incapaz de amordazar tama?o talento.
Guti y Valer¨®n participaron -mejor dicho, crearon- en todas las jugadas de peligro espa?ol, que iban apareciendo sistem¨¢ticamente, con una regularidad casi matem¨¢tica, cada diez minutos. Y siempre por abajo. Angulo, que cualitativamente hablando estuvo en las ant¨ªpodas de la pareja m¨¢gica, desperdici¨® un gran pase en profundidad de Guti (m.11), y Salva, diez minutos despu¨¦s, hizo lo propio con una dejada sublime de Valer¨®n.
El dominio espa?ol era incontestable, pero el gol no llegaba por ning¨²n lado. Ni siquiera en la mejor jugada de la noche, firmada claro por Valer¨®n, quien, pese a estar doli¨¦ndose de un rodillazo, se invent¨® un sombrero, luego, dos amagues, y finalmente un tiro de rosca que se estrell¨® en el larguero. Ni tampoco, instantes antes del descanso, en un lanzamiento soberbio de falta de Guti que acab¨® igualmente en la madera.
La segunda mitad ofreci¨® pr¨¢cticamente el mismo gui¨®n. Hasta el ¨²ltimo tramo, cuando llevar todo el peso del partido pas¨® factura a los espa?oles. Sobre todo, cuando la lesi¨®n de Michel Salgado dej¨® a Espa?a, que ya hab¨ªa hecho los tres cambios, en inferioridad. Y los noruegos, m¨¢s frescos o simplemente m¨¢s fuertes, amagaron con venirse arriba. Entraron al fin en contacto con la pelota y lograron quitarse de encima el agobiante dominio espa?ol. A Guti y a Valer¨®n, las dos joyitas, se les ve¨ªa menos, un s¨ªntoma inequ¨ªvoco de que las cosas se torc¨ªan para su equipo.
La expulsi¨®n de Heggem (m.86) igual¨® num¨¦ricamente el partido, pero Espa?a no recuper¨® el color. Al contrario, se qued¨® p¨¢lida en la ¨²ltima jugada del choque, cuando Lund, solo ante Arnau, mand¨® el bal¨®n a la grada. Pese a lo que hab¨ªa contado el partido, la pr¨®rroga hasta son¨® a alivio. Y eso que el periodo extra tambi¨¦n arranc¨® con un buen susto: un ajustado cabezazo de Hestab. Pero finalmente, Iv¨¢n P¨¦rez, tras un jugad¨®n de Guti, con un tiro a c¨¢mara lenta, hizo justicia. Espa?a jugar¨¢ la final.
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