Estafa sofisticada
EL DESCUBRIMIENTO de un sistema de fraude inform¨¢tico que permite alterar la cantidad de gasolina que suministran las estaciones de servicio es un sobresalto m¨¢s para los consumidores, advertidos desde enero -gracias a un informe de la Organizaci¨®n de Consumidores y Usuarios (OCU)- de que un grupo de gasolineras practicaba sisas de combustible de hasta el 7% de la cantidad facturada.La novedad ¨²ltima es que, adem¨¢s de los sistemas de fraude denunciados entonces, que eran de naturaleza electr¨®nica o mec¨¢nica, el nuevo sistema para estafar a los compradores de gasolina detectado en una estaci¨®n de Valdemorillo consiste en manipular la placa inform¨¢tica que conecta el surtidor con el ordenador de la estaci¨®n. Se confirma as¨ª la sospecha de que los surtidores pueden manipularse a distancia, lo que hace mucho m¨¢s dif¨ªcil la inspecci¨®n y el control de los aparatos expendedores.
No debe ser casualidad que la gasolinera en la que se ha detectado la alteraci¨®n inform¨¢tica pertenezca al grupo Villanueva, en cuyas estaciones de servicio se localiz¨® en enero un fraude generalizado por medios electr¨®nicos. Ante semejante coincidencia, la decisi¨®n judicial de precintar las placas inform¨¢ticas de 43 gasolineras de ese grupo, ya inspeccionadas a partir de las denuncias iniciales, es una medida cautelar obligada y que los consumidores deben agradecer.
La demostraci¨®n de que el fraude en las gasolineras es algo m¨¢s extendido y sofisticado de lo que en un principio cab¨ªa suponer obliga a pedir de nuevo a los responsables auton¨®micos del consumo que extremen las comprobaciones exhaustivas de la fidelidad de la medici¨®n, sustituyan las inspecciones rutinarias por otras imprevistas y que se doten de los medios inform¨¢ticos adecuados.
Al mismo tiempo hay que pedir que se aplique rigurosamente la ley y que se consideren las alteraciones de medici¨®n como una infracci¨®n muy grave, de forma que sea posible sancionar incluso con el cierre definitivo las estaciones de servicio manipuladas. Lo que de ninguna forma es admisible es que la Administraci¨®n, sea la del Estado o la aut¨®noma, pierda la iniciativa en la correcci¨®n de este tipo de estafas. Y hay que recordar de nuevo que las compa?¨ªas petroleras que suministran gasolina a las estaciones de servicio trucadas, e incluso a veces patrocinan las estaciones con su marca, sufren un da?o comercial y de imagen que deber¨ªan minimizar colaborando en la detecci¨®n de los fraudes.
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