Lo que son y lo que les gustar¨ªa ser

El primero quiere ser gracioso y ocurrente, pero no es m¨¢s que un patoso que se cree gracioso y ocurrente. Al otro le gustar¨ªa ser sarc¨¢stico e incisivo, pero no pasa de ser un simpl¨®n chulesco. La otra quiere que todos la reconozcan como dirigente con altas responsabilidades, pero lo ¨²nico que consigue es ponerse en rid¨ªculo ahuecando la voz. Otro quiere pasar por temible polemista y no es m¨¢s que un mat¨®n de barrio.Todos ellos participan de la triste condici¨®n de quienes padecen una gran desproporci¨®n entre lo que son y lo que les gustar¨ªa ser. Pero estos a los que me estoy refiriendo comparten tambi¨¦n la quintaesencia del horterismo: creer que para ser algo basta con adoptar los modos y maneras de los que lo son de verdad.

En el fondo, el hortera es un impaciente que no puede esperar a lograr algo; le basta con parecerlo y mostrarse satisfecho.

Napole¨®n, ese personaje nefasto pero no hortera, tuvo claro que para ser Napole¨®n ten¨ªa que conquistar Europa. Pero estos horteras creen que para ser Napole¨®n basta con meterse la mano por debajo de la camisa a la altura del ombligo. Y como no pueden evitar su complejo de inferioridad, porque saben que no son lo que quieren parecer, pretenden proclamarse campeones, no por la victoria en la competici¨®n, sino por la descalificaci¨®n del contrario, antes de jugar la partida.-