El ruido en la capital supera el l¨ªmite fijado por la OMS

El ulular de las sirenas y las alarmas tambi¨¦n provoca quebraderos de cabeza al Ayuntamiento. La ordenanza limita a 95 decibelios el sonido de las ambulancias. Adem¨¢s, estos veh¨ªculos deben llevar un piloto azul cuando la ambulancia va a buscar a un enfermo y otro rojo, durante el viaje hasta el centro sanitario. "Se ha quedado en papel mojado. Las sirenas siguen sin llevar los pilotos reglamentarios, suenan cuando les da la gana y el Ayuntamiento no multa a nadie", dice Ruth Porta. El concejal Loygorri reconoce: "En este punto se act¨²a con m¨¢s lentitud de la que nos gustar¨ªa. A pesar de todo, se ven m¨¢s ambulancias por la ciudad con las sirenas apagadas y eso es buena se?al".Para hacerse una idea de c¨®mo son los "sonidos urbanos", un martillo neum¨¢tico alcanza los 120 decibelios. En el interior de una discoteca puede llegarse a los 105, mientras la voz humana oscila entre 40 y 60 decibelios.

Para el experto municipal, Pl¨¢cido Perera, "el ruido de la ciudad no provoca lesiones irreversibles, pero s¨ª puede favorecer la aparici¨®n de problemas de estr¨¦s y falta de concentraci¨®n".

Los m¨¦dicos est¨¢n de acuerdo. El doctor Hern¨¢ndez Calv¨ªn, especialista en otorrinolaringolog¨ªa, se?ala que el exceso de decibelios tiene efectos f¨ªsicos ("p¨¦rdida auditiva, aceleraci¨®n cardiaca, mayor presi¨®n arterial") y psicol¨®gicos ("nerviosismo, agresividad, falta de concentraci¨®n"). Y a?ade: "Madrid es muy ruidosa y la mayor¨ªa de las calles tienen unos niveles de 65 a 70 decibelios. A pesar de todo, mucha gente no es consciente de los problemas que causa".

Pero no todo el ruido proviene del tr¨¢fico ni del exterior. Los locales musicales, bares y discotecas tambi¨¦n provocan las iras vecinales. Seg¨²n el departamento de Contaminaci¨®n Atmosf¨¦rica, durante 1997 se presentaron una media de 300 denuncias diarias por exceso de ruidos. Los vecinos de zonas como las de Malasa?a, Huertas y algunos puntos de Chamber¨ª y Salamanca han mostrado en m¨¢s de una ocasi¨®n su rechazo al sonido nocturno. "Es infernal dormir. Durante todo el a?o tienes el ruido de los bares y toda la casa tiembla con la m¨²sica de las discotecas. Luego viene el verano, todo el mundo sale a beber a la calle y no puedes ni abrir la ventana", explica un vecino de la plaza de Barcel¨®, uno de los puntos que m¨¢s denuncias ha puesto ante la Junta Municipal.