Los relevos anunciados en las alcald¨ªas de Vitoria y Bilbao adelantan la preparaci¨®n de las municipales

A menos de un a?o vista para las elecciones municipales, los partidos que disputar¨¢n las alcald¨ªas de las tres capitales vascas tienen problemas. La salida de Josu Ortuondo en Bilbao y Jos¨¦ ?ngel Cuerda en Vitoria, y el ¨ªmpetu del PP en San Sebasti¨¢n, donde ganaron en las anteriores elecciones aunque gobierne el socialista Od¨®n Elorza, dejan mayor margen que nunca a la sorpresa. Sin embargo, los populares no han conseguido encontrar el candidato ideal ni en Vitoria ni en San Sebasti¨¢n. Para el PNV y el PSE el problema se llama Bilbao, un coso en el que la r¨ªa les separa ideol¨®gicamente.

Aunque todav¨ªa falta casi un a?o para las pr¨®ximas elecciones locales, la confecci¨®n de las listas para las tres capitales comienza a preocupar a las c¨²pulas de los partidos con m¨¢s opciones: PNV, PP y PSE. La retirada de dos de los tres primeros ediles, el eterno alcalde de Vitoria, Jos¨¦ ?ngel Cuerda -por voluntad propia-, y Josu Ortuondo en Bilbao -por decisi¨®n de su partido- introduce grandes dosis de incertidumbre ante unas elecciones decisivas, y sobre sobre las que no hay nada escrito. En una comunidad aut¨®noma en la que todos pactan con todos y la cultura del pragmatismo gobernante se impone a la radicalidad de los discursos y enunciados ideol¨®gicos, puede pasar de todo. Desde que el PNV, incluso bajando de su cuota actual del 29% de los votos, consiga amarrar las tres diputaciones y hacerse con las alcald¨ªas de las tres capitales, hasta que el escenario comience a desmandarse. Cuerda se va En Vitoria, la provincia m¨¢s desideologizada del mapa vasco, la marcha del alcalde Jos¨¦ ?ngel Cuerda despu¨¦s de dos d¨¦cadas de victorias electorales incontestables -al frente del PNV, de EA despu¨¦s, y con los penuevistas finalmente- parece decisiva. En las municipales, la capital alavesa puede asistir a un duelo in¨¦dito entre el PNV y el PSE protagonizado por dos exdiputados forales de Bienestar Social. En las filas jelkides, la diputada Mar¨ªa Jes¨²s Aguirre cuenta con muchos apoyos para ser cabeza de cartel, entre ellos el de Cuerda, de quien ha sido estrecha colaboradora. En la misma situaci¨®n se encuentra el socialista Jes¨²s Loza, ahora viceconsejero de Bienestar Social. El problema se agrava en el PP. La falta de un candidato con gancho que arrastre en la capital, -ni el anterior, Alfredo Marco Tabar, ni el concejal Miguel ?ngel Etxebarr¨ªa cuentan con el cien por cien de los apoyos- puede lastrar la tendencia al alza del voto popular en ?lava. El PP se enfrenta a un problema similar en San Sebasti¨¢n. El tradicional enfrentamiento entre los populares que aguantaron el tipo tras el traum¨¢tico asesinato en enero de 1995 de su hombre fuerte, Gregorio Ord¨®?ez, y las nuevas hornadas lideradas por el secretario general, Ricardo Hueso, parece que ha sido encauzado en los ¨²ltimos meses. Sin embargo, los excelentes resultados obtenidos en 1995 bajo la batuta de Jaime Mayor Oreja y que les llev¨® hasta el triunfo electoral, podr¨ªan no repetirse si no encuentran un candidato de consenso y con tir¨®n. Las concejalas Mar¨ªa San Gil y Mar¨ªa Jos¨¦ Usandizaga, ambas compa?eras de Ord¨®?ez, son promocionadas desde alg¨²n sector del partido como opciones s¨®lidas para la pelea electoral. Frente a los problemas del PP, los socialistas lo tienen muy claro. Volver¨¢ a ser el actual alcalde, Od¨®n Elorza, quien encabezar¨¢ su cartel electoral. Tampoco hay muchas dudas en EA de que su candidato ser¨¢ el concejal Enrique Arana, y que la lista del PNV, tras el salto a la Diputaci¨®n de su anterior cabeza de lista, Antton Marquet, estar¨¢ encabezada por el edil Mart¨ªn Elizasu. Por parte de HB, la cuarta fuerza en discordia, seguir¨¢ siendo Joseba Permach quien ocupe el primer puesto de la candidatura. En Bilbao, las aguas est¨¢n revueltas en el propio PNV. La marcha de Josu Ortuondo deja abiertas muchas puertas. El consejero de Sanidad, I?aki Azkuna, ha sido se?alado por un sector del partido como la persona id¨®nea para conjurar el crecimiento del PP y mantener la alcald¨ªa, pero su fuerte personalidad suscita las reticencias de otras familias del PNV vizca¨ªno. Algunos conflictos internos, como las diferencias sobre el destino final de la Alh¨®ndiga, pueden estar relacionados con la ubicaci¨®n de otros candidatos. Una opci¨®n que ha salido ya a la luz es la de Mar¨ªa Esther Solabarrieta, diputada foral de Medio Ambiente y esposa de I?aki Anasagasti. Aunque sin conflicto, y todav¨ªa sin grandes movimientos familiares, a los socialistas les pasa lo mismo. Est¨¢ la opci¨®n del responsable de Hacienda, Eduardo Uriarte, pero voces cualificadas apuestan por una figura con mayor capacidad de arrastre, aunque sea un independiente. El PP seguir¨¢ confiando en Ascensi¨®n Pastor, al descartar la posibilidad de que un profesional de prestigio y sin carn¨¦ acepte el riesgo del acoso criminal de ETA.