Un total de 118 unidades hospitalarias tratan el dolor en Espa?a
Las piernas, la cabeza y la espalda son las zonas que m¨¢s duelen a los pacientes
En la ¨²ltima d¨¦cada se ha pasado de la conclusi¨®n resignada "tiene dolor, ya se le pasar¨¢", a la aplicaci¨®n en Espa?a de los ¨²ltimos avances para diagnosticar y combatir el dolor. Los especialistas aseguran que se sabe tratar eficazmente el dolor, aunque reconocen que bastantes enfermos siguen sufriendo y muriendo con esa sensaci¨®n."Hay que aplicar mejor unas t¨¦cnicas que ya est¨¢n muy desarrolladas y todos los hospitales de cierta importancia deber¨ªan disponer de una unidad contra el dolor", opina el onc¨®logo Antonio Pascual, del hospital Malva-Rosa, de Valencia, y coordinador de la campa?a de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS), Hacia un hospital sin dolor.
En Espa?a existen en total 118 unidades dedicadas a tratar el dolor, cuando s¨®lo el territorio Insalud -10 Comunidades Aut¨®nomas- dispone de m¨¢s de 100 hospitales de tama?o medio.
Unidades paliativas
Tratan el dolor de los enfermos que se encuentran en su fase terminal. A su cuidado est¨¢n onc¨®logos, internistas y m¨¦dicos de familia que atienden, sobre todo, a pacientes con c¨¢ncer (un 90%); sida; y procesos cr¨®nicos de coraz¨®n, aparato respiratorio y de h¨ªgado. Existen 50 unidades de este tipo en Espa?a. "A la frase "ya no hay nada que hacer", le damos la vuelta, porque siempre se puede hacer algo por el enfermo o por su familia", explica el especialista en c¨¢ncer, Antonio Pascual.
Por la unidad de paliativos del hospital Gregorio Mara?¨®n, de Madrid, (una de las que m¨¢s camas dispone) pasaron el a?o pasado alrededor de 1.100 pacientes, seg¨²n su jefe, Jos¨¦ Mar¨ªa Luque. De ¨¦stos, ingresaron la mitad y al resto o bien se le atiende en su domicilio o no eran candidatos a una unidad paliativa.
Las Comunidades Aut¨®nomas m¨¢s avanzadas en el desarrollo de estas unidades paliativas son Catalu?a, Canarias y Cantabria, seg¨²n el coordindor de la campa?a de la OMS. En el t¨¦rmino medio se encuentran el Pa¨ªs Vasco, Valencia, Madrid, Castilla y Le¨®n, Navarra, Andaluc¨ªa, Arag¨®n y Baleares. Y carecen de ellas Murcia, Extremadura, Asturias, Castilla-La Mancha, La Rioja y Ceuta y Melilla.
Unidades del dolor
Los candidatos a ingresar en estas cl¨ªnicas son: "pacientes afectados de un dolor cr¨®nico que no lo ha podido resolver el m¨¦dico de cabecera o el especialista", aclara la anestesi¨®loga Elena Catal¨¢, del hospital San Pablo, de Barcelona.
Los sufrimientos que tratan con m¨¢s frecuencia en estas unidades tienen que ver con la espalda y las rodillas. Pero tambi¨¦n el de aqu¨¦llos operados que, despu¨¦s de pasar por el quir¨®fano, no han logrado olvidarse del dolor. Este s¨ªntoma tambi¨¦n tiene memoria: de tal forma que cuanto antes se trate, antes se alivia, porque si no amenaza con cronificarse. Las neuralgias (como la provocada por el herpes zoster) es otra de las patolog¨ªas m¨¢s vistas en estas unidades que, en sus mayor¨ªa, se componen por anestesi¨®logos y ocasionalmente por neur¨®logos, neurocirujanos y psic¨®logos. De este tipo de unidades se han creado 68 en Espa?a.
Ayuda domiciliaria
Si el enfermo est¨¢ incapacitado para trasladarse a una unidad del dolor o su situaci¨®n no es terminal -por lo tanto, tampoco es candidato a una unidad paliativa- un equipo de profesionales acude a su domicilio para aliviarle el sufrimiento. En la actualidad funcionan alrededor de 100 equipos de asistencia a domicilio.
Tratamientos
El dolor se combate b¨¢sicamente con cinco herramientas:
-Medicamentos v¨ªa oral: se aplican a entre un 60% y un 70%. Pueden ser analg¨¦sicos y coadyuvantes (entre otros, antidepresivos, antiepil¨¦pticos y antiinflamatorios). Pero tambi¨¦n la morfina, que se emplea sobre todo para combatir el dolor de los enfermos terminales. Este derivado del opio se administra en pastillas e inyectado y desde este a?o se comercializan en Espa?a parches de fentanilo (un derivado sint¨¦tico de la morfina).
-T¨¦cnicas de estimulaci¨®n nerviosa que inhiben el dolor. El paciente lleva un dispositivo electr¨®nico debajo de su piel que envia se?ales a la m¨¦dula espinal, al cerebro o una zona externa del nervio para modular su transmisi¨®n nerviosa.
-Inyectando f¨¢rmacos en la columna vertebral o debajo de la piel o en los lugares pr¨®ximos a la zona dolorosa (infiltraciones).
-T¨¦cnicas psicol¨®gicas. "El dolor provoca frecuentemente depresi¨®n o ansiedad", seg¨²n la anestesista, Elena Catal¨¢. Esta ayuda se dirigen tanto al paciente como a la familia en los casos de enfermos terminales.
-Comunmente se denomina matar el nervio, es decir, t¨¦cnicas destructivas o ablativas.
"Los tres primeros procedimientos son reversibles y si se retiran o se paralizan todo vuelve a su normalidad; incluso con el tiempo hasta el nervio se puede regenerar", explica la anestesi¨®loga.
Hospitales pilotos
Los hospitales pilotos adheridos a la campa?a de la OMS, Hacia un hospital sin dolor, que ser¨¢n los que exporten al resto su experiencia son: Cruces (Baracaldo); Malva-Rosa (Valencia); Nuestra Se?ora del Pino (Las Palmas); El Tornillar (Sevilla); Cl¨ªnico (Salamanca); Cl¨ªnico y la Fe (Valencia); Puerta de Hierro (Madrid); Juan Canalejo (La Coru?a); Marqu¨¦s de Valdecilla (Santander); Germans Trias i Pujol (Badalona) y General (Vic).
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