Italia no tiene prisa

Al contrario que Espa?a, que quiere empezar "a toda ca?a", Italia prefiere ir "piano, piano". Es cuesti¨®n de cultura: Espa?a no sabe c¨®mo ganar un Mundial, Italia tiene algo de experiencia. Y la suya dicta que el Mundial es muy largo: Cesare Maldini ha dise?ado una plan seg¨²n el cual el equipo ir¨¢ de menos a m¨¢s, siguiendo las huellas de su ¨²ltimo gran ¨¦xito: el Mundial de Espa?a 82 (empez¨® sin ganar un partido y termin¨® derrotando a Brasil, Argentina y Alemania). ?se es el punto de referencia para el veterano Cesare Maldini, que reservar¨¢ para el deb¨² de Italia ante Chile, ma?ana jueves en Burdeos, al portentoso Alessandro del Piero, recuper¨¢ndose, m¨¢s despacio de lo previsto, de una lesi¨®n de abductores. "La competici¨®n italiana ha sido dur¨ªsima y hay que ir poco a poco. Ahora todav¨ªa estamos a un 50%", exageraba el pasado domingo un miembro de la delegaci¨®n italiana, que mont¨® en c¨®lera cuando se le pregunt¨® si alguien en la expedici¨®n se hab¨ªa inquietado porque el lugar de entrenamiento, en Senlis, estuviese circundado por dos cementerios. "?Esa pregunta es seria?", grit¨® enfurecido el portavoz italiano. Maldini, en todo caso, es un t¨¦cnico supersticioso: piensa, por ejemplo, que algunos periodistas le dan suerte y otros se la quitan.Visto de cerca, Cesare Maldini, de 66 a?os, parece acabar de salir de cualquier cuadro de El Greco. Es un hombre espigado y anguloso: fundamentalmente afable y educado. Atiende cada d¨ªa a la poderosa prensa italiana. Responde con normalidad y sensatez. Son sus armas. Es un artesano del f¨²tbol, en contraposici¨®n a su antecesor: el cient¨ªfico Arrigo Sacchi. Maldini se ha ganado el respeto del vestuario delegando su poder en dos capataces: su hijo Paolo y Alessandro Costacurta, el central del Milan.

Italia recibir¨¢ a Chile con todo tipo de protecciones: dos marcajes al hombre (Cannavaro sobre Salas y Nesta sobre Zamorano), y un defensa libre (Costacurta), para barrer los despistes de sus compa?eros. La l¨ªnea defensiva la completar¨¢n Moriero por la derecha y Maldini por la izquierda. Albertini, secundado por Dino Baggio y Di Mateo, ser¨¢ el eje en torno a quien girar¨¢ el grupo.

Queda por resolver la l¨ªnea de ataque. Pero todo ir¨¢ despacio. Del Piero, de 23 a?os, tiene un aspecto delicado y t¨ªmido. Liviano. Juguetea con el bal¨®n a la espera de enterrar definitivamente sus molestias en los abductores. Firma aut¨®grafos junto al c¨®rner con displicencia. El sustituto de Del Piero ser¨¢ Roberto Baggio, plet¨®rico tras haber remontado el vuelo. El delantero m¨¢s en forma, sin embargo, es Pippo Inzaghi, aclamado m¨¢s que cualquier otro por los seguidores italianos. Los tres son delanteros b¨¢sicamente fr¨¢giles y talentosos, en contraste con la contundencia f¨ªsica de Ravanelli y de Vieri, aunque ayer Ravanelli visitara el hospital por tener fiebre alta. El primero impresiona por la tosquedad de sus movimientos y al segundo se le observa lento, pero con buenos m¨²sculos. Pero no hay prisa: Italia juega a un Mundial largo. Piano, piano.