"Yo no tengo ninguna experiencia en el oficio de delator", dice Barrionuevo

El tribunal, en contra de lo previsto, acord¨® ayer, de oficio, realizar dos careos para aclarar si en la noche del secuestro de Segundo Marey hubo o no comunicaci¨®n telef¨®nica entre los implicados acerca de los sucedido. Uno enfrent¨® al ex ministro Jos¨¦ Barrionuevo con el ex secretario de los socialistas vizca¨ªnos Ricardo Garc¨ªa Damborenea, y el otro a Barrionuevo con el ex gobernador civil de Vizcaya Juli¨¢n Sancrist¨®bal. Ambos careos se celebraron al inicio de la sesi¨®n y derivaron en un duro y tenso enfrentamiento verbal.

Los tres procesados mantuvieron sus posiciones:Barrionuevo, negando la comunicaci¨®n telef¨®nica, y Damborenea y Sancrist¨®bal, asegurando que el ministro autoriz¨® la operaci¨®n.PRIMER CAREO

Barrionuevo-Sancrist¨®bal

El careo entre Sancrist¨®bal y Barrionuevo estuvo marcado por el alto tono verbal y la fuerte gesticulaci¨®n por parte del primero. Sus partes m¨¢s interesantes fueron las siguientes:

-Presidente. Usted [Sancrist¨®bal] ha manifestado que esa noche mantuvo una conversaci¨®n con el se?or Barrionuevo.

-Sancrist¨®bal. Lo he dicho. Y mantengo que a lo largo de la noche tuve distintas conversaciones con Barrionuevo.

-P. Usted, se?or Barrionuevo, ha manifestado que no, y que no se le inform¨® de esa acci¨®n.

-Barrionuevo. Yo esa noche no tuve ninguna conversaci¨®n. Creo que ¨¦l ha cambiado su versi¨®n de los hechos.

-P. Seg¨²n eso, a ver si se pueden poner de acuerdo...

-S. Con la posici¨®n del se?or Barrionuevo es imposible. Yo esa noche habl¨¦ una o varias veces con ¨¦l y cont¨¦ con su benepl¨¢cito y su autorizaci¨®n.

-B. Es absolutamente incierto que tuvo conmigo una conversaci¨®n. ?C¨®mo es posible que al cabo de 15 a?os todos lo recuerden con la misma exactitud y con las mismas palabras? Posteriormente ha cambiado su versi¨®n. Si lo realmente importante era tener una autorizaci¨®n del ministerio, ?para qu¨¦ eran las dem¨¢s conversaciones? ?Para qu¨¦ llamar a Vera?

-S. Para lo mismo, porque usted a veces dec¨ªa "esas cuestiones com¨¦ntelas con Vera".

-B. Es absurdo de todo punto, en un ministerio, que es un ¨®rgano jerarquizado, tener la autorizaci¨®n de una autoridad y pretender la de otra. Yo siempre he mantenido la misma versi¨®n.

-S. Es absolutamente incierta.

-B. De pura invenci¨®n sabe usted bastante. Usted sabe que estoy diciendo cien por cien la verdad.

-S. Usted sabe mucho de negativas.

-B. Yo siempre he dado la misma versi¨®n.

-S. En lo que ha dicho, s¨ª; pero la verdad no la ha dicho nunca.

SEGUNDO CAREO

Barrionuevo-Damborenea

Posteriormente se celebr¨® el careo entre Barrionuevo y Garc¨ªa Damborenea. Antes, el presidente de la Sala, Jos¨¦ Jim¨¦nez Villarejo, les pregunt¨® si quer¨ªan enfrentarse para aclarar la llamada telef¨®nica supuestamente realizada por Barrionuevo la noche del secuestro, a lo que ambos asintieron. Esto fue lo m¨¢s interesante:

-Garc¨ªa Damborenea. Mi versi¨®n es conocida. La de Barrionuevo no he tenido opci¨®n de conocerla.

-Barrionuevo. Yo no s¨¦ nada. Lo que pas¨® aquella noche lo sabe usted, porque creo que usted estaba all¨ª. La llamada es una pura invenci¨®n, una confabulaci¨®n entre ustedes [el resto de procesados] para tirar hacia arriba. Yo no tengo ninguna experiencia en el oficio de delator.

- G. D. Usted no explica qu¨¦ hac¨ªa yo all¨ª [en la Jefatura de Polic¨ªa de Bilbao] ?Qu¨¦ hac¨ªa yo all¨ª aquella noche si no hubiera sido para seguir directrices del ministerio? De no hab¨¦rseme confirmado aquella noche la conformidad del ministro, lo m¨¢s razonable es que me habr¨ªa vuelto a casa. Yo puedo ofrecer una versi¨®n comprensible, veros¨ªmil.

-B. Usted trata de buscar una explicaci¨®n a su inexplicable presencia. Es comprensible que trate de buscar una salida desesperada. Esa llamada no existi¨®. -G. D. Mi presencia all¨ª era debida a que est¨¢bamos en la misma l¨ªnea. Yo siempre estuve en la trinchera pol¨ªtica y dando la cara por el Ministerio del Interior en cualquier circunstancia. No era la primera vez que interven¨ªa en tareas claras u oscuras del Ministerio del Interior. Hay diferencia entre que se produjera esa llamada o no. Quiero recordar que de lo que se trata es de que el palo de la culpa caiga sobre quien le corresponda. Aquella noche hubo gente en danza en Madrid, Bilbao, Pamplona... y, seg¨²n Rafael Vera , hasta el comisario Cathal¨¢ en Francia. Usted, pese a que ofrece una imagen prusiana, le gusta saber qu¨¦ pasa, conocer los detalles... Lo ¨²nico que me interesa es que detr¨¢s de la operaci¨®n estaba mi Gobierno y el ministro al que yo era leal, aunque no tuve ocasi¨®n de hablar con usted.

- B. Su concepto de lealtad tenemos ocasi¨®n de comprobarlo. Su postura es estrategia pol¨ªtica. Usted sabe que eso de la llamada es una falsedad. Usted s¨ª que ha cambiado, se?or Damborenea. Yo, no. Yo tengo la misma lealtad. Yo no apunto a nadie.