La Alianza no quiere ceder a la ONU la decisi¨®n de un ataque
Rusia y la OTAN discrepan sobre la soluci¨®n del conflicto de Kosovo, aunque comparten el objetivo de lograr una salidad negociada. As¨ª se puso de manifiesto ayer en el Consejo Permanente bilateral, al que asisti¨® el ministro ruso de Defensa, Igor Sergueiev, junto con sus colegas occidentales.
La principal diferencia radic¨® en el alcance que uno y otros otorgan a la cobertura legal con que debe contar cualquier intervenci¨®n militar directa sobre territorio serbio. Sergueiev reiter¨® que resulta indispensable una resoluci¨®n del Consejo de Seguridad, donde Rusia tiene derecho de veto. Precisamente, EE UU y el Reino Unido han puesto sobre la mesa un texto de este g¨¦nero.
Los aliados introducen m¨¢s matices. Aunque desear¨ªan el respaldo expl¨ªcito del Consejo de Seguridad, consideran que eso equivale a dar a Rusia la ¨²nica llave decisoria, y no quieren atarse las manos. Por eso el jefe del Pent¨¢gono, William Cohen, sostuvo que tambi¨¦n ser¨ªa suficiente la apelaci¨®n directa a la Carta de la ONU, que permite intervenir para asegurar la autodefensa en casos de inestabilidad regional. Otros estiman que el paraguas jur¨ªdico-pol¨ªtico es la OSCE.
Tambi¨¦n se interpretan de forma muy distinta las causas del litigio. Mosc¨² atribuy¨® el origen de la violencia al ?terrorismo? de grupos kosovares. Los Diecis¨¦is consideraron un¨¢nimemente que ¨¦sa no es la causa, sino una de las consecuencias del conflicto. La Alianza atribuye al l¨ªder yugoslavo, Slobodan Milosevic, la principal responsabilidad en la crisis, por haber destruido la autonom¨ªa y haber iniciado la represi¨®n sistem¨¢tica.
Los Diecis¨¦is apremiaron a Sergueiev para que Rusia asuma sus responsabilidades y presente un frente com¨²n que evite la desuni¨®n internacional que favoreci¨® la guerra en Bosnia a principios del decenio. Su tesis es que hay que ?actuar r¨¢pidamente? para evitar el encanallamiento de la situaci¨®n.
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