Las sorpresas de la feria

El tradicional y festivo consenso de la Feria del Libro de Madrid ha estado a punto de romperse casi en el ¨²ltimo minuto. Un importante grupo de libreros, encabezados por Miguel Visor, de la librer¨ªa Antonio Machado, ?hartos?, seg¨²n ha declarado, de ?las listas tergiversadas? de los libros m¨¢s vendidos que facilita la direcci¨®n, ha elaborado su propia lista alternativa. El cruce de acusaciones ha sido de ¨®rdago. Al conocerse la lista alternativa, que se hizo p¨²blica el jueves, se crearon dos bandos. Los de la Feria, que se defienden como gato panza arriba, y los libreros que acusan.A la pol¨¦mica se han sumado escritores que no est¨¢n con unos ni con otros. Arturo P¨¦rez-Reverte afirm¨® el viernes que ha tomado la decisi¨®n de no participar en el evento cultural: ?Los organizadores y algunos editores han convertido la Feria en una competici¨®n. Ahora ya no importan los t¨ªtulos, sino ser el primero o el segundo y el resto es una mierda?. ?Yo no voy a la Feria a competir, no estoy dispuesto a pagar ese precio?, afirm¨® el autor de novelas tan millonarias como El club Dumas, La piel del tambor o la serie del Capit¨¢n Alatriste. Entre otros autores, tambi¨¦n Fernando G. Delgado ha dicho que no quiere saber nada de la Feria. ?El problema que tenemos es que las listas manipuladas llegan a todos los peri¨®dicos y radios de Espa?a, a los editores y distribuidores extranjeros, a todo el mundo del libro y es muy importante para la traducci¨®n del libro. Causa un perjuicio muy grave a los libros que realmente se venden. Muchas veces hemos pedido explicaciones, pero este a?o hemos decidido actuar?, dijo Miguel Visor. Otros libreros consultados afirman que el sistema que utiliza la Feria para hacer las listas es muy imperfecto. ?La mayor parte de las casetas s¨®lo cuenta con una m¨¢quina registradora y hasta el final de la feria, y con el albar¨¢n en la mano, no sabemos realmente lo que se ha vendido?, se?al¨® un representante de la cadena Crisol. ?Quiero pensar bien?, a?adi¨® Juan Torres, director de Fuentetaja, ?pero el fraude es posible?.

Los dos libreros coinciden en que la venta durante los 16 d¨ªas de Feria se centra en las novedades, sobre todo de narrativa, libros de viaje y diccionarios. Como objeci¨®n al sistema, Torres dijo que ?todo se concentra en unas fechas muy concretas. Habr¨ªa que potenciar los canales permanentes de ventas?. Su principal cr¨ªtica es el elevado n¨²mero de casetas (hasta Fuerza Nueva tiene una). La Feria del Libro de Madrid, que esta noche cierra sus puertas, se ha convertido en un aut¨¦ntico acontecimiento cultural y es una cita imprescindible. Este a?o han participado 458 firmas expositoras y, seg¨²n explic¨® el director general de la Feria, Jes¨²s Garc¨ªa Bay¨®n, se han quedado fuera, por falta de espacio, 150 empresas.

Para los que contemplan la guerra desde lejos, comparar las dos listas resulta divertido. En la oficial sale en primer lugar El coraz¨®n tard¨ªo, de Antonio Gala, y en la contra-lista, Irse de casa, de Carmen Mart¨ªn Gaite, seguida de El dios de las peque?as cosas, de Arundhati Roy; incluso entra, en el duod¨¦cimo lugar, Gente que vino a mi boda, de Soledad Pu¨¦rtolas, y Seda, de Alessandro Baricco, todas de Anagrama. Las dos ¨²ltimas no aparecen en la oficial. No es de extra?ar que su editor, Jorge Herralde, se apunte al sector duro. ?Por razones obvias, me satisface mucho m¨¢s que la otra?.

El director de la Feria dijo ayer que ¨¦l, personalmente, no se cree la lista alternativa. ?Todo el problema viene de la caseta de Anagrama. Se equivocaron el pasado fin de semana? y en la hoja de ventas ?pusieron que hab¨ªan vendido 995 ejemplares de Irse de casa . Cuando se dieron cuenta del error y quisieron rectificar y dar lo que realmente hab¨ªan vendido -1.455 copias-, ya estaba hecho el listado. Mart¨ªn Gaite deb¨ªa haber salido (el fin de semana del 6 de junio) en el segundo lugar, y no en el cuarto como qued¨®. Hay muchas casetas que se equivocan con los datos?. Garc¨ªa Bay¨®n rechaz¨® que hubiera manipulaci¨®n: ?A m¨ª, como director de la Feria, me importa un pepino que quede tal o cual autor?.

?No tiene sentido lo que dice?, contraatac¨® Herralde; ?yo no con trolo la hoja de ventas, lo hace la gente que tenemos fija en la caseta, pero pongamos que hubiera cometido un error, ?y las otras casetas?? ?La contra-lista subraya el papel de nuestras superestrellas. De Irse de casa hemos lanzado una primera edici¨®n de 50.000 ejemplares, que estamos a punto de agotar, y ya hemos puesto en marcha una reimpresi¨®n de 20.000 m¨¢s. De El dios de las peque?as cosas llevamos vendidos alrededor de 60.000 ejemplares?.

En la lista alternativa salen algunos t¨ªtulos que no constan en la otra. Por ejemplo, Vagabundo en ?frica (EL PA?S-Aguilar), de Javier Reverte, y La botica de la abuela (RBA), del equipo del programa La media vuelta, de la SER. Enrique de H¨¦riz, director de Ediciones B, acogi¨® con explosivo humor la guerra: en el segundo lugar de la oficial tiene Memorias del marqu¨¦s de Sotoancho, de Alfonso Uss¨ªa, y en la otra, en el cuarto, uno de sus mayores ¨¦xitos de ventas, C¨ªrculo m¨¢gico, de Katherine Neville, la autora de El ocho. ?De esta novela hemos vendido 400.000 ejemplares, s¨®lo superados en nuestra editorial por El m¨¦dico, de Noah Gordon, y eso que no tuvo ni una rese?a ni se hizo una entrevista a la autora. De C¨ªrculo... hemos vendido en un tiempo r¨¦cord 80.000. La llevamos el D¨ªa del Libro a Barcelona y fue uno de los autores extranjeros m¨¢s vendidos. Es un best seller de bastante calidad, que mezcla argumentos hist¨®ricos con tramas criminales contempor¨¢neas. La novela que hemos publicado ahora tiene mucho suspense?.

Esta noche se apagar¨¢n las luces de esta Feria, que se ha convertido en algo tan importante que hay peleas por una firma de m¨¢s o de menos. A los cientos de miles de personas que invaden el Retiro y que lo disfrutan a tope les importa un bledo. Ellos van a lo suyo, desde aguantar pacientemente a que su Antonio Gala o su Terenci Moix les firme un libro hasta el perrito caliente, los globos, los payasos, los mimos o a perseguir a los dos tipos que, con enormes zapatones, recorren el recinto disfrazados de Mortadelo y Filem¨®n. Son como el flautista de Hammelin para los peque?os y sus pap¨¢s les hacen fotograf¨ªas con ellos.