?Qui¨¦n recuerda al "noi de cal Tona"?

Hace 10 a?os que los restos del noi de cal Tona reposan en el mausoleo familiar del cementerio de Cervell¨® (Baix Llobregat), junto a sus padres -que procedentes de Tona dieron lugar al sobrenombre familiar- y una hija. La mayor¨ªa de la poblaci¨®n de Cervell¨® no conoce qui¨¦n fue ese noi de cal Tona. La mayor¨ªa, en cambio, s¨ª sabe qui¨¦n fue Josep Tarradellas i Joan, presidente de la Generalitat entre 1954 y 1980. El pasado jueves se cumplieron 10 a?os de su muerte. Apenas una treintena de personas se reunieron ante su tumba en el cementerio de Cervell¨®. Hab¨ªan sido convocados por Emprius, un grupo de opini¨®n en la ¨®rbita socialista. Tambi¨¦n acudi¨® el primer secretario del Partit dels Socialistes (PSC), Narc¨ªs Serra, consejero en el Gobierno de Tarradellas. M¨¢s tarde, el consejero de la Presidencia, Xavier Trias, acudir¨ªa a una misa en la iglesia de Sant Esteve. Fue la ¨²nica representaci¨®n institucional ese d¨ªa. El Ayuntamiento, justo cuando se celebraba el homenaje, estaba reunido en sesi¨®n extraordinaria. Delante del monumento a Tarradellas, Serra reclam¨® un homenaje institucional para el primer presidente catal¨¢n tras la restauraci¨®n de las libertades. Cervell¨® es una peque?a localidad de 7.700 habitantes que poco tiene que ver con la que conoci¨® Tarradellas. Muchos s¨®lo saben de Tarradellas que presidi¨® la Generalitat, que volvi¨® del exilio y que pronunci¨® una frase que se hizo famosa. Eso es lo que recuerda Manuel Gonz¨¢lez, un jubilado nacido en C¨®rdoba que lleg¨® hace muchos a?os a Cervell¨®, Gonz¨¢lez se acuerda del d¨ªa en que volvi¨® el presidente de la Generalitat del exilio porque ¨¦l, trabajador de Iberia, estaba en el aeropuerto. Su opini¨®n es buena: "Era un pol¨ªtico de prestigio demostrado. Si hubiera sido un poco m¨¢s joven...", asegura. Tampoco lo vio una anciana que vive al pie de la carretera N-340, en la misma acera en la que se encuentra la casa natal de Tarradellas. Esta mujer, que prefiere permanecer en el anonimato, s¨ª sabe qui¨¦n fue el noi de cal Tona. "Sus padres cultivaban vi?edos y olivos que ten¨ªan arrendados, como mi familia", recuerda. Ella tampoco estuvo entre las 30 personas que fueron al homenaje por el d¨¦cimo aniversario de la muerte de Tarradellas. Tampoco acudieron Jaume Tormo y su mujer, Rosal¨ªa, un matrimonio de jubilados que vive desde hace mucho tiempo en Cervell¨®, aunque, advierte: "No somos hijos del pueblo". No obstante, ambos trazan certeramente la radiograf¨ªa del recuerdo de Tarradellas que pervive en Cervell¨®: "Las personas mayores lo recuerdan, pero la gente joven no porque estuvo mucho tiempo en el exilio y al volver se qued¨® en Barcelona".