La selecci¨®n reafirma su optimismo

De creer todo lo que dijeron habr¨ªa que llegar a la conclusi¨®n de que el s¨¢bado Espa?a jug¨® dos partidos. Uno, a las 14.30 en el estadio de Nantes. El otro, por la noche, en las pantallas de televisi¨®n. El primero, lo perdieron 3-2; el otro, fue una demostraci¨®n del buen juego espa?ol.Llegados a media tarde, v¨ªa a¨¦rea, de Nantes a Chantilly, los jugadores se metieron en sus habitaciones a ver la repetici¨®n del partido con Nigeria. No acostumbran a ese tipo de terapia, pero al zapear vieron que lo daba Eurosport y les apeteci¨® verse. Un s¨ªntoma interesante: si hubieran cre¨ªdo que el partido hab¨ªa sido desastroso no les habr¨ªan quedado ganas de verse. Miraron y analizaron. Llegaron a una conclusi¨®n: "Hemos sido mejores". La mayor¨ªa recalc¨® que estaba con la conciencia tranquila y que hab¨ªa dado buena imagen.

As¨ª armados, moralmente, de cemento armado, bajaron ayer a entrenarse bajo la fina lluvia. Y, as¨ª, casi un¨¢nimes, acabaron con unas cuantas percepciones, al parecer err¨®neas, que se pudieron haber tenido de su prestaci¨®n nantesa. Dado que Clemente les hab¨ªa pedido alegr¨ªa y uni¨®n, y que viva el esp¨ªritu pi?a, y dado que a ellos les gusta eso de reafirmarse dentro del grupo, ninguno quiso entrar en el debate t¨¢ctico (todo lo m¨¢s, alabaron la elecci¨®n de Clemente), ninguno quiso hablar de globo deshinchado, todos siguieron crey¨¦ndose los mejores y todos aseguraron tener la moral m¨¢s alta que nunca. "Mis reflexiones son del todo positivas", reflexion¨® Luis Enrique. "Viendo el partido por televisi¨®n se confirm¨® lo que yo hab¨ªa pensado desde un principio, que hab¨ªamos sido superiores y que en una acci¨®n aislada, en un accidente futbol¨ªstico, han conseguido el empate, y luego...".

Entonces, ?por qu¨¦ perdieron un partido que llevaban ganado y al que hab¨ªan salido como favoritos? Ah¨ª entra en juego la fortuna y un par de errores (o mala suerte). "Fue un mal d¨ªa entre todos por encajar goles que en partidos normales no hubi¨¦semos encajado", dijo Sergi. "Dimos una gran imagen. Tuvimos much¨ªsimas ocasiones", opin¨® Ra¨²l. "Por dos fallos se nos complic¨® el partido". No hay, entonces, por qu¨¦ tocar el esp¨ªritu de Puente Viesgo, aquel que naci¨® en la concentraci¨®n c¨¢ntabra y que se resumi¨® en la v¨ªspera nigeriana con aquello de "Espa?a est¨¢ genial". "Ha sido un varapalo y punto. Seguimos pensando en hacer algo grande", proclam¨® Kiko, el iluminado. "Por cinco o seis minutos de descontrol no se puede echar por tierra todo un trabajo de cuatro a?os. Estamos s¨²perconcentrados y s¨²peroptimistas de hacer algo importante".

O, como dijo Sergi: "Hay que seguir con la mentalidad ganadora, con la ilusi¨®n que hemos llevado desde Puente Viesgo, y que eso no falle ahora, porque la ¨²nica oportunidad que tenemos de clasificarnos es ganar los dos partidos siguientes". Sin embargo, tanta palabra parece esconder algo que no cuadra. Llegaron al campo de entrenamiento cabizbajos, casi con cara de funeral. Se estiraron un poco y empezaron a hacer bromas. Salieron por la puerta de vestuarios donde una turba de periodistas les esperaba con ganas de o¨ªr lamentos, llantos y promesas de un futuro espl¨¦ndido. Y se pusieron enf¨¢ticos. A veces con un aire de dignidad ofendida cuando alguien se permit¨ªa preguntarles si el partido de Nigeria no les hab¨ªa hecho poner los pies en el suelo.

Como Hierro. "Por supuesto que seguimos pensando exactamente lo mismo que antes de empezar el Mundial", anunci¨® el madridista. "Estamos muy tranquilos, sabiendo que seguimos manteniendo intactas las ilusiones". No deja de ser un reconocimiento de que no todo es controlable. O sea, que las promesas de victoria segura ante Paraguay pueden quedarse en el camino de los imponderables. O tambi¨¦n, al rev¨¦s: decir lo de ganar el Mundial no era un sinsentido en plan fanfarr¨®n. De hecho, se ha torcido el asunto el primer d¨ªa y no por ello se ha perdido la esperanza. La fe ciega en uno mismo tiene sus peligros. El principal, no reconocer que no todo es perfecto, o que s¨®lo con la voluntad no se puede conseguir todo. Por ah¨ª lanzaron sus reflexiones Amor, el deseado, y Sergi, el consciente. "Tambi¨¦n pudimos ganar el partido, pero lo que m¨¢s duele no es la derrota sino la forma en que se produjo", coment¨® el centrocampista, que sali¨® en el segundo tiempo. "Al margen de c¨®mo pod¨ªa ser el partido, si bueno o malo, lo ten¨ªamos ganado y se nos escap¨®".

El lateral, por su parte, alert¨® contra el optimismo ciego. "Yo ya dije que lo principal es ir d¨ªa a d¨ªa y que no se puede decir que se va a ser campeones sin jugar ning¨²n partido. Hay que sufrir para ser campeones y de momento hemos sufrido el primer batacazo, pero lo m¨¢s importante es que se pueden sacar conclusiones positivas, y pronto, no en un partido decisivo, como cuando quedamos eliminados en cuartos despu¨¦s de realizar un partido bueno, que ha sido nuestra marca".

En esa balsa de consenso, matizado por algunos, s¨®lo se oy¨® una voz claramente disonante. Fue la de Pizzi, uno de los ocho que vio todo el partido desde el banquillo, pese a que pudo pensar que su presencia poderosa en el ¨¢rea pod¨ªa ser m¨¢s da?ina para Nigeria que la variante dispuesta en los ¨²ltimos minutos por Clemente (Etxeberria en la banda y Luis Enrique de ariete). "El rival fue mejor e hicieron mejor las cosas", reconoci¨®.