La industria cultural se debate entre el mercado y la actividad institucional
C¨®mo encontrar el equilibrio entre la rentabilidad comercial y la social es una de las cuestiones que planearon ayer en la apertura del X Congreso de Econom¨ªa de la Cultura. A este respecto, las ideas del estadounidense Martin Shubik, profesor de la Yale School of Management, abogaron por una visi¨®n poco ortodoxa del asunto. "No hay una f¨®rmula que sirva para todos los casos", dijo, aunque insisti¨® en que dejar la cultura siempre en manos de los pol¨ªticos no es aconsejable.
En el acto de presentaci¨®n del X Congreso Internacional de Econom¨ªa de la Cultura, las intervenciones destacaron el gran problema que tiene planteada la industria cultural, sobretodo en Europa. La pregunta b¨¢sica es si la cultura s¨®lo debe regirse por las leyes de mercado o debe intervenir el Estado. El vicerrector de Econom¨ªa y Finanzas de la Universidad de Barcelona, Enric Canela, subray¨® que hay que comenzar a pensar en la cultura no s¨®lo como un valor personal, sino tambi¨¦n econ¨®mico. "En la mayor¨ªa de los pa¨ªses europeos, entre ellos Espa?a, la econom¨ªa de la cultura tiene un valor a?adido superior al de la industria qu¨ªmica", explic¨®. En este sentido reclam¨® de los Estados m¨¢s apoyo a la investigaci¨®n en este campo. Seg¨²n el presidente de la Asociaci¨®n Internacional de Econom¨ªa de la Cultura, David Throsby, junto al capital humano y natural, la sociedad moderna aporta el capital cultural, que es capaz de generar riqueza. "Un cuadro de Vel¨¢zquez genera un flujo de servicios como la edici¨®n de cat¨¢logos, el trabajo de restauradores, vigilantes...". En opini¨®n de Throsby, es inapelable que "la cultura contribuye a la econom¨ªa". Tanto el consejero de Cultura de la Generalitat, Joan Maria Pujals, como el concejal del Ayuntamiento de Barcelona Joaquim de Nadal afirmaron que las instituciones tienen la obligaci¨®n de alcanzar los terrenos a los que la oferta privada no llega. El responsable de Cultura de la Diputaci¨®n de Barcelona, Joan Francesc Marco, manifest¨®: "Hay que situar la cultura en el mercado, pero no tratarla como una mercanc¨ªa". El profesor estadounidense Martin Shubik aludi¨® al sistema estadounidense de beneficos fiscales para los que hacen donaciones de car¨¢cter cultural. "Esto permite una libertad de acci¨®n que se aleja del control estatal". Seg¨²n Shubik, aunque cada caso es distinto, "cuanta menos intervenci¨®n de la pol¨ªtica en la cultura, mejor". A juicio de Llu¨ªs Bonet, presidente del comit¨¦ de organizaci¨®n del congreso, este encuentro de especialistas tienes dos centros b¨¢sico de inter¨¦s. En primer lugar, se trata de realizar una investigaci¨®n de la econom¨ªa cultural en el mundo, y por otro lado, de impulsar esta disciplina en Espa?a. El congreso se estructura en sesiones plenarias y en las llamadas comunicaciones, que son 55 sesiones de trabajo agrupadas por afinidades tem¨¢ticas y planteadas como debates abiertos. Entre los ponentes espa?oles de estas sesiones se encuentra el propio Bonet, que esta ma?ana hablar¨¢ sobre la m¨²sica pop internacional y su penetraci¨®n en los mercados discogr¨¢ficos locales. Arturo Rodr¨ªguez Morat¨® plantear¨¢ el tema de la situaci¨®n profesional de los escritores y traductores, y sus problemas con los editores. En la sesi¨®n plenaria de hoy, que se celebrar¨¢ en el Centro de Cultura Contempor¨¢nea de Barcelona, se hablar¨¢ de c¨®mo afectan las subvenciones institucionales a la creaci¨®n cultural.
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