?El hombre mediterr¨¢neo tiene miedo de la mujer?, afirma Ben Jelloum
La ¨²ltima novela del escritor marroqu¨ª Tahar Ben Jelloun, La noche del pecado (Alfaguara) , est¨¢ llena de pasajes de fuerte erotismo y violencia sexual. No es algo gratuito. En el libro, el autor proporciona a la mujer la posibilidad de vengarse de su discriminaci¨®n frente al hombre, con el sexo como arma fundamental para conseguirlo. Convencido de que ?el hombre mediterr¨¢neo tiene miedo de la mujer, por eso le corta la libertad?, el autor propone a ¨¦sta ?dar un golpe sobre la mesa e imponerse?. En su opini¨®n, ?el hombre necesita una dosis de violencia para entender las cosas?.La noche del pecado completa una trilog¨ªa en la que el autor ha explorado las desigualdades entre sexos y en cuyos libros ( El ni?o de la arena y La noche sagrada ) la mujer se va rebelando progresivamente. La novela est¨¢ escrita en forma de cuentos que funcionan como peque?os cajones: cada uno abre el siguiente y el libro se va poblando poco a poco de seres metaf¨®ricos, todos con sus sue?os a cuestas. Ben Jelloun, para quien ?el realismo en la literatura no es posible porque la realidad es inasequible?, hace gala de su desbordante imaginaci¨®n en una novela en la que ha invertido cinco a?os ?porque es una historia tan complicada como la vida?. S¨®lo son aut¨¦nticos los escenarios descritos: Fez -?una leyenda viva encerrada en el tiempo?-, Chechaouen -?marcada por la tradici¨®n?- y T¨¢nger -?una puerta abierta a ?frica y Europa?-.
Todos los relatos que conviven en el libro est¨¢n transitados por Zina, ?una mujer que no existe en la realidad sino que es una gran met¨¢fora?, seg¨²n el escritor. Fue concebida en una noche prohibida para procrear y la maldici¨®n se ceb¨® en ella desde su nacimiento. Consciente desde peque?a de su desgracia, decide volcar su inmensa capacidad para hacer el mal en cuantos varones se cruzan en su vida. Los seduce con su impresionante belleza, inalterable pese al paso del tiempo, y luego los sume en la desesperaci¨®n de no poder poseerla y les contagia su disposici¨®n para la desgracia. ?Ella no ama a nadie y ha descubierto que el camino para destruir al hombre es la sexualidad perversa. Por eso hay p¨¢ginas de erotismo arduo, Zina lo utiliza para humillar al hombre y vengarse de ¨¦l?, indica el escritor. La condici¨®n casi sat¨¢nica de la protagonista es el reflejo de un tema que preocupa tanto a Ben Jelloun como la discriminaci¨®n de la mujer. ?La maldad de alguna gente se puede explicar por razones sociales. Pero en muchos casos la maldad es gratuita, hay personas que son instrumentos del mal y eso es algo que no entiendo, ni siquiera el psicoan¨¢lisis puede explicarlo. La vida de hoy est¨¢ marcada por los estragos del mal, por ejemplo como cuando el ej¨¦rcito entra en un pueblo y entierra vivos a musulmanes. El mal hecho a conciencia nos vac¨ªa de nuestra humanidad?.
Babelia
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