30.000 alumnos han suspendido el COU y se quedan fuera de la selectividad
El pr¨®ximo lunes comienzan las pruebas de selectividad para 35.612 estudiantes madrile?os. Aunque los nervios les amenacen en esta ¨²ltima semana de estudio pueden considerarse unos privilegiados. Por el camino se han quedado casi 30.000 chavales que no han logrado superar su curso preuniversitario. El porcentaje de aprobados en COU ha descendido este a?o hasta el 56% (el a?o pasado estaba en el 57,2%, y el anterior, en el 57,5%), mientras que quienes acceden a las pruebas de acceso a trav¨¦s del segundo de bachillerato (con el nuevo modelo de la Ley de Ordenaci¨®n General de Sistema Educativo) presentan un expediente a¨²n menos brillante: el ¨ªndice de aprobados apenas alcanza en este grupo el 45% del total, m¨¢s de diez puntos por debajo de la media. Todos los suspensos se ven abocados a repetir su ¨²ltimo curso de ense?anza universitaria y a esperar un a?o si quieren pisar la Universidad.En realidad, ¨¦sta es la gran criba que el sistema educativo impone para el acceso a la Universidad. La experiencia de a?os pasados indica que el n¨²mero de aprobados en selectividad oscila entre el 80% y el 85%. La verdadera selecci¨®n se produce en las aulas de los institutos. Son muchos los estudiantes que van superando el BUP a trompicones, hasta que en COU se les cierran definitivamente las puertas.
Los integrantes de la comisi¨®n interuniversitaria para las pruebas de selectividad asumen este fen¨®meno como consustancial al propio sistema educativo. "Es muy dif¨ªcil sacar conclusiones. Lo cierto es que el porcentaje de aprobados en COU oscila, a?o tras a?o, en torno al 55%", insisti¨® la vicerrectora de Alumnos de la Universidad Complutense, Mar¨ªa Teresa Fern¨¢ndez-Pacheco.
PASA A LA P?GINA 3
La selectividad tendr¨¢ preguntas m¨¢s concretas para "evitar correcciones subjetivas"
VIENE DE LA P?GINA 1El caso del alto ¨ªndice de suspensos entre los alumnos que estudian con el nuevo modelo de la LOGSE se empieza a mirar con preocupaci¨®n. Por un doble motivo: uno, los que no aprueban en segundo de bachillerato son bastantes m¨¢s que en COU, y dos, los suspensos en selectividad de LOGSE son tambi¨¦n m¨¢s numerosos que los del modelo antiguo, seg¨²n la experiencia del a?o anterior.
Representantes de las seis universidades madrile?as presentaron ayer la prueba de selectividad de este a?o y se pronunciaron sobre estos ¨ªndices de fracaso escolar. El que m¨¢s cr¨ªtico se mostr¨® con el nuevo sistema educativo fue el secretario general de la Polit¨¦cnica, Miguel Oliver. "El porcentaje de aprobados es superior en COU, y entre ¨¦stos son m¨¢s los que luego aprueban la selectividad. Lo cierto es que la discrepancia [entre ambos sistemas] se produce dos veces", recalc¨®.
No se equivocaba. En la ¨²ltima edici¨®n de la selectividad, la del curso 1996-1997, obtuvo la calificaci¨®n de apto el 83,1% de los presentados desde COU. Ese porcentaje descendi¨®, en cambio, hasta el 76,07% entre los alumnos que llegaron al examen con el nuevo plan de estudios. Ya entonces, los responsables de la prueba de acceso advirtieron de que el modelo LOGSE a¨²n no estaba suficientemente rodado.
Juan Romo, delegado del rector en la Carlos III, opt¨® por una postura m¨¢s cautelosa que la de su compa?ero de la Polit¨¦cnica. "Los alumnos que llegan a la selectividad por el camino de la LOGSE apenas suman el 10% del total. ?sa es una muestra que a¨²n no se puede considerar representativa", razon¨®. De los 35.612 matriculados para el examen de selectividad, 32.415 provienen del modelo antiguo y 3.197 corresponden a la reforma.
Una vez finalizadas las pruebas, a los correctores les espera una ardua tarea. Las universidades les conceden cinco d¨ªas de plazo para poner nota a los ex¨¢menes que les correspondan en suerte, y que no podr¨¢n superar los 200. De esta forma, los que se examinan podr¨¢n conocer su calificaci¨®n el pr¨®ximo 2 de julio. La figura del corrector encierra, precisamente, la novedad m¨¢s llamativa de esta edici¨®n de selectividad. Los encargados de las seis universidades madrile?as han dado instrucciones estrictas a los examinadores para que huyan de los enunciados demasiado amplios o difusos. Con ello se persigue evitar "las correcciones subjetivas" y conseguir que los ejercicios puedan evaluarse con el m¨¢ximo de objetividad y precisi¨®n. Las diferencias entre la forma de puntuar de unos y otros son "apreciables", seg¨²n reconocen en las universidades: los hay m¨¢s ben¨¦volos y m¨¢s severos, y ello, en la nota final, se puede traducir en bastantes d¨¦cimas de diferencia. En esta ocasi¨®n, el reto es que las preguntas resulten m¨¢s concretas que nunca. "Se trata de que no haya ninguna pregunta sobre el siglo XIX en Espa?a, sino sobre el reinado de Isabel II", se?al¨®, a t¨ªtulo meramente orientativo, uno de los encargados de la selectividad. En este mismo sentido se encuadra la otra novedad importante de esta selectividad, la regla del 0,25. Se trata de reducir la utilizaci¨®n de decimales con el siguiente criterio: en un ejercicio que valga un punto, las ¨²nicas calificaciones posibles ser¨¢n 1, 0,75, 0,5, 0,25 o 0. De esta forma se pretende, de nuevo, homogeneizar las puntuaciones con independencia de qui¨¦n sea el profesor que corrige. Se trata de una experiencia in¨¦dita, pero, de salir bien, puede radicalizarse para el a?o que viene. Un sector de las universidades de la regi¨®n aboga por que las notas se pongan de medio en medio punto. La tercera novedad es menos relevante, pero m¨¢s llamativa a simple vista. Los alumnos que llegan a la selectividad desde 2? de bachillerato identificar¨¢n sus ex¨¢menes mediante etiquetas adhesivas con un c¨®digo de barras, casi como si del impuesto de la renta se tratara. Con ello se garantiza a¨²n m¨¢s el anonimato de cada ejercicio, pero sobre todo se facilita notablemente la posterior identificaci¨®n de su autor, a trav¨¦s de un lector ¨®ptico. Lo del c¨®digo de barras ya lo ensay¨® el a?o pasado, con ¨¦xito, la Universidad Aut¨®noma. El objetivo es que este sistema se extienda a todos los alumnos de selectividad en cuanto se verifique su correcto funcionamiento. Mientras tanto, los estudiantes provenientes de COU (el 90% del total de los que se examinar¨¢n en los pr¨®ximos d¨ªas) seguir¨¢n identific¨¢ndose de una forma manual y m¨¢s rudimentaria, mediante un c¨®digo num¨¦rico.
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