La ortograf¨ªa sigue igual

Uno de los asuntos m¨¢s controvertidos en la selectividad, el criterio para penalizar las faltas de ortograf¨ªa, sigue igual que el a?o pasado. Las dos primeras faltas se consideran un desliz y no se tienen en cuenta, tres faltas restan un punto, cuatro restan dos puntos y cinco o m¨¢s se castigan con un m¨¢ximo de cuatro puntos. La Real Academia Espa?ola protest¨® por esta f¨®rmula, mucho m¨¢s ben¨¦vola que la anterior (a la cuarta falta, suspenso seguro), pero las universidades la encuentran satisfactoria. "Una o dos faltas son errores aislados", razon¨® la vicerrectora Fern¨¢ndez-Pacheco.Las pruebas a las que se enfrentar¨¢n los aspirantes a la universidad ya est¨¢n materialmente elaboradas. Los equipos de las seis universidades han preparado diez juegos de ex¨¢menes, de los que en las pr¨®ximas horas saldr¨¢n, por sorteo, los que caer¨¢n en las convocatorias de junio y septiembre. Todos los ejercicios se han supervisado en media docena de ocasiones, pese a lo cual nadie est¨¢ libre de deslices. En la comisi¨®n interuniversitaria a¨²n se recuerda con horror aquel examen en el que se pregunt¨® por la palabra "pucelano", que, pese a sus reminiscencias futbol¨ªsticas (relativo a Pucela, en el sentido de vallisoletano), no aparece en el diccionario. O aquella pregunta gloriosa de griego: "Analice los siguientes t¨¦rminos", tras la cual aparec¨ªa un generoso espacio en blanco blanqu¨ªsimo. Lo curioso es que ya se trabaja en la selectividad de 1999. "En eso nos parecemos a las Fallas de Valencia", bromeaba ayer un acad¨¦mico.