Discrepancias en el PS franc¨¦s retrasan la nueva ley audiovisual

, En materia de regulaci¨®n del paisaje audiovisual, el Gobierno socialista franc¨¦s topa con su mayor¨ªa parlamentaria. Esa es la conclusi¨®n a la que puede llegarse ante el nuevo retraso de la presentaci¨®n de la ley que debiera poner orden en un panorama revolucionado por la aparici¨®n de las televisiones privadas, primero, y por la multiplicaci¨®n de canales gracias a la digitalizaci¨®n. La ministra de Cultura y Comunicaci¨®n, Catherine Trautmann, intenta camuflar las discrepancias afirmando que el Gobierno quiere privilegiar la reforma del sector p¨²blico, en vez de admitir que hay que aplazar cualquier decisi¨®n sobre el sector privado porque no existe acuerdo.La reforma, que est¨¢ previsto que comience a debatirse en la Asamblea Nacional en oto?o, pasa por suprimir la tasa que se paga por poseer un televisor, de la que est¨¢n exentos quienes ganan el salario m¨ªnimo o menos, los mayores de 65 a?os que viven solos y los jubilados con pensiones muy bajas. La tasa, que requiere un servicio fiscal costoso, quedar¨ªa integrada en el IRPF, es decir, la pagar¨ªa todo el mundo, tenga o no televisor.

Hay unanimidad en los temas pol¨ªticos, como el de prolongar el mandato de los presidentes de la televisi¨®n p¨²blica. El actual, Xavier Guoyou-Beauchamps, fue nombrado por la derecha y la llegada de la izquierda el poder no ha supuesto su revocaci¨®n. Los socialistas quieren reforzar la autonom¨ªa del cargo, haci¨¦ndolo m¨¢s profesional y menos pol¨ªtico.

La ministra Trauttman no ha conseguido en cambio convencer a sus parlamentarios de la conveniencia de renunciar a la lucha contra la concentraci¨®n. Los grupos como Bouygues, Vivendi o Suez, que controlan los grandes contratos de obras p¨²blicas, son tambi¨¦n importantes accionistas de cadenas privadas. El caso m¨¢s flagrante es el de TF1, controlada por Bouygues. Los diputados reclaman que el capital de esos canales est¨¦ m¨¢s repartido y que la consideraci¨®n de posici¨®n dominante no dependa del Consejo Superior del Audiovisual, sino del Tribunal de la Libre Concurrencia.