Mejor ir de pobre
... ?sta es la regla: si se nos valora mucho se nos exigir¨¢ m¨¢s. Mejor andar de pobre por la vida. Por eso todos anduvieron escap¨¢ndose del protagonismo desde antes del comienzo del Mundial. En Italia est¨¢n los grandes gur¨²s del f¨²tbol contenido y Cesare Maldini, que sabe muy bien que volar bajo da ventajas, empez¨® el Mundial quej¨¢ndose porque "alrededor de la selecci¨®n hay demasiado entusiasmo". El entusiasmo no parece mal lugar de partida para una gran empresa, pero a los pragm¨¢ticos les asusta toda invitaci¨®n al optimismo porque saben que del otro lado de la ilusi¨®n acecha la desilusi¨®n y que la medida de una es directamente proporcional a la amenaza de la otra. Tambi¨¦n Clemente sali¨® corriendo cuando le nombraron la posibilidad de pelear el campeonato: "Ser d¨¦cimo no ser¨ªa un fracaso", dijo. Usar la palabra fracaso antes de fracasar es abrir el paraguas antes de la lluvia. Prevenido Clemente. Cuando Colombia perdi¨® 3 a 1 frente a Alemania en su pen¨²ltimo amistoso antes del Mundial, Bolillo G¨®mez, su entrenador, declar¨®: "Era lo mejor que nos pod¨ªa pasar". No olvidaba que la selecci¨®n de Colombia toc¨® techo hace cinco a?os al ganarle 5 a 0 a Argentina en Buenos Aires. El mismo Bolillo, entonces ayudante de Maturana, le dijo a su jefe despu¨¦s del partido: "La cagamos, Pacho, ahora s¨®lo podemos ser campeones del mundo". Fue cierto. Despu¨¦s de Estados Unidos, Colombia pag¨® con sangre ser favorito. ?Y so?ar? De eso ni hablar porque en el reino del pragmatismo la esperanza es un valor intangible, luego, no es un valor. Al parecer es m¨¢s tangible el miedo.... Rrrrrrrrrrrrrrr: lleg¨® el rodillo alem¨¢n. Los vi como espectador y confirm¨¦ las sospechas de aburrimiento. Los vi como entrenador y admir¨¦ la solidaria disciplina en la repartici¨®n del esfuerzo para garantizar la organizaci¨®n. Los vi como delantero y me alegr¨¦ de estar retirado. Los vi como profeta y aunque su f¨²tbol me parece demasiado plano en los metros finales, no tuve dudas de que llegar¨¢n lejos. Son mon¨®tonos hasta para el pron¨®stico: siempre lejos.
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