Los l¨ªderes secesionistas rechazan el di¨¢logo si Milosevic no retira sus fuerzas de Kosovo

Las grandes potencias expresaron ayer dudas sobre la sinceridad de la promesa del presidente yugoslavo, Slobodan Milosevic, de atenuar la represi¨®n en Kosovo y reanudar las paralizadas negociaciones sobre la autonom¨ªa de la provincia. Entretanto, ayer se registraron nuevos combates, en los que murieron una decena de guerrilleros independentistas y dos miembros de las fuerzasde seguridad serbias. Los l¨ªderes de la mayor¨ªa albanesa de Kosovo acusaron a Milosevic de querer ganar tiempo y rechazaron la oferta negociadora que formul¨® el martes en Mosc¨² ante el presidente Bosr¨ªs Yeltsin.

Los pa¨ªses miembros de la OTAN saludaron ayer en Bruselas el resultado del encuentro de Mosc¨² y afirmaron que Milosevic ?comienza a doblegarse? a la presi¨®n internacional. Sin embargo, la Alianza Atl¨¢ntica subray¨® que Milosevic no hab¨ªa respondido a la exigencia primordial de retirar sus tropas de Kosovo e indic¨® que mantendr¨¢ los planes de una eventual intervenci¨®n armada mientras Belgrado no cambie de actitud. El mediador norteamericano en el conflicto, Robert Gelbard, declar¨® en Washington que los ?planes siguen adelante? y anunci¨® una pr¨®xima reuni¨®n de las grandes potencias.El l¨ªder independentista kosovar, Ibrahim Rugova, tiene previsto entrevistarse este fin de semana con el secretario general de la OTAN, Javier Solana. Un portavoz de su grupo anticip¨® ayer el rechazo a reanudar las negociaciones con los serbios. ?Antes de que haga f¨¢ciles promesas de apoyar el di¨¢logo con los albaneses, (Milosevic) tiene que retirar sus unidades especiales de Kosovo y poner fin a la limpieza ¨¦tnica?, declar¨® el portavoz de Rugova haciendo hincapi¨¦ en que el repliegue de tropas es la principal exigencia hecha por los seis pa¨ªses del Grupo de Contacto (EE UU, Rusia, Alemania, Francia, Reino Unido e Italia). ?Sin satisfacer tal exigencia no es serio hablar de negociaciones. S¨®lo la intervenci¨®n de la OTAN puede crear las condiciones para entablar serias negociaciones?, agreg¨®.

Mientras, los combatientes independentistas del Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n de Kosovo (ELK) aseguraron que las fuerzas serbias hab¨ªan reanudado los ataques la pasada madrugada contra sus posiciones y que al menos un guerrillero hab¨ªa resultado muerto. En su basti¨®n de Malisevo, a unos 50 kil¨®metros al suroeste de Pristina, la capital de Kosovo, los soldados del ELK han comenzado a construir m¨¢s defensas. En la principal ruta estrat¨¦gica al sur de Pristina eran visibles ayer agentes de la polic¨ªa y unidades militares serbias en estado de alerta. Un carro de combate yugoslavo acompa?ado por media docena de blindados patrullaba por la autopista.

Desde el pasado fin de semana se han producido constantes enfrentamientos entre las fuerzas serbias y las milicias del ELK. Una decena de guerrilleros de este grupo armado fueron abatidos por las fuerzas serbias, en cuyas filas perdieron la vida un polic¨ªa y un soldado. La cifra de v¨ªctimas mortales desde que estall¨® la violencia en Kosovo asciende ya a m¨¢s de 300. Unas 65.000 personas, adem¨¢s, se han visto forzadas a huir de los combates. En Albania, la polic¨ªa acus¨® ayer a los guardias de frontera yugoslavos de haber causado la muerte de un ciudadano alban¨¦s en Ujeze, a unos 30 metros dentro de territorio de Albania y cerca de un sendero utilizado por los civiles que escapan del conflicto en Kosovo.

Por otro lado, Montenegro, que junto con Serbia integra la Rep¨²blica Federal de Yugoslavia, ha condenado la pol¨ªtica de Milosevic en Kosovo y pidi¨® ayer el retorno inmediato de todos sus soldados que sirven en la conflictiva provincia. El Parlamento montenegrino aprob¨® una resoluci¨®n que insta al presidente yugoslavo a cumplir las exigencias formuladas por el Grupo de Contacto la semana pasada. La iniciativa fue aprobada con el respaldo de los 41 diputados presentes. Los 29 parlamentarios del Partido Nacional Socialista (favorable a Milosevic) boicotearon la sesi¨®n. Las elecciones del pasado 31 de mayo en Montenegro dieron la victoria a la coalici¨®n reformista prooccidental de Milo Djukanovic, enemigo declarado de Milosevic.