La Sala Montcada y Metr¨°nom cierran la temporada con dos instalaciones de v¨ªdeo

Dos instalaciones de diferente signo, pero que tienen en com¨²n la utilizaci¨®n del video, cierran la temporada art¨ªstica de dos de los espacios de creaci¨®n contempor¨¢nea de Barcelona. La Sala Montcada, de la Fundaci¨®n La Caixa, muestra Turbulent, una instalaci¨®n de la artista iran¨ª afincada en Estados Unidos, Shirin Neshat. Este trabajo explica de manera po¨¦tica y directa el silencio al que se ven sometidas las mujeres, sobre todo en el mundo isl¨¢mico. En Metr¨°nom, el croata Dalibor Martinis exhibe un conjunto de piezas bajo el t¨ªtulo de Observatorium.

Turbulent, de Shirin Neshat, fue presentado en el pasado Arco e impact¨® a los visitantes. Ahora, una de las tres copias que existen en el mundo es propiedad de la Colecci¨®n de Arte Contempor¨¢neo de la Fundaci¨®n La Caixa. El montaje es simple pero rotundo. Frente a frente, la proyecci¨®n de dos im¨¢genes en movimiento. En un lado se exhibe un v¨ªdeo en el que aparece un artista masculino que interpreta una canci¨®n. A su alrededor, se encuentra un nutrido p¨²blico compuesto exclusivamente por hombres. Mientras se contempla esta escena, en la otra pantalla se puede ver una mujer de espaldas. Cuando el hombre recibe los aplausos tras su actuaci¨®n ella se gira, y ante la mirada de estupor del individuo, interpreta una canci¨®n. El escenario es el mismo que el del hombre, pero las sillas est¨¢n vac¨ªas. Para Juan Antonio ?lvarez Reyes, comisario del ciclo El yo diverso que concluye con esta exposici¨®n, "lo que intenta Neshat es antes que todo mostrar el silencio en general al que se ven sometidas las mujeres del mundo". Shirin Neshat tuvo que irse de su pa¨ªs cuando se produjo la revoluci¨®n isl¨¢mica. Aunque Estados Unidos le dio refugio no reniega de sus or¨ªgenes y en su montaje utiliza aspectos positivos de su cultura, como la m¨²sica y los poemas, para atacar las cuestiones m¨¢s reprobables, como es el silencio al que se ven sometidas las mujeres. Habitualmente, Neshat, que empez¨® trabajando con la fotograf¨ªa, utiliza poemas en sus obras. Siempre son versos de mujeres. En la sala Metr¨°nom, el croata Dalibor Martinis ha construido un conjunto de instalaciones con un cierto aspecto l¨²dico ya que el espectador puede circular entre ellas con una invitacion a la interactividad. "El nombre de Observatorium es debido a que para mi el p¨²blico no son visitantes sino observadores. Mi montaje es una laboratorio donde se experimenta y, para ello, es necesaria la participaci¨®n del p¨²blico", coment¨® ayer Martinis. En una de las piezas puede observarse al artista leyendo. Si el visitante aprieta un bot¨®n aparece una imagen en el que el artista sufre una descarga el¨¦ctrica tras la cual vuelve a continuar la lectura. En otra de las obras, el espectador puede tomar asiento en un c¨®modo sill¨®n frente a una pantalla y convertirse en el dios del trueno. Al oprimir un bot¨®n se puede observar un rel¨¢mpago y el sonido del trueno en la escena que se est¨¢ visionando. Otra de las obras, sin imagen, presenta varios altavoces recubiertos de l¨ªquido. La vibraci¨®n de las ondas sonoras produce el movimiento del agua.