Yeltsin solicita a los l¨ªderes de los pa¨ªses del G-7 ayuda econ¨®mica para salvar al rublo

El presidente ruso Bor¨ªs Yeltsin admiti¨® ayer que "Rusia necesita cierto apoyo e inversi¨®n" exterior, aunque "debe contar ante todo con su propio esfuerzo". Seg¨²n ¨¦l, ha tratado en los ¨²ltimos d¨ªas de la complicada situaci¨®n econ¨®mica de su pa¨ªs con Bill Clinton, Jacques Chirac, Tony Blair, Helmut Kohl y Romano Prodi. Pero no con el primer ministro japon¨¦s, su amigo Ryutaro Hashimoto, porque "ya tiene que enfrentarse a una dif¨ªcil situaci¨®n". Todos ellos son l¨ªderes de los pa¨ªses que componen el Grupo de los Siete (G-7) pa¨ªses m¨¢s ricos del mundo.Anatoli Chub¨¢is, nombrado el mi¨¦rcoles representante especial del presidente Bor¨ªs Yeltsin para las negociaciones con los organismos financieros internacionales, con rango de viceprimer ministro, reconoci¨® ayer que Rusia necesita una inyecci¨®n financiera del FMI de entre 10.000 y 15.000 millones de d¨®lares (de 1,5 a 2,25 billones de pesetas) para superar la crisis econ¨®mica. Pero no a cualquier precio. "Es bien sabido", se?al¨®, "que los cr¨¦ditos del Fondo Monetario Internacional son los m¨¢s baratos del mundo, pero puede haber condiciones que no aceptar¨ªamos de nadie, y tampoco del FMI".

Plan de ajuste

El FMI ha salido en numerosas ocasiones al rescate de Rusia. Ayer mismo, estaba previsto que desbloquease un tramo de 670 millones de d¨®lares (unos 100.000 millones de pesetas) de un cr¨¦dito a largo plazo, ya concedido y en su mayor parte entregado, de 9.200 millones de d¨®lares (1,3 billones de pesetas). Sin embargo, la decisi¨®n se pospuso a ¨²ltima hora para dar m¨¢s tiempo a Rusia a que cumpla sus condiciones. Entre esta noticia y las cautelas de Chub¨¢is, la Bolsa de Mosc¨², que hab¨ªa recibido el nombramiento de ¨¦ste con optimismo, cerr¨® ayer nuevamente a la baja.Antes de soltar cada d¨®lar, el FMI efect¨²a an¨¢lisis exhaustivos del cumplimiento de sus exigencias, que suelen incluir el rigor presupuestario, la reducci¨®n del d¨¦ficit, el aumento de la eficacia fiscal y la contenci¨®n del gasto.

Chub¨¢is, ex vicejefe de Gobierno que, junto al ex primer ministro Yegor G¨¢idar, ha marcado el rumbo de la pol¨ªtica econ¨®mica de la nueva Rusia, es considerado en el exterior como la principal garant¨ªa de las reformas. Con frecuencia, ha sido se?alado, y no s¨®lo por la oposici¨®n, como demasiado dispuesto a seguir las recetas dictadas por el FMI, el Banco Mundial y EEUU. Tal vez por ello, ha querido marcar distancias ante la decisiva negociaci¨®n que, la pr¨®xima semana, tiene previsto iniciar en Mosc¨² el vicedirector ejecutivo del FMI, Stanley Fischer.

En la agenda estar¨¢ como tema estrella la negociaci¨®n de ese pr¨¦stamo extraordinario de entre 1,5 y 2,25 billones que los mercados financieros esperan con ansiedad para recuperar la confianza. Desde enero, la Bolsa de Mosc¨² ha perdido m¨¢s de la mitad de su valor, sobre todo en el ¨²ltimo mes, cuando el rublo se ha visto sometido a furibundos ataques destinados a provocar una devaluaci¨®n y el tipo de inter¨¦s de referencia ha sufrido oscilaciones de v¨¦rtigo, hasta llegar al 150%, aunque luego baj¨® al 60%.

"Podemos llegar o no a una decisi¨®n", se?al¨® Chub¨¢is, cuyo nombramiento ha supuesto su regreso a la arena pol¨ªtica tras ser destituido por Yeltsin en marzo. "La situaci¨®n en el pa¨ªs no es f¨¢cil", a?adi¨®, "por lo que se discute intensamente sobre la posibilidad de obtener recursos financieros adicionales. Por lo tanto, hay que determinar y entender claramente qu¨¦ condiciones ser¨ªan aceptables".