Cr¨ªticas a la selecci¨®n alemana
Contra pron¨®stico, a los alemanes tampoco les gusta como juega su selecci¨®n. Llevan tanto tiempo haciendo lo mismo que comienza a producirse un efecto de hast¨ªo. El seleccionador Vogts actu¨® con habilidad.Antes de recibir las cr¨ªticas por la deficiente actuaci¨®n de su equipo frente a Yugoslavia, se hizo el ofendido. "Algunos jugadores no se han enterado de que estamos en el Mundial", se?al¨®. Su discurso incidi¨® principalmente en la responsabilidad de sus jugadores. ?Hasta qu¨¦ punto puede proseguir Alemania en esta l¨ªnea? A la luz de los resultados, puede seguir toda la vida.
Sin embargo, los indicadores son cada vez m¨¢s negativos. La victoria en la Eurocopa 96 pudo tener efectos contraproducentes en una selecci¨®n extraordinariamente envejecida. El promedio de edad de la plantilla es de 30 a?os. Si cuando surge una dificultad considerable -la necesidad de reconducir el partido con Yugoslavia- se tira de un hombre como Matth?us (37 a?os), es que hay un problema severo.
Durante muchos a?os, Alemania mezcl¨® el juego f¨ªsico con una cuota notable de calidad. Primero fueron Beckenbauer, Overath y Haller, luego Grabowski, Netzer y Wimmer, m¨¢s tarde Schuster y el primer Matth?us. Ellos daban un alt¨ªsimo contenido futbol¨ªstico a un equipo que tambi¨¦n ten¨ªa la capacidad combativa de los alemanes de hoy. Sin embargo, cada vez les resulta m¨¢s dif¨ªcil estirar la cuerda. La prueba est¨¢ en la limitad¨ªsima presencia de jugadores alemanes en la Liga italiana y espa?ola.
Hubo un tiempo en que era el principal pa¨ªs suministrador de jugadores al calcio, por encima de Brasil y Argentina. Por Italia pasaron no hace muchos a?os Sammer, Klinsmann, Matth?us, Kohler, Reuter, Brehme, Briegel y Berthold, por citar a algunos. Ahora s¨®lo juegan Ziege, que probablemente regresar¨¢ a su pa¨ªs tras su fracaso en el Milan, y Bierhoff.
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