Por qu¨¦ Mor¨¢n
Madrid no se merece el estigma de tener como alcalde a ?lvarez del Manzano. La capital de Espa?a deja demasiado que desear tanto en habitabilidad, en general, como en iniciativas culturales y urban¨ªsticas que le den la entidad que le corresponde. Tampoco se distingue el actual equipo municipal por su sensibilidad hacia los problemas sociales, ni se ha observado de su parte preocupaci¨®n seria alguna en la lucha contra el paro, problema sobre el que, como se?ala el texto de la Comisi¨®n Europea Iniciativas locales de empleo, tienen bastante que hacer y decir las instituciones locales. En fin, para las gentes no s¨®lo de izquierdas, sino simplemente progresistas, debiera representar un ejercicio de autoestima que en las elecciones municipales del a?o que viene fuera otro el alcalde de Madrid. A los socialistas toca ofrecer la alternativa m¨¢s solvente.En el ejercicio de estas responsabilidades y aplicando los compromisos congresuales, el PSOE ha convocado para el pr¨®ximo s¨¢bado elecciones primarias, en las que a los afiliados madrile?os nos toca optar entre Fernando Mor¨¢n y Joaqu¨ªn Leguina. Dilema que, lamentablemente, no se limita a dilucidar qui¨¦n de los dos est¨¢ en mejores condiciones de competir frente al candidato del Partido Popular. Si ¨¦sa fuera la ¨²nica cuesti¨®n, es probable que Leguina no se hubiera presentado.
Efectivamente, cualquiera que haya seguido el proceso de gestaci¨®n de las candidaturas sabe que Mor¨¢n la ha aceptado con la sana intenci¨®n de ser alcalde. Por el contrario, la prioridad para Leguina es intentar contrarrestar el varapalo que para la direcci¨®n del PSOE ha supuesto el triunfo de Borrell. En el municipio madrile?o, Borrell obtuvo el 72% de los votos, pese a los denodados esfuerzos de Leguina por evitarlo.
Resumiendo, mientras que la motivaci¨®n de Mor¨¢n tiene como referencia el vecindario madrile?o, para Leguina el asunto est¨¢ en claves internas del partido. Es ¨¦sta una primera gran raz¨®n para apostar por Mor¨¢n.
Que nadie interprete lo dicho como un mero juicio de valor. Desde el ¨²ltimo congreso de la Federaci¨®n Socialista Madrile?a, que aup¨® a la presidencia del partido a Cristina Alberdi, se daba por hecho que ella era la candidata para la alcald¨ªa. Fue la noche en que se conoci¨® la derrota de Almunia cuando empez¨® a fraguarse de forma acelerada su sustituci¨®n por Leguina, temiendo que, con Cristina Alberdi como estandarte del aparato partidario, las primarias madrile?as arrojar¨ªan seguramente un nuevo varapalo.
Cabe tambi¨¦n pensar que fueron aquellos resultados los que propiciaron la ins¨®lita oferta a Cristina Almeida para que encabezara la lista a las auton¨®micas, sabiendo la direcci¨®n del PSOE que hubiera aceptado un digno segundo puesto para las municipales.
De lo dicho hasta aqu¨ª se desprende que deben de ser mayor¨ªa los dirigentes del partido que dan por supuesta la repetici¨®n del triunfo de la derecha en la comunidad y municipio madrile?os. Es ¨¦sta otra raz¨®n para apoyar a Mor¨¢n, que se resigna.
Entre las ventajas de Mor¨¢n est¨¢ la de haber permanecido al margen de las batallas intestinas del partido. En esto y en otras cosas guarda evidentes paralelismos con Borrell. Este dato es, en las circunstancias actuales, uno de los haberes que los afiliados debieran tener muy en cuenta, pues para los ciudadanos es un atractivo saber que mal se concilia con la pretensi¨®n de ser el alcalde de todos arrastrar un curr¨ªculo en el que son incontables las actitudes excluyentes y de menosprecio hacia los propios compa?eros de organizaci¨®n. La ¨²ltima de Leguina es otorgar la categor¨ªa de "tribus" a los socialistas que, colectivamente, mantienen posiciones pol¨ªticas distintas de la suya.
Otra de las virtudes de Mor¨¢n es que, estando pol¨ªtica e ideol¨®gicamente a la izquierda de Leguina, no provoca el rechazo de amplios sectores de la poblaci¨®n ubicables en el centro sociol¨®gico. Probablemente porque, para esos sectores, Mor¨¢n es un hombre ponderado, culto, de buenos modales y con una larga experiencia en la gesti¨®n de asuntos de Estado, lo que le otorga respetabilidad y credibilidad. Frente a los dardos que le ha lanzado Leguina sobre su edad, es seguramente su edad y el tener a pleno rendimiento sus facultades intelectuales una de las causas por las que demuestra tener muy sedimentadas sus convicciones, y sabr¨ªa combinar la firmeza a la hora de defenderlas con el respeto a quienes no las comparten. Cualidades que le dan m¨¢s ventajas frente a ?lvarez del Manzano.
Pero, aparte de ser un buen candidato para los vecinos y vecinas de Madrid, a los socialistas madrile?os se les brinda la oportunidad de votarle para fortalecer la demanda de una m¨¢s clara identidad de izquierda en la acci¨®n pol¨ªtica del partido, as¨ª como la esperanza de cambio y superaci¨®n de los lastres que todav¨ªa se siguen arrastrando, cuestiones todas ellas que est¨¢n en las causas de fondo por las que Borrell triunf¨® en las primarias generales. Porque, como ha quedado aqu¨ª de manifiesto, es ¨¦sta una de las grandes cuestiones que est¨¢n en juego. El cerco m¨¢s o menos sutil que se intenta construir para aislar y minimizar a Borrell se cerrar¨ªa un poco m¨¢s si ganara Leguina.
Quien haya escuchado a Mor¨¢n durante estos d¨ªas de campa?a habr¨¢ comprobado que tiene bastante definidos los mimbres de lo que debe ser una pol¨ªtica municipal acorde con las exigencias de una ciudad de la categor¨ªa de Madrid. Eso es lo fundamental para un alcalde: tener pol¨ªtica municipal y saberla aplicar, sin olvidar nunca que siguen siendo los trabajadores en activo, parados o en pasivo, el grueso de sus destinatarios. Porque Mor¨¢n lo sabe es por lo que a?ade una raz¨®n m¨¢s para promoverle a la alcald¨ªa.
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