"A alguno le arranco la cabeza"

Javier Clemente acab¨® el Mundial de Francia como lo empez¨®: amenazando. Desde que se concentr¨® la selecci¨®n espa?ola en Puente Viesgo (Cantabria), el 23 de mayo, hasta unos minutos despu¨¦s de haber sido eliminada en la primera ronda, el pasado mi¨¦rcoles, el seleccionador no abandon¨® un tono pendenciero y provocador.Ni siquiera despu¨¦s de que Espa?a, que se cans¨® de repetir que ven¨ªa a Francia a por la Copa del Mundo, cayera a las primeras de cambio, descartado nada menos que por Paraguay, una selecci¨®n sin peso futbol¨ªstico y ausente de los dos ¨²ltimos Mundiales. Ni siquiera tras la eliminaci¨®n. Durante muchos d¨ªas decidi¨® comunicarse con el exterior a trav¨¦s de un ¨²nico medio de comunicaci¨®n, la Cope. Y en la Cope lanz¨® sus ¨²ltimas palabras en este Mundial. Mezcl¨® la tristeza con la soberbia. Y termin¨® ganando la soberbia.

"Estoy triste. El f¨²tbol es as¨ª. Depend¨ªamos de Nigeria. ?bamos a salir a por todas. Me equivocar¨¦ o no me equivocar¨¦. Mi obligaci¨®n era que nuestros aficionados vieran que este equipo se deja la piel. Al no ganar el primer partido la cosa se complic¨®.... Y no hay m¨¢s que rascar (...) Estoy jodido".

"No he pensado en dimitir. Estoy muy cansando. Dimitir me parece indigno, no s¨¦ si por mi personalidad o por ver las cosas como yo las veo. Dimitir es derrotarte a t¨ª mismo. Siempre he peleado, por eso no me atrevo a dimitir. Otra cosa es que ahora mismo pues est¨¦ jodido. Pero, no cabe esa lectura en mi concepto, aunque a veces uno lleve tanta carga encima no se te pasa por la cabeza. Me vendr¨ªa bien retirarme un poco. Estar peleando por la gente, por el pueblo espa?ol, para que luego te maltraten. No es que comenten, es que te maltraten, es una carga impresionante. A veces yo me crezco, pero ahora no es el momento. Ahora estoy aplanado. No tengo ganas de pelear con nadie. Si digo algo de lo que me pasa por la cabeza montar¨ªa una rebeli¨®n".

"Si no puedo ser entrenador me tengo que retirar. Si voy a Madrid y Barcelona tengo 25 medios y no dejo pasar a la morralla... pues ?qu¨¦ tengo que hacer? ?dejar el f¨²tbol? El f¨²tbol es mi vida. Entonces es que la prensa ha acabado conmigo y, ya te digo, para acabar conmigo tendr¨¢n que matarme. O me mata la prensa o conmigo no acaban. No me pliego a los mamones, cuando veo a un mamarracho se lo dir¨¦. Otra cosa es que yo tengo una junta directiva a la que me debo y otra cosa es que sea bueno para ellos. No me marcho de los sitios dando un portazo. Ese es un concepto diferente: que sea bueno para ellos, no que acaben conmigo".

"Pero ya me pueden estar dando ca?a, Gallego y Rey, Pedro Jota o el tonto de la Bernarda... no pueden conmigo. Hoy estoy fundido, pero que tengan cuidado que a alguno le arranco la cabeza. Ma?ana volver¨¦ a la pelea. Pero que tenga cuidado con lo que digan. Yo digo algo y se monta el espolio general y a m¨ª me llaman lo que sea y porque sea el seleccionador tengo que aguantar. Aguanto hasta un l¨ªmite: no voy a emplear la violencia, empleo la violencia dial¨¦ctica".

"A ver qui¨¦n de los 100 se atreve a enfrentarse... En no s¨¦ qu¨¦ siglo, a Espa?a nos invadieron los franceses y en Zaragoza estaba Agustina de Arag¨®n y le sac¨® a todos del pa¨ªs y eran cuatro y un tambor. La raz¨®n imper¨®. No puedo con 500, pero puedo con dos. Si yo trago, el que viene detr¨¢s traga y esto se convierte en un pa¨ªs de tragones, en una dictadura".

"?Qui¨¦n es el imb¨¦cil que dice que no repito alineaciones?... Que hubieran venido a Puente Viesgo y vieran c¨®mo estaban los jugadores de cargados. Adem¨¢s, no se juega igual a Nigeria, Paraguay y Bulgaria. Pero si yo digo que no estamos bien y mis jugadores lo leen... Necesito que mis jugadores me oigan decir que estamos bien".

25 de mayo. Primera conferencia de prensa del seleccionador en Puente Viesgo. Sin que nadie le preguntara y sin venir a cuento, Clemente golpea primero: "No nos llamen ustedes fracasados este verano , porque primero deber¨¢n mirarse ustedes: las radios espa?olas son las 200 y pico en el escalaf¨®n mundial; y la prensa, la 500 y pico", declar¨®. Alguien le record¨® que los futbolistas espa?oles est¨¢n entre los que m¨¢s cobran del mundo, lo que no ocurre en otras profesiones. "Los brasile?os cobran mucho m¨¢s", replic¨®.

El seleccionador sorprendi¨® a los periodistas, que no esperaban un primer golpe a la mand¨ªbula. No hab¨ªa motivos: todo eran alabanzas: a la elecci¨®n de los 22 hombres y a los m¨¦todos de trabajo. La prensa no repeli¨® el ataque sino que prefiri¨® desdramatizarlo: se distribuyeron camisetas con la inscripci¨®n "Somos unos fracasados. Puente Viesgo 1998" y se repiti¨® una chanza entre algunos periodistas, que gritaban con tono cuartelario. "?Qu¨¦ es lo que somos? ?Unos fracasados, se?or?".

11 de junio: Se acerca el estreno de Espa?a en el Mundial y todo funciona como al principio: grandes dosis de optimismo y de consenso. Sin embargo, no se sabe si por alguna necesidad biol¨®gica, Clemente reemprende la guerra. Asegura que hay periodistas espa?oles en funciones de esp¨ªa que le pasan informes de los planes de Espa?a al t¨¦cnico nigeriano, Bora Milutinovic. "Hay esp¨ªas que me han jodido la semana. He dejado de hacer cosas que ten¨ªa que hacer", dice el t¨¦cnico, que prohibe a sus jugadores que hablen como estaba previsto. Periodistas de todo el mundo se quedan desatendidos en el hotel de concentraci¨®n de Chantilly. Por fin, un sector de la prensa, que entiende que se trata de una pol¨¦mica inventada, devuelve el golpe y ataca a Clemente. En la previa del partido ante Nigeria, el entrenador recoge el guante: "Lamento que se hayan desatado por parte de cinco o seis periodistas comentarios falsos que no me gustan. Tuvimos un fallo, el ¨²nico, y nos lo arrojan como sapos y culebras. Lo devolver¨¦ con la misma moneda".

13 de junio: La tarde de la derrota ante Nigeria, Clemente cumple el formalismo de la FIFA, responde con desgana a tres preguntas sin sustancia, y se escabulle de la prensa. S¨®lo habla para el programa Supergarc¨ªa, ya de madrugada. El enfrentamiento ya es abierto. Clemente est¨¢ m¨¢s obsesionado con la prensa que con Paraguay, sobre quien no sabe casi nada: ni siquiera manda a uno de sus ayudantes para ver en directo un partido del equipo suramericano. Los jugadores apenas reciben informaci¨®n de Paraguay. "No hablo en 15 d¨ªas", dice Clemente.

20 de junio. Espa?a ha empatado ante Paraguay y Clemente asoma un rasgo de humildad. "No pudo ser", se lamenta. A la ma?ana siguiente, por contra, se planta por sorpresa ante la prensa y retoma el enfrentamiento. "Vosotros los periodistas no nos vais a quitar la ilusi¨®n que tenemos por clasificarnos. S¨®lo sois gentiles cuando no lo necesitamos, cuando ganamos, entonces nos da igual. Pero cuando os necesitamos, cuando estamos jodidos, no nos dais nada, nada".

Clemente advierte que no va a renunciar al cargo, al tiempo que se aleja incluso de aquellos periodistas que le apoyaron durante a?os. Los d¨ªas de concentraci¨®n son muy largos para Clemente, que adem¨¢s implica a los jugadores en esta batalla ficticia. Se extiende una corriente de victimismo. No existe la autocr¨ªtica: jugamos muy bien ante Nigeria, repiten los espa?oles, que no admiten la realidad: "Jugamos muy mal los dos primeros partidos y muy bien el ¨²ltimo", se sincer¨® Zubizarreta la noche en que Espa?a cay¨® eliminada.

El presidente del Gobierno, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, tambi¨¦n critica la supuesta soberbia con la que la selecci¨®n acudi¨® a Francia. Clemente p¨²blicamente le disculpa, aunque el preparador f¨ªsico, Manuel Delgado Meco, es quien recurre esta vez a la amenaza: "Que nadie se suba despu¨¦s al tranv¨ªa", suponiendo que Espa?a iba a clasificarse y que dirigentes o periodistas tendr¨ªan la tentaci¨®n de subirse al carro del ¨¦xito. Era el domingo 21 de junio y los jugadores recibieron ¨®rdenes de Clemente: silencio. Un nuevo castigo del seleccionador a los periodistas, a los que despidi¨®, desde el autob¨²s, con una sonrisa burlona de desprecio.

22 de junio. Previa al partido de Bulgaria. En una conversaci¨®n con el diario Sport, Clemente afirma: "Igual sigo hasta el 2004 para tocar los huevos a los periodistas".