La versi¨®n del renovador Jos¨¦ Luis Balb¨¢s
El l¨ªder del sector de la FSM al que Leguina imputa la "traici¨®n" en las primarias desmiente las acusaciones
Jos¨¦ Luis Balb¨¢s, uno de los l¨ªderes de los Renovadores por la Base -"renovadores y punto", aclara-, sufri¨® en la noche electoral del pasado s¨¢bado las andanadas de los colaboradores de Joaqu¨ªn Leguina, el aspirante derrotado: "Traidor, te vamos a partir la cabeza", le gritaron. Balb¨¢s, seg¨²n los oficialistas de la Federaci¨®n Socialista Madrile?a, habr¨ªa negociado el cambio de voto de su sector (de Leguina a Mor¨¢n) con los principales colaboradores de Jos¨¦ Borrell a cambio de figurar en las pr¨®ximas listas electorales del Ayuntamiento de Madrid. Ese acuerdo, supuestamente cocinado en un restaurante pr¨®ximo al Congrso de los Diputados, habr¨ªa impedido el triunfo de Leguina en las primarias, seg¨²n los oficialistas.Balb¨¢s, de 40 a?os, tiene varias empresas de asesor¨ªa fiscal y mercantil. Desde los 17 a?os anda metido en pol¨ªtica. Fund¨® junto al fallecido Francisco Fern¨¢ndez Ord¨®?ez el Partido Socialdem¨®crata, milit¨® en la UCD y se incorpor¨® al PSOE desde el Partido de Acci¨®n Democr¨¢tica, en 1981. Durante este tiempo no ha ocupado ning¨²n cargo p¨²blico. Ha sido secretario general de la Agrupaci¨®n Socialista de Buenavista desde 1991 hasta 1997. Ahora preside el comit¨¦ local de esa agrupaci¨®n, que vot¨® mayoritariamente a favor de Mor¨¢n.
Junto a otros cuadros del partido, cre¨® una familia , los Renovadores por la Base, ahora "renovadores y punto", cuya presentaci¨®n en sociedad se produjo en 1994, durante un congreso regional extraordinario para elegir delegados al congreso federal. Entonces, los renovadores de Balb¨¢s se pusieron de parte de los guerristas y de Juan Barranco y en contra de Leguina. "Nos quiso excluir y tuvimos que buscar otros aliados", explica Balb¨¢s. Perdieron por escaso margen.
Pacto en el Congreso
Poco a poco, estos renovadores por la base fueron ganando apoyos en las agrupaciones -"ya tenemos seis secretarios generales", recuerda Balb¨¢s- hasta llegar a octubre de 1997, cuando pactaron con los oficialistas una lista conjunta que les permiti¨® colocar a uno de sus representantes, Ignacio D¨ªez, en el n¨²mero dos de la FSM, como secretario de organizaci¨®n. Entonces apoyaron a Jaime Lissavetzky, del sector oficialista y amigo de Joaqu¨ªn Leguina, como secretario general.S¨®lo ocho meses despu¨¦s, han preferido votar mayoritariamente al candidato Mor¨¢n, promovido por el sector guerrista, una parte de Izquierda Socialista y miembros del comit¨¦ de apoyo a Borrell.
Ese voto ha desencadenado la ira de Leguina y el malestar del sector mayoritario de la FSM que encabeza Jaime Lissavetzky. Este sector considera una traici¨®n indigna este voto de los renovadores.
Balb¨¢s se explica: "Nosotros siempre nos consideramos seguidores de Borrell, que es el lider del partido. Y no hab¨ªa m¨¢s que ver a Cristina Narbona en los actos de Fernando Mor¨¢n, para intuir cu¨¢l era el candidato de Borrell".
"Quedamos con Leguina el mi¨¦rcoles 16 de junio en el restaurante Cuenllar de la calle de Ferraz y nos dio plant¨®n", cuenta Balb¨¢s. "Tengo como testigos a Antonio Santillana, catedr¨¢tico de Teor¨ªa Econ¨®mica, e Ignacio D¨ªez, secretario de organizaci¨®n de la FSM. Luego nos cit¨® el mi¨¦rcoles siguiente, cuando jugaba Espa?a contra Bulgaria en el Mundial, en un restaurante de la calle de Ayala a cenar. Nos llam¨® de todo y nos dijo que ten¨ªa perfecto derecho a confeccionar su equipo municipal. Olvidaba la legitimidad que ten¨ªamos los que hab¨ªamos ganado el congreso. All¨ª descubrimos que no nos serv¨ªa, perdimos la confianza en ¨¦l. Era el candidato que representaba la involuci¨®n a 1991, era un candidato a retirarse y estuvo durante la cena en actitud provocadora y prepotente. Quer¨ªa un Madrid gobernado por ¨¦l en plan ordeno y mando. Nos reunimos los treinta capitanes de la renovaci¨®n y decidimos nuestro voto. Ahora, Leguina nos debe dejar tranquilos y no hablar de personalismos. Porque miente m¨¢s que habla y sigue vinculado a la vieja pol¨ªtica. Incluso intent¨® resucitar la mesa camilla hablando con Barranco para tender puentes con Jos¨¦ Acosta. ?l no es renovaci¨®n, sino la involuci¨®n para la FSM, pues pretende excluir a Izquierda Socialista, a los renovadores y a los guerristas. Siempre ha sido un elitista divino".
"Cuando dicen que me han ofrecido una tenencia de alcald¨ªa, les tengo que decir que yo, en ese puesto, perder¨ªa 20 millones de pesetas al a?o", asegura. "Si com¨ª con colaboradores de Borrell fue para hablar de pol¨ªtica, pero no de las primarias. Ni ped¨ª nada ni me ofrecieron nada. Y puedo comer con quien quiera. No hay quien coma m¨¢s ni conspire m¨¢s que Leguina. Todas sus acusaciones demuestran el arrastre del mal perdedor". "Leguina es m¨¢s de lo mismo", remata, "y pretende que la FSM sea un club de fans suyo. Y eso se ha acabado".
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