Planes variados y confusos

Los proyectos de cooperaci¨®n que desde Euskadi se lanzan a los pa¨ªses en desarrollo llegan mayoritariamente a Latinoam¨¦rica. Mientras que en el resto de Espa?a empiezan a abrirse v¨ªas a otros pa¨ªses y continentes, en la comunidad vasca se sigue eligiendo preferentemente Per¨², Cuba, Colombia, incluso Chile. Por otro lado, el n¨²mero de proyectos es tan amplio, tan heterog¨¦neo y, en ocasiones, de un contenido tan confuso que las ONG llegan a criticar de "falta de trasparencia" y criterios claros en la concesi¨®n de las ayudas. De esta manera lo manifiestan algunas ONG, que llegan a asociar la aprobaci¨®n de ciertos programas con posibles intereses. "Nos han contado casos en los que se ha exigido a ONGs que presenten un programa que interesaba a los convocantes [la Secretar¨ªa general de Acci¨®n Exterior] a cambio de que se les aprobara sus propios proyectos. En muchos programas no se tiene en cuenta la necesidad real del pa¨ªs, su cultura, su vida; s¨®lo interesa dar salida a ciertos intereses. Las ONGs s¨®lo somos intermediarios entre la sociedad y los pa¨ªses en desarrollo y eso no siempre se recuerda", se?ala Andr¨¦s Basauri, presidente de la Coordinadora de ONGs entre 1988 y 1995 y miembro de Justicia y Paz. Koldo Unceta, de Hegoa, reconoce como "evidente" que las relaciones entre la Coordinadora de ONGs y el Gobierno vasco no han sido demasiado fluidas en los ¨²ltimos a?os. "La cooperaci¨®n debe dotarse de mecanismos de generar ilusi¨®n y consenso y las ONGs deben tener seguridades de que sus planteamientos m¨¢s o menos cr¨ªticos respecto a la orientaci¨®n de la pol¨ªtica del Gobierno no han de tener influencia a la hora de recibir apoyo financiero en sus proyectos, para lo que la comunicaci¨®n y cr¨ªtica mutua ha de ser m¨¢s fluida. El Consejo Vasco de Cooperaci¨®n tiene que servir para avanzar", defiende Unceta. En la lista de m¨¢s de 200 proyectos presentados en la ¨²ltima convocatoria se encuentran planes muy variados. Estos son algunos ejemplos: un centro de salud mental en Camer¨²n, a cargo de las Hermanas Hospitalarias del Sagrado Coraz¨®n de Jes¨²s; un local de escolarizaci¨®n media en Costa de Marfil, para lo que se solicita m¨¢s de 120 millones desde la Asociaci¨®n Servicio de Solidaridad San Viator de Euskal Herria; un proyecto de ahorro energ¨¦tico en una textilera, en Cuba, avalado por el Ente Vasco de la Energ¨ªa, para lo que se solicitan m¨¢s de 47 millones; un proyecto de "quilmes" en Argentina; un centro de capacitaci¨®n para el trabajo, en M¨¦xico, para lo que la asociaci¨®n La Araucana ha pedido una subvenci¨®n de m¨¢s de 50 millones; la fundaci¨®n Leia, centro de desarrollo tecnol¨®gico, ha solicitado una ayuda de m¨¢s de 36 millones para el "desarrollo e¨®lico cubano", incluso Euskal Telebista, que ya ha participado en a?os anteriores de subvenciones, ha pedido m¨¢s de 51 millones para un proyecto de "rutas de solidaridad". La conclusi¨®n es que se deben "aunar" proyectos y "controlar" las organizaciones. "Algunas est¨¢n formadas por dos personas", se queja Andr¨¦s Basauri.