Sagunto rememora la figura del general de la Rep¨²blica Vicente Rojo con la edici¨®n de un libro

Fue uno de los grandes estrategas militares del siglo y el ¨²ltimo jefe del Estado Mayor del Ej¨¦rcito de la Rep¨²blica. Pero s¨®lo en los ¨²ltimos a?os se ha empezado a restaurar su importancia hist¨®rica. El Ayuntamiento de Sagunto ha contribuido a ello con la publicaci¨®n del libro Homenaje al general Vicente Rojo. Ayer se present¨® en el sal¨®n de plenos del Consistorio con presencia del rector de la Universidad de Valencia, Pedro Ruiz, que ha participado en la redacci¨®n de la obra cuya portada ha dise?ado Vicente Rojo, artista mexicano y familiar del general fallecido.

"Resultaba dif¨ªcil, con una visi¨®n simplista de la guerra de Espa?a, comprender la postura de un militar que se desentendi¨® de ideolog¨ªas pol¨ªticas y de posiciones de partido, para intentar ser ¨²nicamente un profesional al servicio del Estado". Este p¨¢rrafo pertenece al art¨ªculo del rector e historiador Pedro Ruiz, inclu¨ªdo en el libro publicado por la Fundaci¨®n Municipal de Cultura a prop¨®sito del primer centenario del nacimiento del general celebrado en Sagunto en 1996. Ese mismo a?o fue nombrado hijo adoptivo de Sagunto, localidad con la que mantuvo un estrecha relaci¨®n, a pesar de haber nacido en Fuente la Higuera. En su cita, Pedro Ruiz alude al silencio que se cern¨ªa sobre la figura de Vicente Rojo y que ya denunciaron los autores del libro Los papeles del general Rojo. Un militar de la generaci¨®n rota, coordinado por Jes¨²s I. Mart¨ªnez y editado por Espasa-Calpe en 1989. Esta obra, junto a Franco y Rojo. Dos generales para dos Espa?as (Editorial Labor), de Carlos Blanco Escolano, publicada en 1993, ha revitalizado el inter¨¦s por conocer la trayectoria de un hombre cuyas aportaciones a la estrategia militar todav¨ªa hoy se estudian en academias de EE UU, Italia o Francia, seg¨²n ha se?alado su sobrino Vicente Gimeno, coordinador del libro que se present¨® ayer en el Ayuntamiento. Vicente Gimeno vive en Sagunto. Forma parte de la familia de Vicente Rojo que se traslad¨® a la capital del Camp de Morvedre para trabajar en la siderurgia a principios de siglo. Durante la guerra civil, el general visitaba frecuentemente la poblaci¨®n, cuando el jefe de Gobierno y el presidente de la Rep¨²blica, Juan Negr¨ªn y Manuel Aza?a, respectivamente, trasladaron a Valencia la capital de la Rep¨²blica. La obra publicada por el Ayuntamiento de Sagunto recoge diversas colaboraciones. Adem¨¢s del rector de la Universidad de Valencia, el profesor de Derecho Constitucional y Comandante de la Caballer¨ªa en la reserva, Jos¨¦ Luis Pitarch, la catedr¨¢tica de Literatura saguntina Evangelina Rodr¨ªguez y el estudioso Francisco Salinas desgranan la personalidad de Rojo y su legado intelectual y humano. Tambi¨¦n se incluye una biograf¨ªa del general, numerosos textos que se realizaron a prop¨®sito del centenario de su nacimiento en Madrid, Cochamba (Bolivia), Fuente la Higuera y Sagunto, y del acto de nombramiento de Hijo Adoptivo de Sagunto, as¨ª como los art¨ªculos aparecidos en diversas publicaciones (entre ellos uno de Francisco Ayala, publicado en El PA?S). Vicente Rojo fue un hombre de profundas creencias religiosas -dicen que de comuni¨®n diaria- y a ello hace referencia el poeta Le¨®n Felipe, quien exiliado en M¨¦xico le envi¨® una carta ahora reproducida en el libro editado por la Fundaci¨®n Municipal de Cultura: "General, le recuerdo. Le recuerdo siempre como hombre virtuoso (...) ?Gran familia ejemplar, honradamente cristiana! C¨®mo me conmovi¨® verle a Ud cortar la hogaza boliviana y repartir el pan desp¨²es de haber hecho la oraci¨®n. Todos rezamos (...)". De car¨¢cter humilde y gran formaci¨®n intelectual, Vicente Rojo estuvo exiliado en M¨¦xico y Bolivia y regres¨® a Espa?a en 1957. En los a?os veinte fij¨® su tarea en modernizar Espa?a y reformar el ej¨¦rcito. Su inter¨¦s por el estudio y el progreso, por el perfeccionamiento profesional y su defensa del Gobierno, salido de las urnas, contrastaban con la rudimentaria y anquilosada formaci¨®n de los militares africanistas, entre los cuales se hallaba Franco, relata Carlos Blanco Escolar. Calles sin dedicar "El dolor, la desilusi¨®n, casi la melancol¨ªa, de no ver todav¨ªa mil calles o plazas "del general Vicente Rojo", cual si no se le conociera, como si hubieran sido arrancadas mil p¨¢ginas de la historia de Espa?a, y siguieran sin recuperar", dice Jos¨¦ Luis Pitarch en el texto recogido en el libro. A continuaci¨®n, recuerda las "innumerables calles, y hasta hospitales, de Mola, Yag¨¹e, o Queipo". Dise?ada por el prestigioso artista Vicente Rojo, la portada del libro representa, en los colores de la bandera republicana, la m¨¢s alta insigna militar de la Rep¨²blica que se le concedi¨® a Vicente Rojo.