Ambrosio de Morales
Afirmaba el arquitecto Chueca Goitia que parra conocer la Historia de Espa?a bastaba con pasear por los cascos hist¨®ricos de sus ciudades. Pues bien, apres¨²rense a hacerlo por el de C¨®rdoba, que dir¨ªa Castilla del Pino, pues su pasado representado en su arquitectura est¨¢ siendo legalmente destruido por un presente instalado en la especulaci¨®n y el atentado contra el patrimonio hist¨®rico. Lo que no ha podido la guerra o el paso del tiempo, como aseguraba Mu?oz Molina, lo han podido los constructores -m¨¢s bien destructores- de tres al cuarto que proliferan como setas sin que nadie pueda parar su terrorismo urbano. Lo ¨²ltimo ha sido la destrucci¨®n de una estupenda loggia en un edificio de la calle Ambrosio de Morales, que cerraba una formidable perspectiva desde la calle Maese Luis. C¨®rdoba es mucho m¨¢s que su Mezquita. Es ese impresionante paisaje urbano de "arquitectura secundaria" que es la que privilegia al resto de la anodina ciudad. Son esas escenograf¨ªas -que no decorados de Bienvenido, Mr. Marshall- que proporcionan sus casas. Esta arquitectura se est¨¢ perdiendo irreversiblemente bien por atentado directo, bien por dejaci¨®n del deber de conservaci¨®n en pro de la declaraci¨®n de ruina. En Espa?a se ha preferido siempre la mutilaci¨®n a la restituci¨®n, bien de piezas arquitect¨®nicas como dentales. Como afirmaba Carlos Col¨®n, Sevilla -a?ado yo C¨®rdoba- se est¨¢ desangrando casa a casa. Con cada p¨¦rdida, algo nuestro se pierde: recuerdos, paseos, infancia... Nos vanagloriamos los espa?oles de la calidad de vida que nos proporcionan nuestro medio natural y ciudades hist¨®ricas. Mentira. Ambos elementos nos han venido dados natural o hereditariamente, pero hoy ni preservamos ni menos acrecentamos dichos elementos: nuestros bosques son de los peor tratados seg¨²n la UE y nuestras ciudades hist¨®ricas se est¨¢n quedando reducidas a cuatro refugios-monumento en lugar de a un todo arm¨®nico. Ya se puede escribir un gran libro sobre el arte de C¨®rdoba a trav¨¦s de sus monumentos desaparecidos. C¨ªnicos o inconscientes, el resultado es irreversible. Repito, apres¨²rense a ver C¨®rdoba, y que la loggia sea restituida.- Rafael Gonz¨¢lez Fuentes. C¨®rdoba.
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