Conocer los or¨ªgenes

El ciclo Los Siglos de Oro de la Fundaci¨®n Caja de Madrid ha retomado su curso con un concierto excepcional. La avalancha de conmemoraciones musicales del cuarto centenario de la muerte de Felipe II hab¨ªan desde?ado hasta ahora el canto llano, y cualquier repaso de la Espa?a musical del siglo XVI queda incompleto si no se aborda un repertorio sin el que no puede entenderse la polifon¨ªa o incluso una buena parte de las obras instrumentales que estamos escuchando al hilo de la celebraci¨®n regia.Luis Lozano entiende el canto llano como elemento sustanciador de la liturgia, como una m¨²sica esencialmente funcional que sirve a un prop¨®sito determinado, de ah¨ª que sus conciertos o sus discos basculen en torno a una estructura cuidadosamente articulada.

En este sentido, la planificaci¨®n del programa ofrecido en El Escorial fue mod¨¦lica, con la reconstrucci¨®n de una Misa de Santa Mar¨ªa, una de esas Treynta mil missas por mi alma que el rey pidi¨® en su testamento que se dijeran "lo m¨¢s presto que se pueda" tras su muerte. Las fuentes adecuadas para el canto llano, que recogen ocasionalmente melod¨ªas que incorporan peculiaridades hisp¨¢nicas enraizadas en la tradici¨®n popular y diferenciadas del uso romano, por un lado; y las obras de uno de los compositores m¨¢s grandes que ha dado nuestro pa¨ªs, Antonio de Cabez¨®n, por otro, fueron los elementos -sencillos s¨®lo en apariencia- sobre los que Lozano construy¨® la secuencia lit¨²rgica. M¨¢s amante de la sobriedad que del despliegue polif¨®nico y admirador incondicional del arte de Cabez¨®n, este concierto nos situaba, por tanto, muy cerca de la m¨²sica que m¨¢s am¨® Felipe II.

Nuevos matices

El Grupo Alfonso X el Sabio lleva m¨¢s de dos d¨¦cadas interpretando este repertorio, y eso se nota. Confiado a cantantes profesionales, el canto llano adquiere nuevos matices de color, de din¨¢mica, de expresividad. Luis Lozano articula cada frase sin olvidar la estructura global que las gobierna, gracias a lo cual la m¨²sica vive y respira, con las voces y el ¨®rgano hermanados en un todo l¨®gico y coherente. Las piezas de Cabez¨®n se entroncan en estas melod¨ªas y as¨ª lo entendi¨® Susana Mar¨ªn, siempre atenta a que no hubiera quiebras en las piezas alternadas, en el acompa?amiento del bell¨ªsimo Credo hisp¨¢nico o en el sucederse de monodia y polifon¨ªa. Fuera del que es su instrumento habitual, la otrora pianista dio muestras de sensibilidad y comprensi¨®n de una m¨²sica extraordinariamente compleja. Su glosado del Ofertorio marc¨® uno de los puntos m¨¢s altos de un concierto con s¨®lo contados desfallecimientos (el tropo Spiritus et alme), y del que merecen destacarse tambi¨¦n los solos del tenor Miguel Bernal.Hace a?os se vendieron miles de discos de canto gregoriano. Que aquello fue simple flor de un d¨ªa qued¨® de manifiesto una vez m¨¢s en los asientos -demasiados- que quedaron vac¨ªos en un concierto cargado de intimidad, pero que reclamaba mayor respuesta por parte del p¨²blico.