El Foro Babel y otros enemigos
Siempre he cre¨ªdo que en una sociedad plural dotada de un sistema democr¨¢tico los enemigos son los que quieren destruir por la fuerza el pluralismo y la democracia, o sea, los dictadores, los terroristas y dem¨¢s. Por el contrario, todos los que compiten dentro de las reglas democr¨¢ticas compartiendo los valores b¨¢sicos y las reglas de juego del sistema son, en el peor de los casos, adversarios que se mueven en el mismo terreno y no pretenden expulsar a nadie del mismo. Pero cuando entran en juego los nacionalismos esta distinci¨®n se complica mucho. No hay m¨¢s que verlo en Euskadi cuando el m¨¢ximo dirigente del PNV dice que s¨®lo son vascos de verdad los nacionalistas como ¨¦l, o en Catalu?a cuando los dirigentes de Converg¨¨ncia i Uni¨® califican a sus adversarios pol¨ªticos de anticatalanes, o sea, de enemigos de Catalu?a.El hecho es que, junto a otros enemigos peque?os, Converg¨¨ncia i Uni¨® se invent¨® dos enemigos grandes, el partido socialista primero y el PP despu¨¦s, pero luego pact¨® con ellos, ante el desconcierto de sus militantes. Y si a ello a?adimos que los propios dirigentes de CiU han dejado de hablar de grandes conceptos como la independencia y el derecho de autodeterminaci¨®n, porque saben que una y otro ya no tienen nada que ver con el presente y el futuro de la nueva Europa, el resultado es que sus militantes y votantes se formulan estupefactos la gran pregunta de en qu¨¦ consiste a estas alturas su nacionalismo. Por esto est¨¢n buscando con ansia nuevos enemigos.
De momento ya han descubierto a dos: el Foro Babel y Josep Borrell, y ya veremos lo que hacen con un tercer enemigo potencial, Pasqual Maragall. El Foro Babel es un grupo formado por numerosas personas del campo intelectual y de la docencia de Catalu?a, la mayor¨ªa de ellas de gran prestigio y de gran respetabilidad personal y profesional, que surgi¨® como n¨²cleo cr¨ªtico frente a la nueva ley del catal¨¢n y que hace poco publicaron un importante manifiesto con el t¨ªtulo de Por un nuevo modelo de Catalu?a. Josep Borrell es Josep Borrell: un catal¨¢n que puede ser presidente del Gobierno de Espa?a a no tardar mucho y que un d¨ªa anunci¨® que quer¨ªa hablar con todo el mundo, e incluy¨® en este mundo a los representantes del Foro Babel. Los dirigentes del nacionalismo catal¨¢n han dictado sentencia, y durante unas semanas hemos asistido a una campa?a miserable de acusaciones de anticatalanidad contra ambos e incluso se han o¨ªdo estupideces calificando a Josep Borrell como la reencarnaci¨®n viva de aquel terrible demagogo que se llam¨® Alejandro Lerroux.
Sobre Josep Borrell no voy a decir nada m¨¢s, porque se basta solo para poner en su sitio a los que confunden el presente con el pasado sin saber nada de ambos. Pero s¨ª creo que hay que romper una lanza a favor del Foro Babel, no porque est¨¦ de acuerdo con todo lo que dicen sus integrantes, sino porque el Foro existe y act¨²a sin complejos. El manifiesto que publicaron el pasado 26 de junio es un documento interesante que no se puede liquidar con cuatro descalificaciones. Personalmente comparto muchas cosas del mismo, sobre todo en lo que se refiere a la ciudadan¨ªa y al federalismo. Creo que le faltan otras sobre el papel de Catalu?a en la construcci¨®n de una Espa?a realmente federal y una Europa que avanzar¨¢ con muchas dificultades hacia su unidad. Y tengo discrepancias en lo que se refiere a la lengua, no porque no comparta el principio del biling¨¹ismo, sino porque creo que lo plantean de una manera demasiado reduccionista, sin una visi¨®n clara de los antecedentes. El sentido profundo de la espl¨¦ndida Ley de Normalizaci¨®n Ling¨¹¨ªstica de 1983 es que, a diferencia de lo que defend¨ªa inicialmente Converg¨¨ncia i Uni¨®, la izquierda catalana quer¨ªa evitar por encima de todo la posible divisi¨®n de la sociedad catalana en dos grupos ling¨¹¨ªsticos separados. El m¨¦todo de la inmersi¨®n, que se aplic¨® a partir de esta ley, es, sin duda, un m¨¦todo delicado, pero ha dado en general buenos resultados, sobre todo porque los principales protagonistas del asunto, es decir, los maestros y las maestras, han actuado con responsabilidad y sentido com¨²n. Esto no ha impedido, naturalmente, los abusos y las decisiones unilaterales de los extremistas, pero en general ha dado vida y realidad a un biling¨¹ismo no cuadriculado en los reglamentos, sino desarrollado por la flexibilidad misma del personal docente, como se puede comprobar en la mayor¨ªa de las publicaciones de los centros escolares. Por esto no comparto la exigencia de un biling¨¹ismo vehicular en "todos los ciclos de la ense?anza obligatoria" y m¨¢s bien sigo creyendo en el sentido com¨²n del profesorado y en la presi¨®n sobre el Gobierno de la Generalitat para que la ley se aplique sin extremismos. Pero, en fin, ¨¦ste es uno de los asuntos a discutir, no uno de los asuntos a enterrar ni menos, todav¨ªa, a aceptar por decisi¨®n inapelable de la autoridad.
En la Catalu?a actual, enfrentada ya con los retos del siglo XXI en una sociedad cada vez m¨¢s abierta, se necesitan y se necesitar¨¢n cada vez m¨¢s organizaciones de este tipo, que discutan abiertamente y planteen sin temor alguno sus cr¨ªticas y sus propuestas. En este futuro que ya es presente no bastar¨¢ el protagonismo de las instituciones y de los partidos que hemos creado hace veinte a?os. El manifiesto que ha publicado el Foro Babel podr¨ªa ser mejor, pero es una toma de posici¨®n clara y abierta y los que no est¨¢n de acuerdo con ¨¦l har¨ªan bien en seguir su ejemplo y proponer alternativas. Por esto me indigno ante la torpeza y la estrechez de miras de los que ya han sentenciado que el Foro Babel es un enemigo de Catalu?a. Los que les descalifican de este modo no s¨®lo siguen aferrados a unos m¨¦todos y a unos calificativos pasados de moda, sino que ni siquiera se dan cuenta de que la aparici¨®n del Foro Babel es la demostraci¨®n m¨¢s clara de que este pasado se acab¨®. Los miembros del Foro Babel son en su mayor¨ªa personas altamente cualificadas e independientes que no le deben nada a la Generalitat y saben que el estigma y la descalificaci¨®n son ya simples tigres de papel en una Catalu?a que est¨¢ entrando en una nueva fase de desarrollo como sociedad plural, abierta, creadora, tolerante y capaz de discutir sus propias diferencias sin exclusiones. ?ste y no otro es el fondo del asunto.
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