Casi al final

JULIO SEOANE Con respecto a los dos meses que tenemos por delante, julio y agosto, existen entre nosotros dos viejas teor¨ªas que siempre salen a relucir. La primera defiende una actividad racional e institucional sin descanso durante estos meses, y critica la par¨¢lisis nacional que estamos acostumbrados a padecer y a disfrutar durante esta ¨¦poca estival. La segunda es una tendencia cultural de nuestro entorno mediterr¨¢neo, que nos aconseja descansar de tanto evento institucional para buscar acontecimientos vitales m¨¢s personales, m¨¢s espont¨¢neos y menos burocr¨¢ticos. El descanso y la digesti¨®n despaciosa tambi¨¦n forman parte de la cultura y de la dieta mediterr¨¢nea. En cualquier caso, lo cierto es que en estas fechas se cierra un per¨ªodo de actividad, un curso, que tiene una dif¨ªcil valoraci¨®n social y pol¨ªtica. Los acontecimientos que marcan el final de esta etapa posiblemente son, por un lado, el balance de gesti¨®n de los tres a?os del gobierno Zaplana y, por otro, las elecciones primarias a candidatos socialistas. La celebraci¨®n de los tres a?os de gobierno ha sido criticada en muchos de sus aspectos, pero tampoco conviene olvidar que contiene algunos triunfos sociales, econ¨®micos y pol¨ªticos dif¨ªcilmente cuestionables. En cuanto a las primarias socialistas, ya fueron suficientemente comentadas en d¨ªas pasados, significan sin duda un punto de partida muy sugestivo, pero dentro de un ambiente suficientemente enrarecido como para tener ser¨ªas dudas de su eficacia futura. Queda todav¨ªa un tercer aspecto que puede marcar el tono emocional de este final de curso y que podr¨ªa resolverse, en principio, hoy s¨¢bado. Me refiero al pacto ling¨¹¨ªstico que, como ya se sabe, engloba a la totalidad de fuerzas pol¨ªticas de nuestra comunidad. Se formul¨® a mediados de septiembre pasado, a propuesta del presidente de la Generalitat en el debate de pol¨ªtica general y, sin duda, ser¨¢ un tema central del pr¨®ximo debate en el nuevo septiembre. No s¨¦ si la fecha del hoy, 4 de julio, la celebraci¨®n de la independencia de Estados Unidos, tiene alguna relaci¨®n con nuestro pacto ling¨¹¨ªstico, pero estoy convencido de que es un acuerdo necesario y beneficioso para nuestra convivencia futura. De todas formas, no nos enga?emos, no es un final, es el principio de un largo proceso de adaptaci¨®n que no va a estar libre de conflictos. La negociaci¨®n de este pacto sobre la lengua ha estado marcado por muchas tensiones y bastantes peque?eces, as¨ª como por los m¨²ltiples papeles que se vieron obligados a desempe?ar los miembros del CVC. A veces eran expertos, otras representantes y, con frecuencia, simples portavoces telef¨®nicos, algo bastante complicado para negociar. Es de esperar que hoy termine esta fase. Pero quedan cosas por explicar. Se empiezan a escuchar voces pidiendo la formulaci¨®n pol¨ªtica de este debate, sin miedos, de forma expl¨ªcita y sin disfrazar sus t¨¦rminos mediante una falsa conciencia cient¨ªfica, es decir, objetiva y libre de valores, una estrategia demasiado cl¨¢sica y conocida para los tiempos actuales. Los valores pol¨ªticos del pacto son razones suficientes para las generaciones actuales, el resto es liturgia de las generaciones antiguas. Pero si hoy no sale adelante, mejor ser¨¢ dejarlo madurar hasta el pr¨®ximo curso, porque julio y agosto son buenos meses para digerir y realizar, al menos, pactos verbales que faciliten la convivencia en el pr¨®ximo curso.