Un libro recoge el lento despegue de las relaciones entre Euskadi y Aquitania

El [EN] Pa¨ªs Vasco y la Aquitania francesa comparten desde 1989 un proyecto de colaboraci¨®n que trata de crear un tejido sociocultural com¨²n. A pesar de que no se haya avanzado mucho en el terreno institucional, el profesor de la Universidad del Pa¨ªs Vasco Ant¨®n Borja, se?al¨® los t¨ªmidos avances del eje Bayona-San Sebasti¨¢n como ejemplo para potenciar los lazos econ¨®micos. Esta cooperaci¨®n entre regiones fronterizas no es novedosa en el marco de la UE, con ejemplos en Italia y Alemania.

Hace casi diez a?os de aquel protocolo que firm¨® Euskadi con la regi¨®n francesa de Aquitania, que incluye al Pa¨ªs Vasco franc¨¦s, y al que Navarra se incorpor¨® en 1992. Los resultados de esa colaboraci¨®n aparecen recogidos y analizados en el libro La construcci¨®n del espacio vasco-aquitano, presentado ayer en Bilbao. Editado por la UPV, sus autores son los profesores Ant¨®n Borja, Francisco Letamendia y Kepa Sodupe. Son regiones lim¨ªtrofes pero con importantes diferencias. El t¨ªmido avance en sus relaciones institucionales impide un crecimiento econ¨®mico equilibrado, tal y como pretende, entre otras cuestiones, ese convenio de colaboraci¨®n. Todo ello en el marco de la Uni¨®n Europea y su l¨®gica descentralizadora. Una pol¨ªtica que, en opini¨®n del profesor de Econom¨ªa de la UPV, Ant¨®n Borja, crea desventajas y desigualdades. Y m¨¢s si se quieren armonizar tejidos tan disparescomo el de Hegoalde e Iparralde. La estructura productiva del Pa¨ªs Vasco franc¨¦s es mucho m¨¢s d¨¦bil que la de Euskadi, basada en una industria muy peque?a y dispersa, una agricultura tradicional y un sector tur¨ªstico que se concentra en la franja costera donde vive la mayor parte de poblaci¨®n. Frente a la tendencia de la Uni¨®n a consolidarse sobre los equilibrios de los Estados, Ant¨®n Borja insiste en profundizar en las relaciones entre las distintas regiones. Es algo que "funciona, y bien" entre distintas regiones del norte de Italia, los cantones suizos y los territorios alemanes vecinos. Son medidas que favorecen un desarrollo econ¨®mico mutuo y equilibrado. El desarrollo institucional en el Pa¨ªs Vasco franc¨¦s, por motivos hist¨®ricos, est¨¢ mucho m¨¢s retrasado, pero poco a poco va emergiendo. El Eje Bayona-San Sebasti¨¢n comenz¨® a tejerse hace varios a?os por motivos tur¨ªsticos. "Fue un empuj¨®n", enfatiza Borja. A partir de ah¨ª, y aprovechando infraestructuras como la autopista Bilbao-Bayona, se establecieron colaboraciones entre las distintas c¨¢maras de comercio y muchos municipios de la zona. Apoyo cultural y pol¨ªtico ?Qu¨¦ es lo que se pretende con esta cooperaci¨®n? "Crear un tejido sociocultural y productivo a medio plazo respetando la personalidad de cada zona", dice Ant¨®n Borja. Todo menos caer en una la competencia entre territorios. Para ello, insiste, es fundamental la colaboraci¨®n cultural e institucional. De lo contrario, puede caerse en desconfianzas o recelos, como ocurri¨® en 1995 con la implantaci¨®n en Bayona de la Factor¨ªa Marcial Uc¨ªn, lo que "evidenci¨® que puede haber una movilidad econ¨®mica", tanto del sur del Pa¨ªs vasco hacia el norte como al rev¨¦s. El desarrollo de infraestructuras entre Euskadi y Aquitania cobra especial importancia, si se quieren potenciar relaciones de todo tipo. El Tren de Alta Velocidad, que podr¨ªa servir como enlace y desarrollo de esas relaciones interterritoriales, no es una buena soluci¨®n a juicio de este profesor. " Su coste econ¨®mico [500.000 millones de pesetas] y el impacto ecol¨®gico no compensan", opina. Ant¨®n Borja es partidario de construir carreteras y ferrocarriles aprovechando y mejorando las ya existentes. En su opini¨®n, el TAV. no tendr¨ªa un flujo de viajeros vascos ni de mercanc¨ªas, ya que su finalidad ser¨ªa unir "metr¨®polis" como Madrid y Par¨ªs, qued¨¢ndose Bayona, Ir¨²n, San Sebasti¨¢n y Vitoria como simples estaciones de paso. Potenciando la uni¨®n, la colaboraci¨®n y el entendimiento, todas las actividades econ¨®micas de ambas zonas se beneficiar¨ªan contribuyendo a paliar las enormes diferencias. El ejemplo de Navarra, con un tejido productivo diversificado corrobora estos planteamientos. Sus ¨ªndices de paro en esta d¨¦cada (11% de la poblaci¨®n) son sensiblemente m¨¢s bajos que los del Pa¨ªs Vasco (20 %) e Iparralde (13%).