Los franceses festejan en la calle el ¨¦xito de su selecci¨®n

"La aventura contin¨²a", constata en primera p¨¢gina Le Figaro mientras en Lib¨¦ration prefieren calificar a la selecci¨®n de "La Belle Equipe", referencia a un t¨ªtulo m¨ªtico, a un filme de Gulien Duvivier, de 1936. Ahora las estrellas son Zinedine Zidane, Zizou para los 15 millones de franceses que vieron el partido pegados al televisor, y Fabien Barthez, el portero bromista, el hombre de calva-talism¨¢n. En Le Monde tambi¨¦n celebraron la victoria pero en primera p¨¢gina no pudieron evitar subrayar que "Francia contin¨²a sin marcar" y en una columna dan un consejo modesto: "Un golito de vez en cuando no har¨ªa ning¨²n da?o".Los optimistas piensan en la posibilidad de que "el sue?o se convierta en realidad" y ponen de relieve que los bleus son un equipo "inasequible a la fatiga" dirigido por un Zidane que merece "un 10 por su coraz¨®n y un 10 por su trabajo"; los esc¨¦pticos se inquietan por esa tendencia a encontrar "la felicidad en el estr¨¦s" aunque constatan que "los hombres de Aim¨¦ Jacquet se han ganado la estima del pa¨ªs martiriz¨¢ndolo". El deportivo L? Equipe evita calificar la monta?a de "emociones" a la que se refiere en su primera p¨¢gina y explican filos¨®ficamente el provecho que el equipo saca de su sequ¨ªa goleadora: "El cero y el infinito". Para L? Equipe "el sue?o sigue" y no hay raz¨®n alguna para pensar que Francia no pueda ser finalista -y ganadora- del Mundial, de su Mundial.

La verdad es que Francia celebr¨® su clasificaci¨®n para las semifinales como si de una victoria en la final se tratase. La calle se llen¨® de bocinazos, marsellesas y banderas y Par¨ªs, normalmente distante cuando de f¨²tbol se trata, acept¨® el griter¨ªo con entusiasmo. En Lib¨¦ration aprovechan esa identificaci¨®n de los ciudadanos con sus futbolistas para poner de relieve que "este equipo mestizo suma el orgullo y la eficacia".