El juez decide procesar a Videla tras rechazar que la acusaci¨®n de robar ni?os sea "cosa juzgada"

El ex dictador argentino Jorge Rafael Videla seguir¨¢ una buena temporada en la c¨¢rcel, si el tribunal federal de San Mart¨ªn no lo impide, seg¨²n se desprende de la extensa resoluci¨®n del juez instructor Roberto Marquevich, en poder de los abogados del antiguo general desde la noche del viernes. El dictamen del magistrado, que se har¨¢ p¨²blico entre ma?ana y el martes, es contundente a la hora de rechazar los argumentos de la defensa y de la fiscal¨ªa: el delito de robo de hijos de desaparecidos durante la dictadura que se imputa a Videla no es "cosa juzgada" y el caso no puede ser de ninguna manera competencia de la justicia militar, porque el ex dictador fue destituido de las Fuerzas Armadas a ra¨ªz del juicio a las Juntas de 1985. El juez Marquevich dictar¨¢, con toda seguridad, la prisi¨®n preventiva y el auto de procesamiento de Videla, casi un mes despu¨¦s de su detenci¨®n e ingreso en la c¨¢rcel de Caseros, el pasado 9 de junio. La demora a la hora de redactar la resoluci¨®n, que ha superado el plazo legal de 10 d¨ªas, tiene que ver con la controversia jur¨ªdica que rodea el caso.En contra de los que, como Luis Moreno Ocampo, fiscal adjunto en el juicio a las Juntas, opinan que Videla ya fue juzgado y absuelto del robo de menores, el juez Marquevich recuerda que ¨¦l critic¨® el fallo y sostiene que aquella absoluci¨®n no puede alcanzar a hechos que no eran conocidos en aquel momento.

En concreto, los cinco casos por los que el ex general est¨¢ en la c¨¢rcel son: Mariana Zaffaroni Islas y Carlos D"Elia, que recuperaron su verdadera identidad, y quienes fueron inscritos como Mar¨ªa Sol Tetzlaff Eduartes, y Pablo y Carolina Bianco. El ex mayor del Ej¨¦rcito Norberto Bianco y su esposa est¨¢n presos por la apropiaci¨®n de los dos ¨²ltimos.

Condena sin ambages

Al referirse a la petici¨®n de que el caso pase a la justicia militar, Marquevich manifiesta en su resoluci¨®n: "No teniendo Videla estado militar, no existe relaci¨®n de pertenencia con una fuerza armada, como para que se le aplique el llamado derecho penal militar". El texto condena sin ambig¨¹edades la represi¨®n durante la dictadura y la gravedad de unos "hechos atroces, crueles y aberrantes, sin par en la historia argentina y no muchos asimilables en los antepasados de la civilizaci¨®n occidental, que han conmovido los fundamentos mismos del humanismo ¨¦tico".Los abogados de la defensa ya han anunciado que ma?ana mismo recurrir¨¢n la decisi¨®n del juez. Corresponder¨¢ al Tribunal Federal de San Mart¨ªn admitir o no la apelaci¨®n, lo que no estar¨¢ exento de presiones de sectores pol¨ªticos, judiciales y militares.

Las Abuelas de Plaza de Mayo, instigadoras de la investigaci¨®n sobre el robo de beb¨¦s que ha llevado a Videla tras las rejas, acogieron con satisfacci¨®n el dictamen del juez Marquevich. "Consideramos que se ajusta a derecho y en defensa de los valores consagrados en nuestra Constituci¨®n, que contiene la Convenci¨®n por los Derechos del Ni?o y el Adolescente", se?ala el comunicado difundido ayer.

La presidenta de la organizaci¨®n de las abuelas, Estela Carlotto, expres¨® su confianza en que despu¨¦s de Videla, "responsable por lo sucedido en Campo de Mayo", otros ex dictadores sigan el mismo camino ante la justicia, por cr¨ªmenes similares cometidos en otras dependencias como la Escuela Mec¨¢nica de la Armada (ESMA).

El ex almirante Emilio Massera es quien tiene m¨¢s puntos para ser el siguiente de una larga lista de los responsables de la represi¨®n ilegal. Otro juez, Jorge Urso, se ha hecho cargo de las causas por apolog¨ªa del crimen que pesan sobre Massera, a ra¨ªz de dos denuncias presentadas en los ¨²ltimos d¨ªas. Videla, que el 2 de agosto cumplir¨¢ 73 a?os, celebraba euf¨®rico hace 20 la victoria de la selecci¨®n argentina en el Mundial de f¨²tbol de 1978. La imagen de Videla y sus compa?eros de la primera Junta Militar dando saltos de alegr¨ªa dio la vuelta al mundo. Paradoja de los nuevos tiempos, el anciano dictador sigue el actual Mundial desde una celda de la prisi¨®n de Caseros.