Una exposici¨®n antol¨®gica re¨²ne m¨¢s de 190 obras de Ricardo Baroja

La Fundaci¨®n Kutxa inaugurar¨¢ el pr¨®ximo 25 de julio la exposici¨®n Ricardo Baroja y el 98, con la que recuerda a la generaci¨®n de la que el pintor fue contempor¨¢neo. La sala de Garibay mostrar¨¢ al p¨²blico un total de 57 ¨®leos de este autor; 55 dibujos de su novela Nao Capitana, con la que gan¨® el Premio Cervantes en 1935, adem¨¢s de 67 aguafuertes y aguatintas. El comisario de la exposici¨®n, I?aki Moreno Ru¨ªz de Eguino, juzga la muestra como "la m¨¢s completa de cuantas se le han dedicado".

En esta exposici¨®n se abordan todas las facetas creativas de este autor polifac¨¦tico, que m¨¢s all¨¢ del arte destac¨® en la literatura. Pero a trav¨¦s de sus obras, sus lienzos o esculturas el espectador conocer¨¢ tambi¨¦n un poco m¨¢s de la generaci¨®n del 98. Entre los ¨®leos figura por ejemplo un retrato de Azor¨ªn, figura clave de esta generaci¨®n que se form¨® y dio sus primeros pasos literarios de la mano de los Baroja. "Ricardo le anim¨® y le apoy¨® para que se dedicase a la literatura", explica el comisario. Entre los lienzos que re¨²ne esta exposici¨®n destacan tambi¨¦n retratos de sus familiares m¨¢s cercanos. De hecho, existe un espacio reservado para ¨¦l y sus otros hermanos: P¨ªo y Carmen. La cara ausente de esta exposici¨®n es, seg¨²n I?aki Moreno Ru¨ªz de Eguino, Valle Incl¨¢n. El retrato que realiz¨® Ricardo al ide¨®logo del esperpento "estaba un poco deteriorado y no hemos podido traerlo", afirma. Pero, adem¨¢s de los ¨®leos, la exposici¨®n incluye cuatro esculturas, 55 dibujos con que ilustr¨® la Nao Capitana, novela con la que logr¨® en 1935 el Cervantes, as¨ª como 67 aguafuertes y aguatintas, y ocho planchas que corresponden a grabados de Ricardo Baroja. El artista, nacido en las Minas de Riotinto (Huelva), estudi¨® en la Escuela Diplom¨¢tica de Madrid entre 1888 y 1891. Al a?o siguiente se traslad¨® a Valencia, donde coincidi¨® con destacados pintores como Mongrell, Peris Brell y Manuel Benedito, con los que mantuvo un estrecho contacto. Pero mientras trabajaba en la pintura, Baroja frecuentaba ya en el m¨ªtico a?o 1898 las tertulias literarias madrile?as, compart¨ªa sus puntos de vista con renombrados intelectuales de la ¨¦poca como Valle Incl¨¢n. Pero tambi¨¦n fragu¨® un c¨ªrculo de relaciones variopinto con otros artistas. Entabl¨® amistad con el pintor ingl¨¦s S. Gibson y conoci¨® de cerca a Pablo Picasso y Francisco de As¨ªs Soler. Al pintor del Gernica le ense?ar¨ªa tiempo despu¨¦s las t¨¦cnicas del grabado. Entre 1906 y 1908 obtuvo importantes premios en la Exposici¨®n Nacional de Bellas Artes y se lanz¨® a fundar con otras personas la Sociedad de Grabadores Espa?oles. Para 1914 ya hab¨ªa realizado obras importantes como El vi¨¢tico en un pueblo, Retrato de C.B. o Los enterradores. Doce a?os m¨¢s tarde, Ricardo Baroja pas¨® una larga estancia en Par¨ªs junto a Picasso y otros amigos pintores. Y en 1928 fue nombrado profesor de la Escuela Nacional de Artes Gr¨¢ficas, pero regres¨® a la capital francesa. De estos a?os son sus obras El Patio, El retiro y los aguafuertes Almaz¨¢n y Procesi¨®n en 1910. Baroja nunca dej¨® abandonada su actividad literaria, pero se centr¨® m¨¢s en ella a ra¨ªz de un accidente, el cual le cost¨® la visi¨®n de un ojo. El artista muri¨® en 1953 en Vera de Bidasoa.