La tecnolog¨ªa y el 'glamour'
Se desat¨® la locura en el valle, y fueron los Beastie Boys quienes abrieron el manicomio. Pasaban 20 minutos de las 22 horas, los tres neoyorquinos aparecieron sobre el escenario Espot ataviados con batas de cient¨ªfico loco y secundados por un desquiciante masaje r¨ªtmico en la vieja tradici¨®n del hip-hot y conmovidos por descargas el¨¦ctricas. Mike D, Yauch y Ad Rock iniciaron un concierto presenciado por una multitud embadurnada por una nube de polvo que sus propios saltos provocaba. Se iniciaba uno de los conciertos m¨¢s esperados.Un d¨ªa en el que la tecnolog¨ªa jug¨® una mala pasada. Si algo falla, por peque?o que sea, se puede provocar un verdadero desbarajuste. Eso es lo que ocurri¨® ayer en el escenario Guingueta del Doctor Music Festival. Casi una hora despu¨¦s de la prevista para el inicio del concierto de Garbage, un regimiento de t¨¦cnicos descargaban apresuradamente una mesa de monitores de un cami¨®n enorme. Debido a su celosa meticulosidad, no en vano varios de sus miembros son productores am¨¦n de m¨²sicos, quisieron traerse su propia mesa, que result¨® estar averiada. Neo Sala, director del festival, daba instrucciones con la tranquilidad de quien ha apagado cientos de incendios, mientras el p¨²blico, con un incendio en la coronilla provocado por el inclemente sol, se mostraba menos tranquilo. Del escenario Esterri Alt ?neu llegaban los ecos de Barricada, mientras que en los monitores del Guingueta Bjork era la reina.
Hora y media de retraso
As¨ª las cosas, el grupo de Shirley Manson y Butck Vig comenz¨® su actuaci¨®n hora y media m¨¢s tarde de lo previsto, y gracias a que la organizaci¨®n dispuso de una mesa de repuesto con nombre de talla de camiseta, XL3. Quiz¨¢ maldiciendo la tecnolog¨ªa, el cuarteto inici¨® su concierto con Dumb, para seguir con un tema con t¨ªtulo id¨®neo para el momento: Not my idea. Dispuestos a ir al grano, el ¨¦xito Push it son¨® en tercer lugar para ejemplificar el cruce entre rock y aparatitos que caracteriza a la banda. Gracias a esta pieza, el p¨²blico se meti¨® en el concierto olvidando la espera, lo que la banda agradeci¨® no recortando el repertorio.Como que Jarvis Cocker es de barrio, s¨®lo usa la tecnolog¨ªa para plancharse los pantalones. El de su banda, ya sin problemas, uno de los mejores conciertos del d¨ªa, y de paso inaugur¨® el escenario Espot, el mayor del festival. Sin tecnolog¨ªa sofis que pudiera estropearse, Pulp bordaron una actuaci¨®n llena de hermosas melod¨ªas que han tardado a?os en calar entre el p¨²blico, quiz¨¢ s¨®lo atento a estrellas m¨¢s rutilantes. Al final, Pulp se han hecho un hueco entre los grandes, que, a diferencia de alguno de ellos, lo refrendan con espl¨¦ndidos recitales. As¨ª ocurri¨® en la vaca, donde abrieron con The Fear, para ya tener rendido al personal con el tercer tema, I"m a man. Todo ello gracias a una sensibilidad que combina el hechizo, el exceso y la iron¨ªa, el lirismo con el sudor de barrio, la delicadeza con los delirantes estampados de las camisas que Jarvis suele vestir.
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