El gran desaf¨ªo
Brasil, actual campe¨®n, y Francia se enfrentan en la ¨²ltima final del siglo XX
Como si estuviera escrito en el gui¨®n previo a la Copa del Mundo, Francia (el pa¨ªs organizador) y Brasil (campe¨®n en Estados Unidos 94) jugar¨¢n esta noche la final de la Copa del Mundo. Final in¨¦dita que puede a?adir un nuevo campe¨®n a las seis nacional que han conquistado el torneo desde su creaci¨®n en 1930. Francia tiene la posibilidad de hacer historia. Un pa¨ªs que ha hecho tanto por el f¨²tbol -cre¨® la FIFA, el Mundial y la Copa de Europa- no ha conseguido todav¨ªa el t¨ªtulo que le homologue con las grandes potencias. Brasil, en cambio, juega para mantener su hegemon¨ªa: cuatro t¨ªtulos, su sexta final, la producci¨®n incesante de figuras, la relaci¨®n apasionada por el f¨²tbol.El partido se abre a numerosas lecturas, casi todas atractivas. Brasil es el equipo de Ronaldo. Con eso bastar¨ªa. Pero tambi¨¦n es el equipo que se obliga a mantener la llama de la historia, de Pel¨¦, Garrincha, Tostao, Rivelino, Jairzinho, Zico, Falcao, Junior y Romario. Aunque de ninguna manera se puede comparar a este equipo con los grandes brasile?os, la condici¨®n de favorito no se lo arrebata nadie, ni tan siquiera Francia en su papel de local, con todo el pa¨ªs detr¨¢s y con un equipo estimable. Para Brasil el partido representa la continuidad con una historia de ¨¦xitos. Para Ronaldo, el partido le ofrece la posibilidad de coronarse de manera indiscutible. Se sabe que es el mejor futbolista del mundo, pero el t¨ªtulo de campe¨®n le servir¨ªa para medirse en un plano de igualdad con los grandes mitos. S¨®lo tiene 21 a?os, pero est¨¢ en camino de hacer historia.
Desde el lado brasile?o, la final es un acontecimiento que dificilmente sobrepasar¨¢ a sus jugadores. Taffarel, Caf¨², Aldair, Leonardo, Dunga y Bebeto participaron en la anterior Copa del Mundo. Y los novatos no son cualquier cosa: Ronaldo, que estuvo en Estados Unidos pero no jug¨®, Rivaldo, Roberto Carlos y Denilson, por citar a los cuatro m¨¢s populares.
Gran prueba francesa
Para Francia s¨ª es un momento imponente. El presidente Jacques Chirac declar¨® ayer que es "el mayor desaf¨ªo en la historia del deporte franc¨¦s". Lo dice con raz¨®n. Por lo que respresenta el f¨²tbol, por lo que significa este Mundial para el pa¨ªs que lo organiza, por el contenido simb¨®lico del ¨²ltimo gran torneo del siglo XX, este partido pondr¨¢ a prueba a una selecci¨®n integrada por magn¨ªficos jugadores, aunque las ¨²ltimas actuaciones hayan sido decepcionantes.Tambi¨¦n hay una lectura social de este partido. Francia, un pa¨ªs integrador, de asilo, est¨¢ representada por un equipo que responde perfectamente al mestizaje de una naci¨®n sometida al discurso sectario de una ultraderecha galopantes en algunas regiones. Hace dos a?os, Jean Marie Le Pen, l¨ªder de la ultra francesa, declar¨® que su pa¨ªs no pod¨ªa estar representado con dignidad "por un equipo multirracial, con jugadores que no son capaces de cantar La Marsellesa". Naturalmente, como todos los oportunista, Le Pen realiz¨® aquellas manifestaciones tras la eliminaci¨®n de Francia.
Ahora, los h¨¦roes franceses son Thuram (nacido en la isla de Guadalupe), Desailly (originario de Ghana), Djorkaeff (de ascendencia armenia), Zidane (cuya familia procede de la Kabila argelina) o Trezeguet (natural de Buenos Aires). Y esa consideraci¨®n se puede llevar a la cima de la pir¨¢mide. Michel Platini, presidente del Comit¨¦ Organizador y la mayor leyenda del f¨²tbol franc¨¦s, es nieto de un italiano que se traslad¨® a las minas de la regi¨®n de Lorena tras la Primera Guerra Mundial.
Alg¨²n significado pol¨ªtico, cultural y social tendr¨ªa la victoria de Francia, capaz de ordenar su mosaico de manera admirable. Pero el desaf¨ªo es complicado. Brasil es campe¨®n y favorito. Sin un gran juego, ha sido m¨¢s convincente que Francia, bastante desinflada en los tres ¨²ltimos encuentros.
Leboeuf por Blanc
En el cap¨ªtulo estrictamente futbol¨ªstico, Francia parece que volver¨¢ a promover el equipo de corte defensivo que pretende Aim¨¦ Jacquet. Faltar¨¢ Blanc por sanci¨®n y ser¨¢ sustituido por Leboeuf, un central grandote, lento, con una buena pegada, pero presumible v¨ªctima de Ronaldo. As¨ª que lo m¨¢s probable es que Desailly se ocupe del astro brasile?o. La participaci¨®n de Karembeu es probable. Parece recuperado de su lesi¨®n de tobillo y dispuesto para formar en el centro del campo con Deschamps y Petit.Zagalo no tiene problemas. Desde el primer partido hasta ahora s¨®lo ha cambiado a un jugador: Leonardo por Giovanni. El resto es m¨¢s de lo mismo. O sea, con Bebeto y sin Denilson, para desesperaci¨®n de la torcida. Quiz¨¢ al final, cuando est¨¦ todo solucionado o Bebeto haya demostrado, como en todo el torneo, sus carencias, algo que tal vez no hubiera sucedido con Romario, entonces s¨ª podr¨¢ entrar Denilson.
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