Alcal¨¢ construir¨¢ un invernadero para m¨¢s de 5.000 especies con la forma de una ara?a de hierro y cristal

El campus de la Universidad de Alcal¨¢ fue anta?o un campo de aviaci¨®n. Como recordatorio quedaron los esqueletos de los hangares de helic¨®pteros. Estos restos de arquitectura industrial se convertir¨¢n en el abdomen de una gran ara?a de hierro y cristal que acoger¨¢ bajo sus patas 5.000 especies de plantas tropicales. Ser¨¢ el invernadero principal del universitario Jard¨ªn Bot¨¢nico Juan Carlos I, tendr¨¢ m¨¢s de 10.000 metros cuadrados y podr¨¢ albergar palmeras de 25 metros de altura. Los arquitectos Carlos Ferrater y Jos¨¦ Mar¨ªa Torres Nadal han sido sus autores.

Estos dos arquitectos han resultado los ganadores del concurso de ideas convocado por el Ministerio de Fomento. La metamorfosis de los hangares costar¨¢ 1.500 millones de pesetas, y Fomento prev¨¦ que la ara?a sea terminada durante el oto?o del a?o 2001. El invernadero, a cuya falda se construir¨¢ un lago artificial, acoger¨¢ tres recintos expositivos que reproducir¨¢n tres ecosistemas tropicales. Uno ser¨¢ el ¨¢rido, en el que abundar¨¢n los cactus, las crasas y el matorral espinoso.Una segunda zona ser¨¢ la subtropical, con bosque caducifolio, palmeras, plantas carn¨ªvoras y las que producen materias primas como el caf¨¦ o el ¨¦bano. En tercer lugar, un ¨¢rea de tr¨®pico h¨²medo con especies de la selva amaz¨®nica, orqu¨ªdeas y un acuario.

Adem¨¢s, habr¨¢ instalaciones dedicadas a la investigaci¨®n, un herbario, un banco de semillas, un sal¨®n de actos con 400 localidades, cafeter¨ªa, restaurante e incluso una tienda.

La gran ara?a tendr¨¢ varias filas de patas transversales. Las nervaduras interiores de la estructura se unir¨¢n con cristal. Las intermedias lo har¨¢n con l¨¢minas de madera, graduables al estilo de las persianas, para que den sombra. Las exteriores no tendr¨¢n carne. Un ¨¢gora o punto de encuentro a la sombra de las patas intermedias y exteriores separar¨¢ el invernadero de la zona de servicios. Se usar¨¢ como porche de ambas, comunic¨¢ndose con el resto del bot¨¢nico a trav¨¦s de un puente que cruzar¨¢ el lago.

Formas muy org¨¢nicas

"Convertiremos la estructura longitudinal que constituyen los m¨¢s de cien metros de hangares en una sucesi¨®n espacial transversal a ¨¦stos. El ¨¢gora permite que se pueda cruzar esta estructura", explicaba ayer Ferrater. "Los nervios que la soportar¨¢n pueden recordar a los de las hojas o a un ar¨¢cnido, se inducen de los hangares y producen formas muy org¨¢nicas y naturales", a?adi¨® el arquitecto.Tanto para Ferrater, un catal¨¢n de 53 a?os y autor del hotel Juan Carlos I de Barcelona, como para Torres Nadal, un murciano de 51 que firm¨® la Biblioteca Municipal de Murcia, el invernadero es su primera obra en Madrid. Ambos tuvieron una dura competencia. M¨¢s de 50 colegas presentaron su curr¨ªculum al concurso. El ministerio pidi¨® proyectos a 11 arquitectos, algunos tan prestigiosos como Antonio Fern¨¢ndez Alba. El equipo ganador proyect¨® tambi¨¦n el invernadero del nuevo jard¨ªn bot¨¢nico de Barcelona o el de Santiago de Compostela.

El Jard¨ªn Bot¨¢nico Juan Carlos I de Alcal¨¢ cuenta hoy con un jard¨ªn taxon¨®mico, un arbor¨¦tum (colecci¨®n de ¨¢rboles) ib¨¦rico y sendos invernaderos, uno de cactus y plantas crasas y otro tropical. ?ste es el embri¨®n vegetal del grande, y alberga ya 1.500 especies. Muchas proceden de la burbuja amaz¨®nica que coronaba la Exposici¨®n Universal de Sevilla 92.

Estas instalaciones se usan para la investigaci¨®n universitaria y como aula ambiental para escolares. Desde 1995 han pasado por all¨ª 7.000 ni?os. Falta por construir un lago central, un ¨¢rea de exhibici¨®n con jardines tem¨¢ticos y un arbor¨¦tum que cruce las fronteras peninsulares.