"Madrid est¨¢ muy poco explotado para el cine"

Curiosa contradicci¨®n la que se da en Antonio del Real (Cazorla, Ja¨¦n, 1949) respecto a su pel¨ªcula reci¨¦n estrenada, Cha-cha-ch¨¢: no le gusta nada que se diga de ella que es "la comedia del verano", pero a la vez no le importar¨ªa que de hecho lo fuera, marketing manda. Apasionado y tenaz, su propia obra es contradictoria, y as¨ª, mientras parece haberse especializado en comedias (con t¨ªtulos como Los hombres siempre mienten y Coraz¨®n loco), rod¨® hace 10 a?os El r¨ªo que nos lleva y confiesa su necesidad peri¨®dica de hacer "otro tipo de cine". Mientras tanto, defiende a muerte Cha-cha-ch¨¢, que ¨¦l mismo define como "una historia de amor, amistad y otras mentiras".Pregunta. ?Por qu¨¦ no le gusta que digan que Cha-cha-ch¨¢ es la comedia del verano?

Respuesta. Lo que no me gusta es que alguien pueda pensar que ¨¦sta es una comedia fr¨ªvola, pensada para el consumo en esta estaci¨®n, porque, adem¨¢s de risa, en ella hay ternura y una historia donde juega mucho la impostura, la falsedad, el ego¨ªsmo. Es una pel¨ªcula que tambi¨¦n busca la reflexi¨®n.

P. Es uno de los pocos directores que rueda una pel¨ªcula por a?o.

R. S¨ª, desde que inici¨¦ la nueva etapa en Por fin solos no he parado, pero yo soy de los que piensan, como Fernando Fern¨¢n-G¨®mez, que hay que atribuirlo todo a la casualidad. He aprendido a relativizar todo y lo mismo que no paras, un d¨ªa se olvidan de ti y no vuelves a hacer nada.

P. ?Por qu¨¦ siempre rueda sus comedias en Madrid?

R. Yo creo que Madrid est¨¢ muy poco explotada cinematogr¨¢ficamente, que la queremos poco. El ¨²nico que la ha retratado muy bien ha sido Garci, y a m¨ª me da mucha envidia que gente que no ha ido a Nueva York conozca la ciudad por las pel¨ªculas, mientras que nosotros no hemos podido conseguir lo mismo. Los americanos, en eso, son muy listos, y dan muchas facilidades a los cineastas porque es una forma de promocionar sus ciudades. Esto en Espa?a todav¨ªa no se ha entendido, te siguen poniendo muchas trabas a la hora de rodar.

P. ?C¨®mo consigui¨® hacer la escena de la Cibeles?

R. Yo he tenido mucha suerte, porque tengo que decir que al alcalde no le hac¨ªa mucha gracia (era cuando acababan de romperle la mano a la estatua), pero cont¨¦ con el apoyo del primer teniente de alcalde. En Cha-cha-ch¨¢ he querido retratar un poco la cultura de Madrid: el teatro Alb¨¦niz, la Fnac, el C¨ªrculo de Bellas Artes, la Filmoteca..., un poco el mundo en que se desenvuelven los protagonistas, que alguien ha dicho que son pijos.

P. ?Pijos?

R. Bueno, si ser pijo es trabajar, no transgredir, no darle al jaco y la droga, pues s¨ª, son pijos, aunque para m¨ª s¨®lo son chavales que trabajan y que tienen padres con pasta, pero eso es la vida misma.