Picasso vuelve a M¨¢laga para quedarse
El legado que albergar¨¢ el museo en el Palacio de Mollina consta de 182 obras
El 28 de febrero del a?o 2000 se inaugurar¨¢ el Museo Picasso de M¨¢laga, una idea que hace ahora seis a?os parec¨ªa una entelequia y que gracias a la generosidad y paciencia de la nuera del pintor y viuda de Paul Picasso, Christine Ruiz-Picasso, y del hijo de ¨¦stos, Bernard, es ya una realidad. En apenas dos meses comenzar¨¢n a desembarcar algunas de las 133 obras donadas por ambos, m¨¢s los pr¨¦stamos renovables por diez a?os que han realizado y que completar¨¢n una colecci¨®n permanente de 182 piezas originales valoradas en 24.000 millones de pesetas
El proyecto de rehabilitaci¨®n de la sede (Palacio de Buenavista o de Mollina) y varios edificios adyacentes que ha habido que adquirir por falta de espacio, superar¨¢ los 1.500 millones de pesetas y se abrir¨¢ en tres fases.La presentaci¨®n p¨²blica del proyecto del Museo Picasso de M¨¢laga en su sede, el Palacio de los Condes de Buenavista o Mollina, estuvo encabezada por los familiares del pintor, el presidente de la Junta Manuel Chaves, la consejera de Cultura Carmen Calvo y la directora del proyecto, Carmen Gim¨¦nez.
Un acontecimiento
Fue un acontecimiento social y emotivo donde no faltaron l¨¢grimas. Picasso ha vuelto definitivamente a M¨¢laga 25 a?os despu¨¦s de su muerte "para resta?ar unas heridas que nunca debieron abrirse", seg¨²n record¨® ayer Carmen Calvo. En apenas un mes se ha rehabilitado e inaugurado oficialmente la casa natal del pintor por parte del Ayuntamiento y se ha presentado un museo que financia la Junta de Andaluc¨ªa. Un museo que en contenidos y ambici¨®n supera mucho las expectativas iniciales y que sit¨²a a M¨¢laga en los circuitos muse¨ªsticos internacionales.No poseer¨¢ las miles de obras del Museo de Par¨ªs, ni los cientos del de Barcelona, pero entre las 182 piezas que forman el n¨²cleo inicial de la colecci¨®n puede rastrearse cronol¨®gica y perfectamente la trayectoria estil¨ªstica del pintor desde 1894 con un peque?o ¨®leo de la hermana de Picasso, Lola, hasta otro ¨®leo de 1972, Hombre, mujer y ni?o, uno de los ¨²ltimos que pint¨® antes de su muerte. El museo asimismo reflejar¨¢ la variedad de g¨¦neros (pintura, dibujos, grabados, escultura y cer¨¢mica) y t¨¦cnicas que utiliz¨®, a la vez que ofrece una visi¨®n familiar.
Olga Koklova (el retrato fechado en 1917 de la mujer rusa de Picasso con mantilla es una de las joyas del museo), Dora Maar, Jacqueline Roque, Marie Ther¨¨se Walter, Fran?oise Gillot, Lola Picasso (con un antiguo ¨®leo costumbrista, jugando con una mu?eca), Paolo Picasso (con otro ¨®leo excepcional del rostro infantil del primog¨¦nito) o el propio pintor aparecen en la colecci¨®n donde se siente una evidencia: las claves de este museo tienen mucho de compromiso emocional e ¨ªntimo de Christine. Es adem¨¢s el primer museo que se crea con donaci¨®n familiar tras la muerte del pintor, el mayor genio art¨ªstico del siglo. Y adem¨¢s se instala en su ciudad natal. La incredulidad que durante mucho tiempo se vivi¨® en muchos sectores en torno a la viabilidad del proyecto se torn¨® ayer de pronto en consciencia clara de su realizaci¨®n. All¨ª estaban las maquetas, las proyecciones de los mejores cuadros, los planos del proyecto firmado por los arquitectos Gluckman, C¨¢mara y Mart¨ªn-Delgado.
All¨ª estaban varios miembros de la familia encabezados por Bernard y Christine que daban la lista de sus donaciones o pr¨¦stamos. Media M¨¢laga fue invitada. Y por fin se acerc¨® la alcadesa Celia Villalobos para cerrar un enfrentamiento institucional mantenido con la Junta en el ¨²ltimo a?o.
All¨ª estaba la directora del proyecto Carmen Gim¨¦nez, quien avanz¨® que tras la inauguraci¨®n de la colecci¨®n, el 28 de febrero del 2000, se inaugurar¨¢ seguidamente una "impresionante exposici¨®n" en uno de los edificios adyacentes al Palacio de Buenavista que la Junta ha debido adquirir por falta de espacio e introducir el resto de los servicios (bibliotecas, despachos, almacenes, salas de exposiciones temporales) del Museo que contar¨¢ adem¨¢s de varias salas con la colecci¨®n dispuestas en dos plantas, con sala de proyecciones y salas pedag¨®gicas. Chaves supo mantenerse en un discreto segundo plano.
Babelia
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