"Ni el PSOE ni el PP entienden la liberalizaci¨®n"
Entre los d¨ªas 23 a 27 de agosto se celebrar¨¢ en Madrid el Congreso Mundial de Historia Econ¨®mica, un evento que comenz¨® en 1960 y que cumple su duod¨¦cima edici¨®n. Su presidente ser¨¢, en esta ocasi¨®n, Gabriel Tortella Casares, catedr¨¢tico de Historia Econ¨®mica, doctor en Derecho y en Econom¨ªa y premio Juan Carlos I de Econom¨ªa en 1994. Nacido en 1936 en Barcelona, se siente tan catal¨¢n como castellano y ciudadano del mundo. Se entusiasma hablando de historia econ¨®mica, de lo suyo, con idas y venidas y largas respuestas sobre los temas que ¨¦l cree que van a ser claves en el pr¨®ximo Congreso, que "en esta ocasi¨®n, da importancia al centenario del 98". Le es imposible evitar la relaci¨®n, como historiador, de la actualidad espa?ola con otras ¨¦pocas pasadas. No pod¨ªa ser menos.
Pregunta. La sesi¨®n estrella se denomina Las consecuencias econ¨®micas de los imperios. Generalmente los historiadores mantienen que las colonias no beneficiaron nada a los pa¨ªses imperialistas. ?Es as¨ª en su opini¨®n?
Respuesta. Los espa?oles, con bastante fundamento, han sostenido que tanto el imperio cl¨¢sico como el peque?o imperialismo del siglo XIX (Cuba, Filipinas...) no beneficiaron nada al pa¨ªs, aunque lo hicieran a peque?as minor¨ªas. Yo sostengo que a Espa?a le habr¨ªa ido mejor si no hubiera existido el imperio americano, que dej¨® graves problemas pol¨ªticos y econ¨®micos. El ¨²nico beneficio que dej¨®, evidentemente, fue haber implantado el espa?ol y la cultura espa?ola en Latinoam¨¦rica. Pero es un beneficio m¨¢s espiritual que econ¨®mico. Los ingleses y franceses lo ¨²nico que admiten es que sus imperios aportaron m¨¢s beneficios pol¨ªticos que econ¨®micos. Y es verdad que esos imperios fueron decisivos en las guerras mundiales, pero poco m¨¢s. En definitiva, as¨ª como los pa¨ªses que han sido colonias tienden a pensar que han sido explotados y han contribuido al desarrollo de la metr¨®poli, los historiadores de las metr¨®polis tienden a pensar que los imperios han beneficiado a las colonias.
P. Espa?a, sin embargo, encontr¨® mucha riqueza en las colonias.
R. Es un hecho incontestable que el imperio m¨¢s productivo fue el de Espa?a. Se encontr¨® colonias muy ricas en metales preciosos. Pero eso hizo que Espa?a no reformara el sistema fiscal y la Administraci¨®n, que militarizara su sociedad, que las industrias se arruinaran por la falta de competitividad y que creciera la inflaci¨®n. Yo calculo que el 70 de los metales preciosos que entraban sal¨ªan inmediatamente. Pasaban sin dejar huella, sin siquiera acu?arse. La reforma fiscal espa?ola no tiene lugar hasta mediados del siglo XIX, y aun as¨ª siempre se mantiene un sistema menos moderno que en otros pa¨ªses. En realidad, la gran reforma es la de la democracia del siglo XX y a pesar de todo seguimos teniendo un sistema regresivo. El IRPF es relativamente regresivo porque detecta m¨¢s f¨¢cilmente las rentas salariales que las otras. Gran parte se debe a las decisiones de la Administraci¨®n y a las carencias estad¨ªsticas. Seguimos yendo a rastras.
P. ?La reforma fiscal actual puede mejorar esto?
R. Es un poco la simplificaci¨®n fiscal que hizo Reagan en 1970. Fuentes Quintana, que es el gran innovador en esta materia, propuso que se simplificara. Que se hiciera un impuesto que fuera menos progresivo, que se simplificara. Parece l¨®gico que el PP quiera reducir la presi¨®n fiscal.
P. Hay otras cuestiones de inter¨¦s en este congreso como la in fluencia del hambre y la superpoblaci¨®n en la econom¨ªa.
R. Hay quien cree que la poblaci¨®n tiende a regularse (home¨®stasis), que cuando la poblaci¨®n crece demasiado y gravita sobre los recursos y produce un empobrecimiento eso autom¨¢ticamente causa una desaceleraci¨®n. Pero si funciona la home¨®stasis lo hace bastante despacio.
P. ?Produce aumento de la desigualdad o no?
R. Parece que s¨ª. La famosa U de Kuznetf resaltaba que la igualdad disminu¨ªa con la industrializaci¨®n y con la madurez volv¨ªa a la igualdad. De manera que los pa¨ªses hoy avanzados tienen un grado de desigualdad menor que los atrasados y los pa¨ªses que mayor desigualdad tienen son los que est¨¢n en transici¨®n, en el valle de la U. En el momento de la modernizaci¨®n hay un mont¨®n de empresarios que se benefician de la industrializaci¨®n en el despegue. Por ejemplo, Rockefeller, Rothschild, Krupp, Thyssen, que hacen gigantescas fortunas. Ocurre ahora con Bill Gates ahora. Mientras, la gran masa de la poblaci¨®n aumenta ligeramente su nivel de vida.
P. ?C¨®mo ha evolucionado Espa?a?
R. Espa?a es un pa¨ªs relativamente rezagado, se moviliza en el siglo XX, algo caracter¨ªstico de los pa¨ªses mediterr¨¢neos. En Espa?a cuando pasan cosas es en el siglo XX, aunque tambi¨¦n estalle la guerra civil y la dictadura del Franco. Yo he sido antifranquista, he sufrido c¨¢rcel, pero como historiador creo que soy objetivo y estar dispuesto a reconocer los m¨¦ritos si los hay. Los franquistas siempre han dicho que la industrializaci¨®n se deb¨ªa a la disciplina que impuso Franco y apuntan al gran crecimiento de los cincuenta y sesenta. Este punto de vista es muy discutible. Es indudable que Espa?a despeg¨® en los sesenta; pero ya empez¨® a crecer en los a?os anteriores a la guerra civil, en la Primera Guerra Mundial y en los a?os veinte. Hay mucha m¨¢s continuidad en el crecimiento de lo que parece, lo que pasa es que desde que acaba la guerra civil hasta mediados de los a?os cincuenta Espa?a tiene un par¨®n brutal. Lo que es evidente tambi¨¦n es que Espa?a pag¨® muy cara la transici¨®n pol¨ªtica. Espa?a tiene muy mala suerte con las transiciones. La transici¨®n de la II Rep¨²blica tuvo lugar durante la gran depresi¨®n de los a?os treinta y la transici¨®n a la democracia coincidi¨® con la del petr¨®leo. Eso caus¨® la tremenda ca¨ªda de la in versi¨®n; los empresarios ten¨ªan grandes dudas de lo que iba a ocurrir en Espa?a y en el mundo. La crisis bancaria fue muy fuerte y hubo ca¨ªdas absolutas de la renta por habitan te. Despu¨¦s, los socialistas, que result¨® que no se comieron a nadie, lograron insuflar optimismo. Esa fue la gran aportaci¨®n de Felipe Gonz¨¢lez, que supo dar la imagen de izquierdismo moderado y sensato. Y, despu¨¦s, el optimismo que proporcion¨® la entrada en la Comunidad Europea. Pero, si a principios de los ochehta supieron crear optimismo, a finales y principios de los noventa tuvieron una serie tremenda de errores. Se dejaron llevar por un optimismo excesivo, endeudaron demasiado al pa¨ªs, se creyeron que entrando en el SME todo les iba a ser permitido, tuvieron d¨¦ficit presupuestarios excesivos. No acometieron una reforma de la Administraci¨®n p¨²blica, que fue el gran fallo de los socialistas. Aceptaron en gran parte la herencia del franquismo tal como ven¨ªa. Todo el estatismo franquista, torpe, desali?ado, ignorante. . ., de resolver a corto plazo nacionalizando empresas, los socialistas lo aceptaron alegremente y eso se pag¨®.
P. ?Y ahora, cu¨¢l es la situaci¨®n?
R. En estos momentos nos encontramos con un PP, que a pesar de tener las cl¨¢sicas lacras de la derecha, est¨¢ haciendo un papel parecido al de los socialistas en los ochenta. Porque si los socialistas consiguieron la entrada en la UE, estos se?ores han conseguido la entrada en la uni¨®n monetaria. En estos a?os, Espa?a ha ido bastante bien, pero es muy posible que acabe agot¨¢ndose esa situaci¨®n. Los populares han sabido desembarazarse del pasado franquista, de ciertas nostalgias de la derecha pura y dura, aunque de vez en cuando aparece alguna veta, indudablemente.
P. Usted es un defensor a ultranza de la liberalizaci¨®n.
R. Esa es la asignatura pendiente que los socialistas no entendieron y el PP tampoco est¨¢ dispuesto a entender. Lo que hay hacer es modernizar la Administraci¨®n, que deje de ser una serie de reinos de taifas, de cuerpos privilegiados. Los funcionarios no tenemos presi¨®n por parte de nadie para considerarnos servidores p¨²blicos.
P. Se han dado pasos...
R. Es escandaloso. La tendencia al semimonopolio es muy grande en Espa?a. Es curioso, se termin¨® con los agentes de cambio y bolsa, que era una verdadera instituci¨®n. Habr¨ªa que modificar el sector de notarios y farmac¨¦uticos, dando mucha mayor competencia, aumentar la producci¨®n y bajar los precios inflados. Espa?a tiene una mentalidad de Felipe II, de intervencionismo, de paternalismo, de ordenancismo...
P. ?Y en pensiones?
R. La realidad dice que la poblaci¨®n esta envejeciendo, lo produce un problema grave en las pensiones. Estamos en una sociedad de servicios, en la que el vigor f¨ªsico o muscular tiene cada vez menos importancia, por lo que puede retrasarse la edad de jubilaci¨®n y hacerla voluntaria. Tambi¨¦n hay que incentivar los planes privados de jubilaci¨®n. Los sistemas a la chilena de combinar fondos p¨²blicos y privados es una f¨®rmula v¨¢lida.
P ?Est¨¢ en peligro el Estado de bienestar?
R. El Estado de bienestar necesita arreglos como la mejora de las estad¨ªsticas y la lucha contra el fraude. Me parece bien el medicamentazo, francamente. El igualitarismo espa?ol repudia que haya niveles y, por ejemplo, se pueda pagar el servicio m¨¦dico al tiempo que haya otro gratuito. Es m¨¢s, con uno se podr¨ªan costear parte del gasto del otro. En Espa?a repugna que haya cierto tipo de desigualdades. Si a un buen estudiante se le da un trato de privilegio a los otros les molesta. Las connotaciones negativas est¨¢n con los buenos. Hay un igualitarismo b¨¢sico que yo defiendo, por supuesto, pero llevado a l¨ªmites extremos desincentiva el progreso. Se desincentiva al que se esfuerza. Hay un igualitarismo tosco, primitivo y ciego.
P. ?Qu¨¦ le parecen a un historiador econ¨®mico las 35 horas?
R. Sobre las 35 horas semanales se ha exagerado mucho. A mediados del siglo XIX, en Inglaterra se propuso reducir la semana de 67 a 60 horas. Nassau Senior intent¨® demostrar que la und¨¦cima hora diaria era la que daba mayor beneficio. No le hicieron caso y no pas¨® nada. Ahora pasa r¨ªa lo mismo, aunque lo mejor es que se haga por convenio y no por ley. Yo, adem¨¢s, propondr¨ªa que se quiten las horas extraordinarias en t¨¦rminos generales y que haya flexibilidad, que no quiere decir reducir la protecci¨®n de los trabajadores.
P. ?Se ha apoyado alguna vez la investigaci¨®n en Espa?a?
R. Por desgracia, existe gran tradici¨®n de conservadurismo intelectual. Nos enteramos de que Ram¨®n y Cajal era un gran m¨¦dico cuando le dieron el Nobel, y lo mismo pas¨® con Severo Ochoa. Tendemos al "que inventen ellos" y pagamos la falta de curiosidad intelectual que desarroll¨® la Inquisici¨®n y la ortodoxia religiosa.
P. ?Qu¨¦ opina del nacionalismo?
R. Es el fascismo en embri¨®n. Es la lacra de final de siglo. Entre el racismo de Hitler y el nacionalismo racista de muchas zonas de Espa?a hay muy poca diferencia. Es una tendencia muy peligrosa. Hay mucha gente que cree que el nacionalismo es de izquierdas y no es as¨ª. Marx, por ejemplo, era universalista. Se da porque es una manera de justificar monopolios, liderazgos, enriquecimientos... No se dan cuenta de que el nacionalismo tiende a buscar privilegios y no al igualitarismo. Eso es la derecha. Yo nac¨ª en Catalu?a, pero me siento catal¨¢n, y castellano, y madrile?o y americano, de todos los sitios. El comunismo fue el gran enga?abobos del siglo XX, ahora lo es el nacionalismo.
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