Una reuni¨®n con 30 a?os de retraso
Castro y Kabila se encuentran como jefes de Estado tres d¨¦cadas despu¨¦s del paso del Che por el Congo
Un tercio de siglo despu¨¦s de la amarga aventura guerrillera del Che en el Congo, Fidel Castro y Laurent Kabila por fin se han visto las caras y se han fotografiado juntos en La Habana actuando como presidentes de dos Gobiernos revolucionarios. Por fin, porque, de haberse cumplido los planes del Che, este encuentro deb¨ªa haber tenido lugar 30 a?os antes. En ese caso probablemente Guevara no hubiera muerto en una selva boliviana el 9 de octubre de 1967 y el Congo se hubiese convertido en el epicentro de un gran volc¨¢n guerrillero africano. ?sa era la idea. Pero la vida no lo quiso as¨ª, y la revoluci¨®n congole?a que el Che trat¨® de impulsar no triunf¨® hasta el a?o pasado.Un a?o despu¨¦s, Laurent Kabila, presidente de la Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo, antiguo Zaire, ha viajado a La Habana a pagar una deuda de gratitud con el pa¨ªs que m¨¢s le apoy¨® hace 33 a?os. Una deuda contra¨ªda con Castro y la memoria del Che Guevara.
El Che y Kabila se conocieron en febrero de 1965 en Dar Es Salaam, la capital de Tanzania. El guerrillero cubano-argentino realizaba una gira por ?frica, y al pasar por Tanzania quiso entrevistarse con algunos l¨ªderes revolucionarios africanos que hab¨ªan establecido all¨ª su retaguardia. Uno de ellos era Kabila. De aquel encuentro el Che escribi¨®: "Me produjo una excelente impresi¨®n, dec¨ªa venir del interior del pa¨ªs; parece ser que s¨®lo ven¨ªa de Kigoma, una aldea fronteriza tanzana en los m¨¢rgenes del lago Tanganika, desde la que habitualmente se cruzaba al Congo".
Meses mas tarde, ya infiltrado en el Congo al frente de un grupo de 130 cubanos cuya misi¨®n era entrenar y apoyar militarmente a los rebeldes congole?os, el Che critic¨® a Kabila por su ausencia del frente y su vida disipada en la aldea de Kigoma. "Este pueblo era un remanso al cual los m¨¢s afortunados pod¨ªan llegar para vivir al margen de los azares de la lucha. La nefasta influencia de Kigoma, sus burdeles, sus licores, y sobre todo, su refugio cierto, no ser¨ªa nunca suficientemente valorada por la jefatura revolucionaria", escribi¨® el Che en su diario.
Guevara no dejo de se?alar ni un solo momento durante el tiempo que estuvo en el Congo -desde abril hasta noviembre de 1965- el mal ejemplo que daba Kabila y otros l¨ªderes con su actitud. "Mientras estuvimos all¨ª, Kabila s¨®lo entr¨® al Congo en un par de ocasiones y se qued¨® un ratico, pero nunca fue al frente", recuerda ?scar Fern¨¢ndez Mell, uno de los m¨¦dicos que acompa?¨® al Che en la guerrilla del Congo.
Mell, como Victor Dreke, otro compa?ero de combate del Che en ?frica, se enter¨® ayer por el peri¨®dico que Kabila estaba en Cuba. Ninguno daba saltos de alegr¨ªa. "No es un secreto que al salir del Congo nosotros est¨¢bamos disgustados, pero el tiempo ha pasado", dice Dreke. Opina que, al menos, Kabila ha tenido "la valent¨ªa" de venir a Cuba: "Aqu¨ª no podemos darle nada de lo que puede darle el imperialismo, y desde luego, esta visita no le va a gustar". Sobre el hecho de que la revoluci¨®n de Kabila haya triunfado 33 a?os despu¨¦s del paso del Che por tierras congole?as, Dreke se limita a decir: "M¨¢s vale tarde que nunca".
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