La corrupci¨®n, una plaga

Durante mucho tiempo hemos cerrado los ojos porque hab¨ªa demasiados intereses en juego. Hoy, la comunidad internacional empieza a tomar conciencia de que la corrupci¨®n no s¨®lo es inmoral, sino que es uno de los principales obst¨¢culos al desarrollo. Y un factor de inestabilidad, como demuestra la crisis asi¨¢tica. (...) En el mundo ¨¢rabe, es el bakchich. En Latinoam¨¦rica, la propina. En Zaire, el matabiche. En Filipinas, la payola. En Rusia, la kricha. Y en China, la hong bao. En los pa¨ªses industrializados, los empresarios y pol¨ªticos prefieren hablar de las comisiones. En la era de la globalizaci¨®n, la corrupci¨®n, como los flujos financieros, ignora las fronteras. Traspasa las divisiones entre el Norte y el Sur, el Este y el Oeste, el Tercer Mundo y los pa¨ªses ricos. Es, sin duda, una de las actividades m¨¢s pr¨®speras del planeta. (...) Seg¨²n el Banco Mundial, son los pa¨ªses en transici¨®n entre dos eras ideol¨®gicas y los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo los que ofrecen el terreno abonado. (...) ?Es un mal sin remedio? La democracia, con sus sistemas de control pol¨ªtico y presupuestario bajo la mirada de la prensa, parece aportar mayores garant¨ªas de transparencia. Con algunas reservas. (...) Suecia, la democracia modelo, tuvo que afrontar el esc¨¢ndalo Bofors. (...) Francia, Italia, B¨¦lgica o Estados Unidos tampoco son ejemplos de integridad. Los corruptores, que suelen proceder de pa¨ªses ricos y democr¨¢ticos, son tan culpables como aqu¨¦llos a los que corrompen.

Par¨ªs, 25 de julio