Coraz¨®n musulm¨¢n en cuerpo jud¨ªo

Los ¨®rganos del cuerpo sin vida de un trabajador palestino, vecino de un campo de refugiados de la franja de Gaza, han salvado la vida a cuatro ciudadanos israel¨ªes. El cad¨¢ver del obrero Farid Bawadi fue donado por sus familiares a las autoridades sanitarias de Israel, que procedieron urgentemente a trasladar el cuerpo al hospital central de Beersheba, en el coraz¨®n del desierto del Neguev, donde este fin de semana los m¨¦dicos efectuaron el trasplante de sus dos ri?ones, el coraz¨®n y el h¨ªgado en cuatro pacientes de religi¨®n jud¨ªa, quienes esperaban desde hac¨ªa meses estos ¨®rganos."Nosotros pensamos en la donaci¨®n como un tema puramente humanitario, no nos importan las nacionalidades de los pacientes, ellos tambi¨¦n son seres humanos", aseguraba ayer a la prensa local palestina de la ciudad de Gaza Abdel Halim Bawadi, hermano menor del trabajador fallecido, cuando fue preguntado sobre las razones por las que sus familiares hab¨ªan decidido donar el cuerpo a un hospital de Israel.

Farid Bawadi, de 35 a?os, de religi¨®n musulmana, casado y padre de cuatro hijos, hab¨ªa sufrido un accidente de tr¨¢fico el pasado jueves por la ma?ana, cuando se dirig¨ªa con otros compa?eros en un coche a la ciudad israel¨ª vecina de Ashkelon, en la que desde hac¨ªa varios a?os trabajaba como pe¨®n. El cuerpo de Farid, a¨²n con vida, fue trasladado urgentemente en una ambulancia a un hospital de urgencias, donde los doctores trataron por todos los medios de salvarle la vida, practic¨¢ndole diversos tipos de reanimaci¨®n.

Los m¨¦dicos del centro del servicio de urgencia decretaron la muerte cerebral de Farid Bawadi avanzada ya la noche, tras varias horas de lucha tit¨¢nica contra la muerte. El servicio administrativo del hospital comunic¨® la muerte de Farid a sus familiares para que se hicieran cargo del cad¨¢ver, lo fueran a buscar y lo trasladaran a su poblaci¨®n y residencia habitual en el campo de refugiados de Bureij, situado en un verdadero suburbio de las proximidades de la capital de Gaza.

El cuerpo vac¨ªo de Farid Bawad, sin sus principales ¨®rganos, volver¨ªa horas m¨¢s tarde a Gaza, al cementerio del campo de refugiados de Bureij, uno de los ocho que existen en la zona. En esa zona, desde hace cerca de cincuenta a?os se instalaron sus padres y se amontonan m¨¢s de 24.000 palestinos, originarios en su mayor¨ªa de los pueblos de Cisjordania. De all¨ª llegaron tras ser expulsados en 1948 por el Ej¨¦rcito hebreo, despu¨¦s de que la ONU diera luz verde al Estado de Israel, sum¨¢ndose as¨ª a los otros 340.000 desplazados censados en la regi¨®n de la franja de Gaza.

"Esta donaci¨®n ha salvado cuatro vidas. Los trasplantes se llevaron a t¨¦rmino despu¨¦s de que los familiares acordaran donar sus ¨®rganos", afirm¨® Bayta Kuris, portavoz del centro m¨¦dico Soroka, en Beersheba, donde se ha instalado una importante comunidad jud¨ªa procedente de los pa¨ªses del Este.

Israel sufre desde hace a?os un importante d¨¦ficit de ¨®rganos para trasplantes, motivado fundamentalmente por las reticencias de las comunidades ortodoxas jud¨ªas a donar sus cuerpos o los de sus familiares fallecidos para finalidades m¨¦dicas. La actitud de estas comunidades jud¨ªas, cada vez m¨¢s extendida, impide o frena, sobre la base de una interpretaci¨®n rigurosa de las leyes b¨ªblicas, no s¨®lo la donaci¨®n de ¨®rganos, sino la pr¨¢ctica de autopsias o la exhumaci¨®n de tumbas, incluso por razones hist¨®ricas y arqueol¨®gicas.

Esta actitud religiosa est¨¢ provocando importantes problemas cl¨ªnicos y sanitarios entre la poblaci¨®n de Israel, donde, seg¨²n las ¨²ltimas estad¨ªsticas, existe al menos una lista de un millar de pacientes en situaci¨®n desesperada, esperando un d¨ªa poder recibir los ¨®rganos vitales.

La falta de ¨®rganos para trasplantes ha provocado en los ¨²ltimos a?os situaciones controvertidas y pol¨¦micas. Israel se vio conmocionada hace pocos meses cuando desde Londres se conoci¨® la noticia de la desaparici¨®n del coraz¨®n de un cad¨¢ver de un turista ingl¨¦s que hab¨ªa fallecido durante un viaje a Tierra Santa. Su familia, desde la capital brit¨¢nica, denunci¨® el caso. Las autoridades sanitarias israel¨ªes abrieron una investigaci¨®n. Nunca se supo el resultado.