Finito hizo el toreo

No se trat¨® de una faena completa, pero el muleteo de Finito de C¨®rdoba al cuarto tuvo mucho sabor, porque hizo el toreo de verdad, de muletazo, largo, hondo, templado y ce?ido. El toro repiti¨® de salida y acudi¨® con alegr¨ªa a las cabalgaduras, pero del segundo encuentro Sali¨® mostrando indudable falta de fuerza. Al principio Finito no se acopl¨® con a noble embestida del animal, no queriendo apurar las series para mantener el astado en pie. Pero a mitad de faena, los muletazos ya no fueron aislados, sino que surgi¨® la ligaz¨®n y el mando, acabando de configurar un muleteo de hondo y bello trazo. Ese es el Finito que los buenos aficionados recuerdan y que lleg¨® a perder el tren de las grandes ferias y los grandes carteles. Despu¨¦s de un pinchazo, remat¨® su obra con una excelente estocada arriba y fue recompensado justamente con la ¨²nica oreja de la lluviosa tarde.

Finito ya hab¨ªa mostrado destellos en su primero, que no humillaba, como casi toda la corrida, pero que ten¨ªa un aceptable pit¨®n derecho. Las dobladas iniciales resultaron excelentes y alg¨²n muletazo con la diestra tambi¨¦n, aunque finalmente la faena no pudo redondearla, acabando con pronta eficacia estoqueadora.

D¨¢vila Miura tuvo un lote p¨¦simo. Su primero no tuvo fijeza en los enga?os, punte¨®, no humill¨®, escarb¨® y, adem¨¢s, fue mir¨®n e incierto. D¨¢vila Miura estuvo digno, torero y asentado con ¨¦l, extrayendo incluso alg¨²n buen muletazo. Algo premioso con el pincho, porque la res echaba la cara arriba. El quinto hizo cosas muy feas, como para mosquear al torero, emple¨® l¨®gicas precauciones, dentro de un tono voluntarioso y destacando en la excelente estocada final. Este toro, al ser apuntillado, hiri¨® en la axila derecha al subalterno Andr¨¦s Parrado.

Inter¨¦s por el debutante

Hab¨ªa inter¨¦s por ver al debutante Morante de la Puebla, despu¨¦s de sus ¨¦xitos de esta misma temporada, sobre todo en Sevilla. En su primero, muy deslucido por flojo y descastado, estuvo con deseos y gotitas de pinturer¨ªa, pero sin poder cuajar nada de especial relevancia. No acab¨® de aprovechar, en cambio, al buen sexto, que se ven¨ªa de lejos a los enga?os y que hab¨ªa hecho una brava pelea en varas.

Morante lo lance¨® con buen estilo a la ver¨®nica, pero con la muleta no cuaj¨® el toreo fundamental, a pesar de tener un buen aire torero. Lo mejor la pinturer¨ªa sevillana de algunos momentos, como un cambio de mano y su subsiguiente y deslumbrante adorno. De nuevo fall¨® con la espada.

Es de justicia destacar la irreprochable presentaci¨®n de la corrida de Sep¨²lveda. Pareja, lustrosa, sin exageraciones, muy en el tipo de la casa. Su comportamiento ya fue otra cosa, porque esta ganader¨ªa, que hasta no hace demasiado tiempo era la preferida por las figuras, no termina de salir del bache que padece. Toros desgastados, gazapones, y adem¨¢s flojos. La nobleza de sus mejores a?os apareci¨® con el cuarto, al que le fatalron las fuerzas, pero s¨®lo despu¨¦s del segundo puyazo: El sexto fue el mejor del encierro, boyante y bravo, de salida, en varas y en la faena de muleta, que no acab¨® de cuajar su matador.