La desuni¨®n de la oposici¨®n favorece al PRI en las elecciones en tres Estados de M¨¦xico

La oposici¨®n mexicana, tanto de izquierdas como de derechas, cerr¨® las puertas a la alianza de fuerzas para derrotar al oficialista Partido Revolucionario Institucional (PRI) en los comicios celebrados ayer en tres Estados. Tras el desacuerdo, s¨®lo los conservadores del Partido Acci¨®n Nacional (PAN) aspiran a ocupar el Gobierno en el Estado de Aguascalientes, situado en el centro del pa¨ªs, mientras los candidatos pri¨ªstas se presentan como favoritos en los empobrecidos y conflictivos Estados de Oaxaca y Veracruz, ambos localizados en el sur de M¨¦xico.

En los comicios celebrados el pasado mes de julio en los Estados de Chihuahua, Durango y Zacatecas, el PRI logr¨® recuperar la Administraci¨®n del primero de ellos, que se encontraba en manos del PAN, retuvo el poder en el segundo, y sufri¨® una derrota ante el centroizquierdista Partido de la Revoluci¨®n Democr¨¢tica (PRD) en el tercero.No hubo incidentes en esos comicios y la mayor¨ªa de los analistas pol¨ªticos mexicanos consideraron que se celebraron en un ambiente democr¨¢tico, aunque el PRI, en su campa?a, emple¨® viejos recursos, como la compra de votos en el campo.

Ahora, en la disputa de la segunda votaci¨®n para gobernadores que se celebra en lo que va del a?o, el experimentado pol¨ªtico H¨¦ctor Hugo Olivares Santana es el candidato del PRI que afronta, en Aguascalientes, el mayor riesgo de derrota, ya que el PAN ha enviado a la contienda a al pol¨ªtico independiente Felipe Gonz¨¢lez. La derrota del PRI ser¨ªa un hecho sin precedentes, pues Aguascalientes se trata de uno de los ¨²ltimos grandes bastiones del PRI en el pa¨ªs.

En Oaxaca, el candidato del PRD es el senador H¨¦ctor S¨¢nchez, un experimentado luchador social que cuenta con amplias simpat¨ªas en pueblos ind¨ªgenas y ciudades golpeadas por los problemas econ¨®micos y sociales, pero los perredistas no han logrado llegar a los comicios con la necesaria unidad interna, y la balanza puede inclinarse hacia el lado del PRI, por el que compite otro dinosaurio de la pol¨ªtica mexicana, Jos¨¦ Murat.

Panistas y perredistas han preferido no presentar una candidatura conjunta como arma para colocar a un gobernador de transici¨®n, lo que favorecer¨¢ que el PRI revalide su victoria en las urnas.

La situaci¨®n es similar en Veracruz, donde el PRI conf¨ªa en la victoria del magnate de la televisi¨®n Miguel Alem¨¢n, hijo de un expresidente del mismo nombre e importante exaccionista de la cadena Televisa. Se enfrenta al economista de derechas Luis Pazos, que encabeza la candidatura del PAN, y a Arturo Herviz, del PRD, as¨ª como al expri¨ªsta y exprocurador (fiscal) Ignacio Morales Lechuga, aspirante por el Partido Verde Ecologista.

Sin duda, una derrota del PRI en Aguascalientes significar¨ªa un punto de gran importancia para la oposici¨®n conservadora, que actualmente gobierna en los Estados de Baja California, Jalisco, Quer¨¦taro, Nuevo Le¨®n y Guanajuato, pero si el PRI consigue salir adelante en Oaxaca y Veracruz, las p¨¦rdidas del partido oficialista ser¨¢n menores, pues estos dos son considerados como parte de la "gran reserva del voto pri¨ªsta en el campo".

Cerrada disputa

Las encuestas vaticinan la victoria de los candidatos PRI, tras 69 a?os en el poder, en Veracruz y Oaxaca, y anticipan una cerrada disputa con el PAN en Aguascalientes. En los tres Estados la contienda electoral ha incluido una guerra sucia de acusaciones de todo tipo entre los principales candidatos e incluso denuncia de la presencia de mapaches -traficantes de votos- en Veracruz y Oaxaca, que recurren a todo para garantizar el triunfo pri¨ªsta. Es cierto que las votaciones cada vez reciben menos impugnaciones en M¨¦xico, pero los opositores afirman que el partido oficialista realiza campa?as basadas en las inversiones del Gobierno central. Los panistas afirman que en estos comicios cuentan con un gran respaldo ciudadano, que ser¨¢ clave para sacar al PRI de los Gobiernos de Aguascalientes y Veracruz. Lo cierto es que s¨®lo cuentan con posibilidades de victoria en el primero. Los perredistas creen que pueden ser beneficiados por un voto sorpresa de ¨²ltima hora en Oaxaca y Veracruz, mientras el PRI tiene confianza en mantenerse como "la opci¨®n de gobierno".