El manso y las orejas de los bravos
Un hecho ins¨®lito: se devolvi¨® un toro, porque era manso. En estos tiempos que salen los toros igual de tontos, borregos y de m¨¢s semejanzas, ya s¨®lo por ver un toro manso, pero manso m¨¢s manso que un pedazo de pana azul, val¨ªa la pena saber c¨®mo se las ver¨ªa un torero de la torer¨ªa de Enrique Ponce. El se?or Presidente le ech¨® una mano al torero y lo devolvi¨®.
La corrida, discurri¨® seg¨²n los c¨¢nones normales. Litri embarullado en su primero y discreto, voluntarioso y sin dominar a su segundo.
Enrique Ponce como de costumbre, cortando orejas f¨¢ciles, sobre todo a su primero, que era un toro que se palp¨® que iba a embestir. Lo que pasa es que el propio torero crea un clima como que su toro no serv¨ªa, para a continuaci¨®n hacer ver que ¨¦l lo ha mejorado y hecho bueno. No dudamos de su t¨¦cnica, pero evidenciamos una realidad. Al menos un realidad percibida por nosotros. A su segundo le llev¨® el centro del anillo para instrumentar una faena f¨¢cil, efectista, con uso y abuso del pico. Para que todo est¨¦ dentro del gui¨®n, mat¨® de dos estocadas, que parecen buenas, pero que llevan dentro una ca¨ªda grave. Hasta en eso hay un cierto equ¨ªvoco: quieren ser estocadas de oro ley y acaban por ser estocadas de alpaca.
Charro / Litri, Ponce, Caballero
Estados Unidos, 1974 (88 minutos). Director: Patrick J. Murphy. Int¨¦rpretes: Andrew Prine, Gilmer McCormick.
Cinco toros Charro de Lien, terciados, blandos, sin demasiada calidad
Un sobrero de Los Bayones, que dio buen juego. Litri: Pinchazo, tendida, dos descabellos (silencio); un pinchazo, media delantera -aviso -, (silencio). Enrique Ponce: Aviso antes de entrar a matar, ca¨ªda (oreja); Estocada ca¨ªda (oreja). Manuel Caballero: Media estocada (silencio); un pinchazo, estocada tendida -aviso -, descabello (oreja). Plaza de Vitoria, cinco de agosto, primera de feria. Tres cuartos de entrada
Con Manuel Caballero hubo una definici¨®n del toreo distinta. Tore¨® a su segundo, sexto de la tarde, con lentitud, con cadencia, sabiendo que ten¨ªa un toro que iba muy presto al toque, pero que no ten¨ªa fuerza. Ligando con suavidad, y con la mu?eca en mimo y girando al comp¨¢s debido. Obviamente, lo que ofrec¨ªa llevaba otra capacidad, otra historia visual. No perviv¨ªa una especie de rutina, sino que habitaban los instantes de un torero metido entre los pitones del toro y un hacer repleto de gusto, de buen gusto.
Los toros de Charro de Llen fueron de juego desigual, y de trazas tambi¨¦n desiguales. Blandos en general, con pitones como alfanjes los tres ¨²ltimos. El mansote dio un espect¨¢culo casi circense. El cuarto se fue hacia arriba, y a poco m¨¢s se "como" a Litri. El primer toro debi¨® devolverse por blando de las cuatro patas. La falta de fuerza fue la t¨®nica general. Insisto en el toro primero de Ponce, el toro de Los Bayones, que acab¨® humillando, pero no porque se diga que lo consigui¨® la maestr¨ªa del torero, que nadie duda, sino que humill¨® porque en la vara que tom¨® meti¨® la cabeza bien. Otra cosa es que no se quiera ver esa circunstancia, esa cabeza humillando mientras le pegan. Todav¨ªa el tercio de varas sirve para ver el comportamiento de los toros.
Claro que si estamos pensando en darles las orejitas, como obsesos enfermitos, entonces no veremos m¨¢s que lo que nos quieran mostrar las figuras.
Esos contrastes entre el toreo rutinario y el toreo de sentimiento, es lo que da juego para discutir los temas del toro.
Aniversario del decano
Ayer hizo 75 a?os que tom¨® la alternativa en Vitoria el decano de los matadores de toros. Hablamos de Luis Fuentes Bejarano. En la ma?ana de ayer hablamos con el torero, que cuenta en la actualidad 95 a?os. Dentro de quince d¨ªas cumplir¨¢ 96. Dijo estar muy agradecido al pueblo vitoriano, porque se portaron con ¨¦l excelentemente hace esos 75 a?os, y en estos d¨ªas, que el alcalde Vitoria, el peneuvista Jos¨¦ ?ngel Cuerda, le ha enviado una placa conmemorativa de aquella alternativa. Con buena memoria, y buen humor, al preguntarle por su salud, dijo que est¨¢ muy bien, pero con la enfermedad de los muchos a?os, mas eso es una enfermedad que se va aceptando, a?adi¨®.
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