El libro de Manuel Caballero
El libro de Manuel Caballero se abri¨® al gran p¨²blico. Su seg¨²ndo toro salt¨® al callej¨®n y cre¨® una especie de juerga entre los espectadores y la gente que discurr¨ªa por el foso. El toro demostr¨® una tendencia a tablas, como buen mansote. El diestro lo sac¨® al medio de la plaza y ah¨ª se hizo con el bicho. Lo tore¨® por la derecha, llevando al toro muy dominado, adem¨¢s de templar un mont¨®n. Prob¨® con la izquierda y puso a contribuci¨®n un nuevo son dominador. De todos modos, con la derecha mostr¨® su mejor toreo. Una de las tandas fue de mucha calidad. Luego el toro volvi¨® a acordarse de la querencia a tablas y de all¨ª no sali¨®. En ese momento Caballero se puso en unos terrenos inveros¨ªmiles, cruz¨¢ndose, dominando a la res de cabeza a rabo. Con una media se llev¨® al toro por delante. Muy bien, muy torero. Posee un buen libro de notas toreras.
Bayones / Caballero / Rivera Ord¨®?ez
Francia, 1989 (92 minutos). Director: Jean Jacques Annaud. Int¨¦rpretes: Jack Wallace, Tcheky Karyo.
Seis toros de Los Bayones, blandos sin clase, el tercero con dificultades, el cuarto y el quinto mansos
Manuel Caballero: delantera y tendida (aplausos); media (oreja). Vicente Barrera: pinchazo, trasera y ca¨ªda, dos descabellos (silencio); media tendida (rueda de peones), ¡ªaviso¡ª, dos descabellos (gran ovaci¨®n). Francisco Rivera Ord¨®?ez: dos pinchazos, media (ovaci¨®n); once pinchazos ¡ªaviso¡ª, cuatro pinchazos ¡ªsegundo aviso¡ª, tres descabellos. Plaza de Vitoria, seis de agosto, segunda de feria. Tres cuartos de entrada.
En su primero todo lo hizo el torero, porque su toro era quedadito, sosote, sin fuerza, sin son, una ganga de toro.
Hay que valorar el trabajo de Vicente Barrera a su segundo. Lo traste¨® bien, y tore¨® con la derecha como pocas veces le hemos visto. Adelantaba la muleta y llevaba al toro muy bien y con un toreo muy ajustado. Esa fue su mayor virtud: lo ajustado que tore¨®. Al caerse el animal, su faena no llegaba a calar todo lo que hubiera sido necesario y merecido, porque el valenciano tore¨® en algunos momentos requetebi¨¦n.
Su primer toro, anovillado, sin fuerza, se ca¨ªa en exceso. En realidad, si un toro se cae, ya se est¨¢ cayendo en exceso, puesto que no es de recibo ese caimiento canalla.
A falta de t¨¦cnica con la que se sirven los toreros ante toros con dificultades, Rivera Ord¨®?ez tir¨® de arrimones. Su primer toro se le colaba, recortaba a mansalva, buscaba la muslada a punto de ser azulenca. A base de arrimarse, le rob¨® pases al toro. Ex puso bastante. Algo parecido, respecto a la falta de t¨¦cnica o de arte, dig¨¢moslo para acabar, le sucedi¨® con su segundo toro, sexto de la tarde. Trat¨® de torear al morlaco, pero no consegu¨ªa hacerse con ¨¦l, no acaba de ajustarse al ritmo de la res, y acab¨® por aburrir a la parroquia...
Y lleg¨® el mitin del acero. Un n¨²mero de pinchazos infinito, dos avisos y lo que ustedes quieran. Pero en su haber debemos adscribirle un grado de calma, de no precipitarse ni querer descerrajar al toro. Trat¨® de matar arriba, y eso le honra, sabiendo como sabemos que casi todos los toreros del escalaf¨®n, y en especial las figuras, cada uno tiene su rinc¨®n de Ord¨®?ez (el rinc¨®n de tal, el rinc¨®n de cual).
No hemos dicho que figuraba en el cartel originario el torero Jos¨¦ Tom¨¢s. Y fue Manuel Caballero quien le sustituy¨®, porque se lo gan¨® el d¨ªa anterior con su faena ligada y de gran temple.
Caballero es un toreo a seguir. Tiene dominio en su mu?eca, valor y conocimientos grandes. Viene bien a la fiesta esta clase de toreros, porque su oficio y su talento ense?an al gran p¨²blico que las figuras van demasiado c¨®modos, y con un gran apoyo entre ellos. Un torero como Caballero rompe un poco o un mucho la inercia de la mercadotecnia de las figuras, a veces figuras de pan y mel¨®n.
Otro de los aspectos de inter¨¦s en este torero se cifra en que destila un conocimiento de los terrenos de los toros bastante potable. Da una buena sensaci¨®n, porque a partir de ese conocimiento, se pueden convertir los toros malos en buenos, y los buenos en excelentes a la hora de ponerles la muleta y sacar a relucir lo que cada toro lleva dentro. Y eso es clave para esta historia.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.