Los "ilegales" franceses ganan la partida
El Gobierno de Jospin regulariza la situaci¨®n de Francia de decenas de miles de indocumentados
El Gobierno franc¨¦s legalizar¨¢ finalmente a la mayor¨ªa de los m¨¢s de 70.000 inmigrantes indocumentados, los sans papiers, abocados a ser expulsados del pa¨ªs como consecuencia del rechazo administrativo a sus peticiones de regularizaci¨®n. La mera interposici¨®n de un recurso permite suspender las reconducciones forzosas a la frontera, as¨ª como la ejecuci¨®n de las ¨®rdenes de detenci¨®n y encarcelamiento. Se calcula que, a lo largo de los pr¨®ximos meses, cerca de 50.000 de estos indocumentados podr¨¢n sumarse a los 80.000 que ya han regularizado su situaci¨®n.Sin llegar a perder los papeles, el ministro de Interior, Jean-Pierre Chev¨¨nement, ha introducido los elementos de "flexibilidad" y "generosidad" en la aplicaci¨®n e interpretaci¨®n de su circular del 24 de junio ¨²ltimo, de forma que ¨¦sta permita integrar a la mayor parte de los "clandestinos". As¨ª, el testimonio de una asociaci¨®n u organismo ser¨¢ considerado suficiente para dar por bueno que el demandante de la regularizaci¨®n cumple con el requisito de haber vivido los ¨²ltimos siete a?os ininterrumpidamente en Francia, plazo que ha quedado rebajado a seis a?os. Y de la misma manera, los seis meses de estancia regular en Francia exigidos en algunos casos podr¨¢n contabilizarse sumando dos o m¨¢s periodos de estancia autorizada.
El colectivo de los inmigrantes de procedencia asi¨¢tica, una inmigraci¨®n reciente, puede, sin embargo, quedar relativamente al margen de estos nuevos criterios. El Gobierno recela abiertamente de las ¨²ltimas oleadas migratorias asi¨¢ticas en raz¨®n de la dependencia y control que las poderosas redes de tr¨¢fico de inmigraci¨®n clandestinas ejercen sobre estos nuevos colectivos asentados en Francia. "Legalizar masivamente a esos colectivos ser¨ªa tanto como premiar a esas mafias que, adem¨¢s de lucrarse con el tr¨¢fico, siguen operando en esa comunidad de inmigrantes", indican fuentes gubernamentales.
No por casualidad, muchas de las manifestaciones y de las encerronas y huelgas de hambre que los sans papiers protagonizan regularmente han empezado a poblarse con rostros asi¨¢ticos. El hecho resulta novedoso cada vez que esta comunidad, discreta y poco conflictiva de puertas afuera, permanece casi ausente en la larga batalla de los indocumentados. En cualquier caso, la nueva pol¨ªtica ser¨¢ aplicada de manera discreta, sin salirse de la siempre pesada, enojosa y contradictoria v¨ªa administrativa, para evitar que se echen las campanas al vuelo y que esta conducta d¨¦ alas a aquellos que, allende las fronteras francesas, albergan la tentaci¨®n o el prop¨®sito de sumarse al flujo migratorio que tiene a ese pa¨ªs como destino preferente.
Aunque los nuevos criterios empezaron a forjarse en el contexto de la huelga de hambre llevada a cabo semanas atr¨¢s en la iglesia de Batignolles, en Par¨ªs, es ahora cuando parecen asentados en el seno del Gobierno. El giro registrado en la opini¨®n p¨²blica francesa tras el triunfo en el pasado Mundial de una selecci¨®n de f¨²tbol multi¨¦tnica, ejemplo ahora de integraci¨®n, ha ampliado el margen de maniobra y el Ejecutivo est¨¢ dispuesto a apurarlo. En el plano estrictamente pol¨ªtico, la sorprendente propuesta del muy conservador ex ministro de Interior Charles Pasqua, partidario ahora de regularizar a todos los sans papiers, sit¨²a al Gobierno de Lionel Jospin al abrigo de buena parte de las cr¨ªticas de la derecha.
As¨ª se explica que el ministro Chev¨¨nement haya acogido aparentemente bien la intercesi¨®n de la Iglesia cat¨®lica a favor de los sans papiers y se haya comprometido a "revisar" las peticiones de los ilegales encerrados en la sede de la Nunciatura Apost¨®lica de la capital francesa. Al calor del nuevo clima de opini¨®n, los sans papiers multiplican estos d¨ªas sus movilizaciones-denuncia, sabiendo que ¨¦ste es un momento propicio para ganar nuevos terrenos y hacer irreversibles las conquistas. El vuelo ch¨¢rter de la amistad, Par¨ªs-Dakar, en el que han escenificado la reconducci¨®n de los ilegales a sus pa¨ªses de origen, ha sido por ahora la m¨¢s espectacular de sus acciones.
En cualquier caso, haga lo que haga el Gobierno de la "izquierda plural", en los pr¨®ximos meses la cuesti¨®n de la inmigraci¨®n clandestina seguir¨¢ siendo un problema abierto y pr¨¢cticamente irresoluble en las d¨¦cadas venideras. Francia continuar¨¢ albergando en su territorio a entre 300.000 y 800.000 personas sin documentos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.