Tambi¨¦n el tecno
?Belceb¨²! Gritaba un sujeto tocado con un gorro que le hac¨ªa parecer un polluelo con la mitad del reci¨¦n roto cascar¨®n sobre la cabeza. Al mismo tiempo, una rubia con los ojos dilatados hasta el di¨¢metro de una sopera intentaba reptar por uno de los pilares de la carpa tal y como si fuese una recolectora de cocos, entre tanto decenas de danzarines bailaban aturdidos entre dos m¨²sicas: la que proced¨ªa de la carpa tecno y la escupida por otra que en las proximidades atiborraba los o¨ªdos con bajos saturados. Los m¨¢s bailaban intentando retrasar el inminente amanecer.Este panorama nocturno tambi¨¦n ha acompa?ado a la programaci¨®n electr¨®nica de Benic¨¤ssim, desarrollada en una carpa que de d¨ªa se llamaba Maraworld y de noche Galax Nitsa. Cuando el sol reinaba all¨ª dictaron estupendas c¨¢tedras bandas de guitarras apacibles como Mogwai o Tortoise. Llegada la noche ocuparon plaza Bentley"s Rythm Ace, Professor Angel Dust, Wage & Fake o Teen Marcianas, todos ellos nombres que azotan la columna vertebral. Triunfaron los previsibles triunfadores, unos Chemical Brothers que a poco que se descuiden acabaran de atracci¨®n finisecular en Port Aventura.
A su rebufo brillaron DMX Krew con su oferta hip-hopera o James Lavelle, un disidente del tecno que reivindica en sus sesiones el pop de Beatles y Verve o el rock de Led Zeppelin. El eclecticismo de Fatboy Slim tambi¨¦n tuvo seguidores, as¨ª Dave Clarke. Poner patas arriba al personal es lo que consigui¨® Superdiscount, que pinchando temas como Prix choc logr¨® que la poca voluntad que restaba a los espectadores de la madrugada del domingo se evaporase bajo los efectos de un estribillo que dice "sinsemilla.... marihuana" categ¨®rico.
Y para el a?o que viene el tecno crecer¨¢ en el festival. La programaci¨®n de esta m¨²sica ha vuelto a demostrar su poder de convocatoria. S¨ª, el tecno tambi¨¦n crece en Benic¨¤ssim.
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